sábado, 12 de junio de 2010

LUZ DE ORO



Según cuenta una leyenda caribeña, hace muchos años las islas del Caribe no eran más que un trocito de tierra, sin ningún río que la regase.

Un buen día nació Car, el hijo del cacique del Caribe. El niño enfermó y su única salvación era beber agua fresca y dulce. Su madre lloró durante doce días, sin darse cuenta que su llanto salado iba mermando la salud de su hijo.

El cacique, a quien las tristezas y la rabia lo hacían gigante, desbordó su rabia contra el suelo de la isla que golpeó durante doce días. Sin darse cuenta que estaba haciendo un gran hoyo.

Sucedió que al día trece, los dioses enviaron abundante lluvia para aplacar la ira del cacique.

Y éste, sin darse cuenta, se fue ahogando en el gran lago que las lluvias y su ira habían formado.

Su tribu, según mandaba la tradición, le acompaño depositando en su tumba acuática todo el oro que poseía el gran cacique.

Desde entonces, cuando el sol brilla en el lago, su luz llega hasta el oro del cacique y hace que se forme un gran Arco Iris, que los indios del Caribe llaman Luz de Oro.

viernes, 11 de junio de 2010

DEL PRINCIPIO Y ORIGEN DE LOS YNGAS Y DE DÓNDE SALIERON



Varias y diversas cosas y hermosas fábulas cuentan los indios del aparecimiento de los primeros yngas y de la manera con que entraron en la ciudad del Cuzco y la conquistaron y poblaron, sin que en este caso pueda haber cosa cierta ni determinada.

La más general y común opinión y más recibida entre ellos es que el primer Inga se llamó Manco Capac, aunque también a éste algunos le hacen el último de los hermanos Ingas.

Dicen los indios que cuando con el diluvio se acabó la gente y que del pueblo de Pacaritambo, cinco leguas del Cuzco, de una cueva por una ventana salieron y procedieron los Ingas y que eran cuatro hermanos, el mayor llamado Manco Capac, Ayarcache, Ayarauca, Ayarhuchu. Y cuatro hermanas: Mamahuaco, ésta fue muy varonil, y peleó, y conquistó algunos indios; Mamacora. Mamaocllo, y Mamatabua.

También cuentan algunos indios antiguos que de la gran laguna de Titicaca, que está en la provincia del Collao, vinieron hasta esta cueva de Pacaritambo, unos indios, e indias, todos hermanos, gentiles hombres y valerosos, y que traían las orejas moradas, y en los agujeros pedazos de oro. Uno de los cuales fue Manco Capac.

Vinieron, pues, estos hermanos y hermanas desde Pacaritambo de noche, y, llegados al pueblo de Pachete, allí miraron de una parte a otra, por hallar buena tierra para poblar, y no satisfaciéndose, se volvieron por el mismo camino y llegaron a Guayna Cancha, y allí se juntó Manco Capac con su hermana Mama Ocllo, aunque otros dicen que con Mamahuaco, otra hermana. Y viniendo en el camino vieron que la hermana estaba preñada y entre ellos hicieron inquisición, diciendo ¿cuál de nosotros ha hecho esta maldad?

Sabida la verdad, llegaron a Tambuqui, donde nació Cinchiroca, de lo cual se holgaron y dieron gracia al Hacedor y al Sol, y pasaron hasta Chasquito. Allí acordaron todos que Ayarauca, su hermano, que era el más atrevido dellos, volviese a Pacaritambo a la cueva donde habían salido y allí lo encerrasen. Llamándole, dijeron: ya sabéis, hermano, que dejamos ciertos vasos de oro, llamados topacusi, y cierta semilla en la cueva de donde salimos; es menester que vayáis allá por ello, para que juntemos con ellos gente y seamos señores.

