Según cuenta una historia de larga data, por las calles de Once vaga un personaje de casi tres metros de altura que cuida a los habitantes del barrio.
Este gigante "bonachón" ha salvado a víctimas de choques y ha espantado a más de un malhechor, o al menos esto es lo que narran los vecinos de Balvanera que confían en su presencia protectora.
Algunos afirman que este ser es el mismísimo Golem, un hombre artificial creado en el siglo XVI por un rabino de Praga, llamado Judah Loew ben Bezabel.
Si bien la historia oficial habla de un solo Golem, otros afirman que Bezabel creó trece de estos humanoides de arcilla y que uno de ellos llegó a Buenos Aires, de la mano de un rabino, con los inmigrantes judíos.
De allí en más, la historia se bifurca en varias versiones: algunos cuentan que antes de morir el rabino encerró al gigante en una habitación a la que nadie puede entrar, que estaría en el anexo de un hospital, en Caballito.
Otros creen que vive en un callejón oculto, que podría ser el pasaje Colombo o el Victoria. De una u otra forma, hay vecinos que aseguran que el gigante le salvó la vida a más de uno.
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