sábado, 19 de abril de 2008

EL NOMBRE DEL HUAGURUNCHO


Nevado Huaguruncho (5723 m) in the Cordillera Oriental of Peru.
Photo taken from the gold district of Huachón during the 2005 field trip of the SEG student chapters of the University of Geneva and the ETH Zürich. Photograph ©: R. Moritz (1.10.2005)




Al contener la rebelión de los Tarumas en Tarma, subiendo al Oráculo de Palcamayo en el Chinchaysuyo hacia el lago de los gatos (lago Junín) para luego dirigirse al norte, el Inka Yupanqui observó en el oriente al gran colmillo blanco y de nieve y lo adoró y dio gracias por darle la victoria en sus batallas y exclamó: “vayan a ver que quiere ese Wajoruncho”, bautizándolo con ese nombre, castellanizado hoy como Huaguruncho o Huagurunchu, quedando en el olvido el nombre ancestral de Huacaronäh, la Apu tutelar de Yaneshas,

Pumpus, y Yaros de Chichaycocha y de Yungas; ordenando que un grupo de orejones y sacerdotes se dirigieran a hacer reverencias al nevado y luego al pie, para divisar la puesta de sol del este y el ocaso en el oeste, erigieron una plaza circular ceremonial con su piedra de sacrificios en el centro y el templo de Inkatana en una especie de abrigo gigantesco de la Apu, muy cerca a unas cuatro lagunas, allí instalaron un círculo con la figura del Inti o quizá la Chakana símbolo mágico religioso que reflejaba el sol consagrando ese lugar como centro energético del poder Inka y oráculo por su conexión con Pachakamak, los místicos orejones y sacerdotes comprendieron, en su diálogo con los apus tutelares que esta era la parte central del Tawantinsuyu y limite natural del Chinchaysuyo y el Antisuyo. Con la caída del Imperio Inka en manos de los calzonasos (españoles), tras su huída del Qosqo, la casta de orejones místicos y sacerdotes inkas que una vez llegaron vía las grutas del Nevado procedentes de la Ciudad sagrada del Paititi o Dorado, luego de usar sus poderes y transportar el templo al interior de una gruta y esconder los mayores tesoros de los inkas, cruzaron en una barcaza una laguna subterránea del Huaguruncho y se perdieron en el tiempo.

Los oráculos de Pachakamak e Inkatana habían profetizado la caída de los inkas.

Wiracocha y la Pachamama con su jerarquía de dioses tutelares ancestrales: apus, jirkas, wamanis, chutillos, que antes castigaron a los aymaras, ahora lo hacían con los quechuas por a haberlos olvidado en su culto.

Exploraciones e Investigaciones:
LIC. LUIS PAJUELO CHÁVEZ
ONGD PRO PERU
pajueloluis@hotmail.com
Cel. Movistar 63 9654960
www.ninagaga.com
www.huaguruncho.com

viernes, 18 de abril de 2008

EL CASTILLO DE LOS AMANTES TRÁGICOS


A principio del siglo xx una joven rica, Lucía Giordano, conoce a un violinista, Angel Lemos, y el romance no tardó en surgir.

Se casaron el 1º de abril de 1911 en la casa perteneciente a la familia, denominada hoy “el castillo de los bichos” por las esculturas que se encuentran en la casona, ubicada en el barrio de Villa del Parque, exactamente en campana al 2300, cerca de las vías del ferrocarril.

Cientos de invitados disfrutaron del banquete y de la fiesta que duró hasta la madrugada.

Cuando la pareja debía irse, advirtió que el auto que los llevaría estaba unos pasos más atrás de la casa cruzando las vías.

Lamentablemente el matrimonio murió atropellado por el tren.

Isabelino Espinosa, de la Junta de Estudios Históricos de Villa del Parque, cuenta que los ocasionales ocupantes de la casona salían despavoridos, asustados por los gritos desgarradores de una joven mujer y un violinista.

jueves, 17 de abril de 2008

ANDRES CHAZARRETA



Nació el 29 de mayo de 1876 en Santiago del Estero.

En 1889 ingresó en la Escuela Normal y 6 años después egresó como Maestro.

Fue Prof del Internado Muñoz, Dir de la Esc San Francisco, La Merced y de la nocturna del Círculo Católico de Obreros. Fue también Secretario del Consejo de Educación, Cajero de la Dirección de Rentas, Prof del Internado Rivadavia y Subdirector de las escuelas Nº 18 y Nº 19 del Regimiento de Infantería.

En 1902 estudió solfeo y profundizó su aprendizaje de guitarra.

Su labor docente le sirvió para recorrer el interior provincial y descubrir las bellas canciones del folclore santiagueño. A partir de entonces se convirtió en un ardiente autor, recopilador y difusor de las melodías norteñas, que fue recreando con su instrumento preferido.