El Ayarauca lo rehusó y dijo que no quería, a lo cual le dijo Mamahuaco que tuviese vergüenza siendo mozo tan atrevido, no querer volver por aquellas reliquias, y así, avergonzado, dijo que sí, y fue con él un criado suyo llamado Tambo Chacai. Llegado a la cueva Ayarauca, entró a sacar los vasos que le habían dicho que trajese, y mientras él estaba buscando dentro de la cueva, el Tambo Chacai cerró la puerta con una piedra grande, porque así se lo habían mandado los hermanos. Y Ayarauca se quedó dentro, y empezó a dar grandes gritos, pretendiendo salir, y con las voces que daba y mucha fuerza que ponía, tembló aquel cerro y se abrió por muchas partes, y el Tambo Chacai se sentó encima de la piedra, con que había cerrado la puerta, y el Ayarauca le dijo desde lo interior de la cueva: vos, traidor, pensáis volver allá con estas nuevas: vos quedaréis ahí como yo aquí dentro, y así quedó el Tambo Chacai convertido en piedra, y hasta hoy está la señal allí.

La causa porque hicieron los demás hermanos volver a este Ayarauca y encerrarlo en la cueva dicen una invención y fábula, porque al tiempo que caminaban venían tirando piedras y derribando los cerros, y por ser tan valiente no osaron llevarlo consigo, porque llegando a donde hubiese gente no se atreviese a hacer alguna demasía y por él los matasen a todos, y de allí se partieron y llegaron al cerro que ahora llaman Huanacauri.

Y vieron un Arco del Cielo, que era tiempo de aguas, y el un pie estaba fijado en el cerro, y como lo viesen una mañana al alborear, de lejos, dijeron los unos a los otros: veis aquel Arco, y todos respondieron que sí, y dijo Manco Capac, el mayor: buena señal es aquélla, que ya no se acabará el mundo por agua; vamos allá y desde allí veremos a donde hemos de fundar nuestro pueblo, y echaron suertes qué harían, y en ellas supieron cómo era buena llegar a aquel cerro a ver lo que había y qué tierra se parecía de allí, y viniendo caminando hacia el cerro, de lejos vieron una huaca, bulto de persona, que estaba asentado, y el arco llegaba a los pies de la huaca. Era esta huaca de un poblezuelo llamado Sano, que estaba a una legua pequeña, de allí llamase la huaca Chimpo y Cahua, y entraron en consulta y trataron que sería bueno cogerlo y que si no lo tomaban, que no tenían ningún remedio, y yendo a ello, Ayarcache, así como llegó a la huaca se asentó sobre ella y le dijo: ¿qué hacéis, hermano? estemos juntos, y la huaca volvió la cabeza a conocer quién era, y como lo tenían oprimido, no lo pudo ver bien, y queriéndose desviar, no pudo, porque se le quedaron las plantas de los pies pegados a las espaldas de la huaca.

Los hermanos, entendiendo que ya estaba preso, fueron corriendo a ayudarle, y des que así se vio les dijo, cuando llegaron: mala obra me habéis hecho, que ya no puedo ir con vosotros; ya quedo apartado de vuestra compañía y sé que habéis de ser grandes señores.

Lo que os ruego es que en todas vuestras fiestas y sacrificios os acordéis de mí y que sea yo el primero que reciba vuestras ofrendas, pues me quedo aquí, y cuando hicieres Guarachico a vuestros hijos como a su padre que acá por todos queda, sea yo adorado dellos; y así quedó Ayarcache hecho piedra y le pusieron por nombre Guanacauri, y los hermanos, muy tristes, se volvieron la cuesta abajo y llegaron a un sitio que está a los pies del cerro Huanacauri, llamado Matahua, y allí horadaron las orejas a Sinchiroca, que es el Huarachico, y lloraron la dejada de su hermano y dijeron:

Oh, si nuestros hermanos vieran este ynfante, cómo se holgaran con él, y comenzaron a llorar, y allí se inventó el llanto de los muertos y las ceremonias con que se lloran, tomando para ello el Phrasis y de las palomas, y allí inventaron las ceremonias de los raimis quico chico y rutu chico y la fiesta del ayuscai, que todo se declarara en su lugar.


Fuente: Capítulo II (C) ARTEHISTORIA

jueves, 10 de junio de 2010

TIAMAT




En la mitología babilónica, Tiamat es la diosa del Caos y la Creación; una diosa-monstruo primitivo de importante participación en el poema épico Enûma Elish que narra el origen del mundo.