Una de sus recopilaciones más famosas es "La Zamba de Vargas", a la que le hizo arreglos en 1906 y que fue magistralmente grabada en guitarra, décadas después, por Atahualpa Yupanqui.

El escritor Leopoldo Lugones, después de escucharlo en Santiago del Estero, publicó en 1914 en una revista francesa un elogioso artículo que produjo el reconocimiento internacional del folclorista.

En 1921 llegó a Buenos Aires con un importante grupo de músicos, cantantes y bailarines. Se presentó en un teatro y fue un impacto para provincianos, porteños e inmigrantes. Era la primera visión y audición del folclore norteño en la metrópoli, que hasta entonces sólo conocía los ritmos lentos del sur, entonados por Carlos Gardel y Agustín Magaldi.

La compañía de Chazarreta, que tomó el modelo del circo criollo en giras por el norte del país, tuvo el apoyo masivo del público, lo cual le permitió llegar a más de 150 presentaciones.

Creó una Orquesta Nativa con la que grabó varios discos, formó una compañía de chicos y hasta concretó una Academia de Danzas en Buenos Aires.

Grabó más de 400 composiciones, entre las que se destacan dos joyas llamadas "La 7 de abril" y "Criollita santiagueña", que le dieron el prestigio que se merecía por su ardua labor para imponer definitivamente la música norteña en todo el país.

Su vida familiar y afectiva conoció el dolor y la angustia de la muerte. Su primera esposa, Gabriela Grijera Lescano falleció al intentar vanamente dar a luz a su primogénito. Pero la música le devolvió la alegría y se casó posteriormente con una de sus alumnas, Anita Palumbo, con quien tuvo 4 hijos: Agustín, Ana Mercedes, Josefina y Andrea, quienes actualmente están a cargo de la Casa Museo que lleva su nombre.

Sin duda, fue el investigador más importante de la música popular argentina. Desarrolló una invalorable labor durante medio siglo, contribuyendo a la difusión y afianzamiento del arte nativo.

Murió el 24 de abril de 1960, siendo "el Patriarca del folclore argentino".

miércoles, 16 de abril de 2008

EL TRAUCO



El Trauco, es un hombre pequeño, no mide más de ochenta centímetros de alto, de formas marcadamente varoniles, de rostro feo, aunque de mirada dulce, fascinante y sensual; sus piernas terminan en simples muñones sin pies, viste un raído traje de quilineja y un bonete del mismo material, en la mano derecha lleva un hacha de piedra, que reemplaza por un bastón algo retorcido, el Pahueldún, cuando está frente a una muchacha.

Es el espíritu del amor fecundo, creador de la nueva vida, padre de los hijos naturales.

Habita en los bosques cercanos a las casas chilotas.

Para las muchachas solteras, constituye una incógnita que les preocupa y las inquieta.

Según opinión de unas, se trata de un horrible y pequeño monstruo, que espanta y de cuya presencia hay que privarse, a toda costa.

Otras opinan distinto y manifiestan, que si bien es feo, no es tan desagradable, sino, muy por el contrario, atractivo...

Otras en lucha tenaz y permanente, dicen haberlo eliminado de sus pensamientos, en los que alguna vez vibró quemando sus entrañas...

Las madres toman todas las precauciones, para evitar que sus hijas, ya “solteras”, viajen solas al monte, en busca de leña o de hojas de “radal”, para el “caedizo” de las ovejas, qes generalmente es en el curso de estas faenas, cuando “agarra”, o con más propiedad “sopla”, con su “pahueldún”, a las niñas solitarias, pero nunca si van acompañadas, aún de sus hermanitos menores.

El Trauco no actúa frente a testigos... está, siempre alerta, pasa gran parte del día colgado en el gancho de un corpulento “tique”, en espera de su víctima.

En cuanto obscurece, regresa a compartir la compañía de su mujer, gruñona y estéril, la temida Fiura.

Cuando desea conocer de cerca, las características de su futura conquista, penetra en la cocina o fogón, donde se reúne, al atardecer toda la familia, transformada en un manojo de quilineja, que en cuanto alguien intenta asirlo, desaparece en las sombras.

A las muchachas que le tiene simpatía, les comunica su presencia depositando sus negras excretas, frente a la puerta de sus casas.

Todo su interés se concentra hacia las mujeres solteras, especialmente si son atractivas. No le interesan las casadas. Ellas podrán ser infieles, pero jamás con él.

Cuando divisa desde lo alto de su observatorio a una niña, en el interior del bosque, desciende veloz a tierra firme y con su hacha, da tres golpes en el tronco de tique, donde estaba encaramado, y tan fuerte golpea, que su eco parece derribar estrepitosamente todos los árboles.

Con ello produce gran confusión y susto en la mente de la muchacha, que no alcanza a reponerse de su impresión, cuando tiene junto a ella, al fascinante Trauco, que la sopla suavemente, con el Pahueldún. No pudiendo resistir la fuerza magnética, que emana de este misterioso ser, clava su mirada en esos ojos centellantes, diabólicos y penetrantes y cae rendida junto a él, en un dulce y plácido sueño de amor....

Transcurridos minutos o quizás horas, ella no lo sabe, despierta airada y llorosa; se incorpora rápidamente, baja sus vestidos revueltos y ajados, sacude las hojas secas adheridas a su espalda y cabellera en desorden, abrocha ojales y huye, semiaturdida, hacia la pampa en dirección a su casa.

A medida que transcurren los meses, van apreciándose transformaciones, en el cuerpo de la muchacha, poseída por el Trauco.

Manifestaciones que en ningún instante trata de ocultar, puesto que no se siente pecadora, sino víctima de un ser sobrenatural, frente al cual, sabido es, ninguna mujer soltera está lo suficientemente protegida...

A los nueve meses nace el hijo del Trauco, acto que no afecta socialmente a la madre ni al niño, puesto que ambos, están relacionados con la magia de un ser extraterreno; quien no siempre responde al “culme”, lanzado con el objeto de alejarlo y escapar de los efectos de su presencia; o los azotes, dados a su Pahueldún, que debería afectarlo intensamente; como en igual forma a la quema de sus excrementos.

Su potencia es tal, que en ciertas ocasiones, nada ni nadie puede detenerlo...

(Publicación del Dr. Bernardo Quintana Mansilla, “Chiloé Mitológico”).

martes, 15 de abril de 2008

EL ENANO VAMPIRO


Se trata de uno de los relatos más fascinantes del libro “Buenos Aires es leyenda”. Tiene como protagonista a Belek, un enano que llegó a Buenos Aires con el Circo de los Zares a fines de los 70.

Belek, que provenía de la zona de los Cárpatos –como el conde Drácula–, fue expulsado luego de que el dueño del circo, Boris Loff, el Hombre Bala y la Mujer Barbuda lo encontraran prendido al cuello de Vera, una mono tití.

Pero el mito de Belek, el enano vampiro, apenas comienza allí.

El verdadero horror se desató cuando se refugió en una casa semi-abandondada del Bajo Flores y los gatos del barrio comenzaron a desaparecer misteriosamente.

La leyenda cuenta que la gente protegió sus casas con ristras de ajo y todos llevaban crucifijos por miedo a sus ataques.

Una noche de invierno, los hombres del barrio cazaron al enano vampiro con la red de un arco de fútbol, cerca de la estación Flores, pero se les escapó.

Aseguran que aún vive en el cementerio de Flores y sigue haciendo de las suyas.

lunes, 14 de abril de 2008

LA FLOR DE QANTU

Qantu - cantua buxifolia


Hubo una gran sequía.

Murieron todas las plantas, pero una flor de qantu se resistía a perecer.

De sus pétalos nació un colibrí, que voló a la cumbre del Waitapallana.

Suplicó piedad al padre, salvación bajo el arrasante sol.

El colibrí murió exhausto y el Waitapallana se apenó tanto que lloró.

Sus lágrimas llegaron al lago Wacracocha y despertaron al Amaru que dormía enroscado a lo largo de la cordillera.

La serpiente alada, con cabeza de llama y cola de pez, de ojos cristalinos y hocico rojizo, se desperezó y voló eclipsando al sol.

Luchó con los guerreros que se alzaron a combatirlo. De su hocico surgió la niebla de los cerros, de su aleteo la lluvia, de su cola el granizo y de sus escamas el arco iris.

Así renace la vida.

Para los quechuas todo está escrito en las escamas del Amarú.


El Qantu es la flor nacional y también denominada la flor sagrada de los Incas, existen de varios colores la que se puede encontrar en cualquier lugar del Perú es la de color fucsia o rosada, blanca, roja y naranja.

domingo, 13 de abril de 2008

EL BAGUAL


Es una leyenda del Departamento Jiménez cerca de Tacanas, dice que existe un lugar llamado "EL BAGUAL" donde según la tradición aparecía al caer la tarde, un potro prafante, de un hermoso color negro y largas crines, que echaba espuma por la boca y fuego por los ojos.

Se daba cita a los más famosos "pialadores" de esa zona para reducirlo, pero siempre todo era en vano.

Se acercaban los hombres sigilosamente e intentaban apresarlo de mil recursos y artimañas; y cuando mas seguros estaban de la presa "EL CABALLO SE ESCAPABA"