Antes de que el cielo y la tierra tuviesen nombre (carecer de nombre equivalía a no existir), existía la diosa del agua salada, Tiamat, principio femenino, madre de todo los que existe; representada con el mar como las potencialidades del caos primigenio.

También se habla de su forma como dragón hembra, de por sí maléfico según las leyendas.

Tiamat se unió con Apsu, el principio masculino y el agua dulce, y dieron nacimiento a los dioses y los animales, pero los nuevos dioses perturbaban a su padre y decidió destruirlos. Aunque uno de ellos, Ea, el dios de la magia, se anticipó a los deseos de su padre haciendo un conjuro y derramando el sueño sobre él, para luego matarlo.

Apsu permaneció en un largo sopor (por eso es que el agua dulce está quieta) pero Ea no pudo contra la poderosa Tiamat. Ésta, enfurecida por la muerte de su esposo, creó una legión de demonios y los puso bajo la orden de Kingu, su nuevo esposo y uno de sus hijos, para combatir a los dioses.

Ante la amenaza, Marduk fue nombrado por los dioses para enfrentar a Tiamat, pero accedió con la condición de ser nombrado “príncipe de los dioses o dios supremo”. Entonces los dioses le cedieron todos sus poderes a Marduk para poder vencer a Kingu, quien se quedó paralizado de miedo al verlo llegar, y luego a Tiamat, a la que hizo dejar la boca abierta con un vendaval y lanzó una flecha dentro del estómago.

Después de la batalla, la sangre de Kingu se esparció y de ella nacieron los humanos. Mientras, el cuerpo de Tiamat acabó encadenado en los pozos del abismo y partido a la mitad por Marduk.

De su mitad superior se creó el cielo y de su mitad inferior, la tierra firme, y a su vez, sus lágrimas se convirtieron en las nacientes del río Tigris y el Éufrates, dentro de los cuales florecieron las antiguas civilizaciones mesopotámicas hace siete mil años.

Esta leyenda de Enûma Elish está recogida de unas tablillas de caracteres cuneiformes datadas del año 1200 a. C.

miércoles, 9 de junio de 2010

LA FLOR DE CEIBO

Flor del Ceibo o Seibo
(Erythrina crista-galli)
Foto: Jorge Emir Llugdar

Refiere la leyenda que la Flor de Ceibo es el alma de la india Anahi, la reina mas fea de una tribu de guerreros indómitos, cuya choza se levantaba cerca de las márgenes salvajes del Paraná.

Pero si Anahi era fea, su voz era la más dulce de cuantas había escuchado alguno de sus súbditos.

Hosca y rebelde, había albergado en su espíritu toda la bravura de una raza muerta por la furia invasora.

Hecha prisionera, y habiendo dado muerte de un árbol bajo y de anchas hojas, quedo a poco envuelta en los resplandores de la hoguera.

Quienes asistieron al suplicio vieron que el cuerpo de Anahi se iba tornando rojo y adquiriendo una forma extraña.

El árbol también sufría un proceso singular; algo así como una vuelta a la fragilidad.

Las primeras luces del alba iluminaron la Flor de Ceibo, que encarna así el alma pura y altiva de una raza que ya no existe.

Su soledad significa el recuerdo de los que supieron morir y no ha nacido para lucir en ningún pecho humano, es la flor triste y solidaria de la veneración y en su perfume, no hecho para deleitar, es de severa castidad, de heroísmo y consecuencia.

El alma de Anahi, la reina fea de la dulce voz se anida en la Flor de Ceibo.

Ningún fuego podrá destruir a Anahi, que es el alma Argentina.

martes, 8 de junio de 2010

EL PINCOY


"El pincoy" por J. Vidal


El Pincoy es el hijo del Millalobo (el Rey de los mares), por tanto se le considera príncipe de los mares; es el administrador de los dominios marinos de su padre.

Es inspector severo del fiel cumplimiento de los mandatos de su padre, y el vigilante de que exista un normal desenvolvimiento de todos los procesos que se desarrollan en los mares, especialmente los relacionados con la reproducción de los peces y demás habitantes del mar. Por ello, siempre permanece atento a las actividades que realizan sus hermanas, la Pincoya y la Sirena chilota, a quienes ayuda y protege cuando ellas lo requieren.

Él canta una bella y extraña canción, para que la Pincoya inicie su baile. El Pincoy igualmente es el esposo de la Pincoya, siendo la pareja feliz de la mitología chilota, al contrario del caso del Trauco y la Fiura.

Los chilotes dicen que al Pincoy le agrada la música, especialmente la que produce la flauta Pincullhue (flauta hecha del bambú colihue). Además, es un ser que se caracteriza por sentirse atraído hacia las mujeres bellas, y por ello en algunas ocasiones se acerca a las playas de alguna isla, a contemplar a la mujer hermosa que se encuentre mariscando aguas adentro; siendo relativamente frecuente que logre conquistar los favores de ella. Si el Pincoy consigue conquistar a la mujer, se dice que ella tendrá un hijo con forma de lobo marino, y que sólo excepcionalmente la mujer revelará datos muy vagos de él, pues ha hecho la promesa de no hablar de él.

Los pescadores cuentan que, a corta distancia de sus embarcaciones, el Pincoy pasa nadando a una velocidad extraordinaria, brillando como un rayo plateado. Tiene el aspecto de una criatura tipo tritón, su cuerpo es el de un lobo marino de gran tamaño, color plateado brillante, con hermoso y varonil rostro humano, luce poblada melena dorada y tiene un aspecto atrayente para las mujeres.

lunes, 7 de junio de 2010

LA LECHUZA DE DOÑA PANCHA



Érase que era, y el mal que se vaya y el bien que no venga, que allá por los años primeros de mis abuelos, existía en el tranquilo pueblo de Pocito doña Pancha, quien tenia tantos años, que ya no se acordaba cuantos años eran.

Pero lo curioso de lo que voy a contar es la compañía que ella tenía: Nada menos que una lechuza a la que llamaba Chinita.

Tal era la fama que le habían atribuido al pequeño animal que, cuando pasaban por la casa de doña Pancha, los vecinos se hacían la señal de la cruz.

Como para no hacerlo, si cuando se murió don Jacinto, el día anterior la lechuza Chinita se había asentado en el palo de la ramada de su rancho, había batido las alas y efectuado su característico ¡chis, chis!

Pobrecito el hijo de la Ramona: jugando en el patio se le acerco la lechuza, enfermo gravemente y murió.

Cuando se cayó la casita de doña Camila, ahí estuvo ella muy temprano, chillando y aleteando.
El accidente de Anacleto y una serie de tristes acontecimientos que seguían a su presencia en el lugar que ocurrían.

No faltara quien diga: “Es casualidad”: pero ¡Vaya que casualidad! y si a eso se agrega que, con el andar del tiempo, su dueña murió de extraña y mala muerte.

¿Que lo que cuento de la lechuza Chinita es mas extraño que cierto?


¿Qué no pueden creerse esas antiguas historias de superstición y miedo?

Testigos fueron los antiguos habitantes de Pocito de las andanzas de Chinita la lechuza de doña Pancha.

domingo, 6 de junio de 2010

EL UNICORNIO


Muchos años atrás, cuando el mundo era aun muy joven, salvajes y maravillosas creaturas corrían libres por todas partes.

El más hermoso de todos ellos era el Unicornio.

Constantemente perseguido por los poderes mágicos de su cuerno, el Unicornio no era fácil de capturar.

No solo era suave y gentil, sino también extremadamente rápido, seguro y agraciado, lo que frustraba hasta los más expertos cazadores.

Pero lo que aseguraba la captura segura del Unicornio, era la ayuda de una joven e inocente moza.

Pues a la creatura le atraía su pureza, se acercaba confiado y descansaba su cabeza en las piernas de la joven.

Era así como la indefensa y despreocupada creatura era capturada.

Y de esta manera, después desaparecieron todos los Unicornios.

¡Oh, el mundo ahora lamenta la perdida de este ser mágico!

Y ahora, demasiado tarde, extrañamos su belleza.

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/04/el-valle-del-unicornio.html