sábado, 14 de marzo de 2009

EL MAR SALINO



Dice una antigua leyenda vikinga, que el rey Frodi, de Dinamarca, recibió en una ocasión de Hengi-kiaptr el regalo de dos piedras de molino mágicas, llamadas Grotti, que eran tan pesadas que ninguno de sus sirvientes ni sus guerreros más fuertes podían darlas vuelta.

Durante una visita a Suecia vio y compró como esclavas a las dos gigantas Menia y Fenia cuyos poderosos músculos y cuerpos habían llamado su atención.

De regreso a casa ordenó a sus dos nuevas sirvientas que molieran oro, paz y prosperidad.

Las mujeres trabajaron alegremente hasta que los cofres del rey rebosaban oro y la paz y la prosperidad abundaban en sus dominios.

Pero el rey, en su avaricia, ni siquiera permitía a sus sirvientas descansar, por lo que éstas se vengaron moliendo una guerra, provocando la muerte del rey a manos de los vikingos.

El rey vikingo Mysinger tomó las dos piedras y las sirvientas y las embarcó en su nave, ordenando a las sirvientas que molieran sal, que era un producto muy valorado en aquel tiempo.

Pero el rey vikingo se volvió tan avaricioso como el rey Frodi, no dejando descansar a las mujeres, por lo que, como castigo, tal fue la cantidad de sal que molieron que al final su peso hundió el barco.

A consecuencia de esta gran cantidad de sal, el mar se volvió salino.

viernes, 13 de marzo de 2009

EL HECHIZO DE LA LUPUNA


En el pueblo escuchamos hablar de la Lupuna colorada y queríamos conocerla, sabíamos que era un árbol frecuentado por malvados hechiceros.

Entonces nos internamos en el bosque por una senda oculta tapizada por hojarascas húmedas.
Íbamos saltando de tronco en tronco para no pisar las espinas de las ñejillas. Sus finas espinas regadas por todas partes retardaban nuestra penosa caminata.

Encontramos palmeras despojadas de sus hojas maduras y árboles derramando su savia de llanto como mudos testigos que mucha gente transitaban esta selva.

Serpientes asustadas se deslizaban al sentir nuestra presencia, iguanas verdes y camaleones que cambiaban de color, nos miraban sorprendidos, pero sin atreverse a dar un paso.

El calor sofocante y la humedad del bosque nos hacían sudar a chorros.

Y de pronto, debajo de la sombra del cormiñón frondoso, un alivio intenso con el aire fresco.

Después de horas de andar, avistamos la sobresaliente copa de la Lupuna colorada. Pero, no estaba tan cerca como pensamos. Tuvimos que caminar unas horas más.

Finalmente, el gigante árbol colorado con su característico tallo ventrudo estaba al frente de nosotros.

Vientre anormal en los árboles. Impresionante barriga, presto a reventar con su savia si la abundancia se lo permitiera.

En la Lupuna colorada no había nadie, ni vivos ni espíritus. Nos llamó la atención los cortes perfectos de hábiles bisturíes en su grueso tallo.

Al parecer, alguien desollaba su corteza para extraerle algún misterio.

Habíamos escuchado que en los ratos solitarios y de sepulcral silencio, un brujo experto en atar y desatar conjuros la visitaba a menudo. Dicen que espera que en el bosque no haya visita alguna para que prepare, al pie del árbol, su mate espeso con la soga de la borrachera.

Luego, toma un tazón con el brebaje amargo y comienza su rito acompañado de cánticos nasales. Da vueltas sobre sí siguiendo un círculo imaginario alrededor de la Lupuna. Hace ademanes con la mano levantada implorando al árbol que le dé favores. Y de rato en rato, lanza quejidos, como si se tratara de algún animal herido, y llama la atención, el silbido de serpiente que emite cuando entra en trance.

Cuando el brujo está seguro que la Lupuna le dará el favor, saca de su bolsa una prenda de la víctima, le dobla con sumo cuidado, le escupe una flema verdosa, y tambaleante se acerca al vientre del árbol, y blandiendo su machete le da un corte perfecto que abre la dura corteza, y en la entraña de la Lupuna esconde la ropa del infortunado que desde ese momento comienza a tener sus días ya contados.

Pronto, el hechizo surte su efecto, la víctima, hombre o mujer sana, empieza a hincharse, especialmente el vientre. Y creyendo haber subido de peso, nadie repara en el mal, sino después, cuando ya no hay remedio para el enfermo.

Regresamos impresionados después de conocer de cerca a la Lupuna colorada, y en el camino nos encontramos con don Shanti, un brujo conocido.

Y después de haber estado en el antro de la maldad, molesto le dije:

- Hola don Shanti, dicen que a cada rato te vas a la Lupuna, ¿a qué pues te vas?

- Me voy a castigar el desamor, la infidelidad, el engaño. Me estoy yendo a hacerle un trabajito a mi sobrina. A la pobre, su novio le abandonó el día de su boda. Eso yo no perdono. Para mí es una burla. Acá en la tierra pagamos nuestros errores y yo les hago pagar a los desgraciados.

Después de haber escuchado su disertación sobre el bien y el mal, y antes que se moleste, nos despedimos del vengativo brujo.

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/09/el-origen-del-ayawaska.html


jueves, 12 de marzo de 2009

PACHAMAMA, KUSILLA, KUSILLA…




PACHAMAMA, KUSILLA, KUSILLA…

Pachamama, kusilla, kusilla:
primero vinieron por el oro
propiedad del Dios Sol:
se lo dimos y el Dios Sol nos maldijo
arrojándonos de nuestra tierra
quitándonos su cobijo.

Pachamama, kusilla, kusilla:
primero vinieron por la plata
propiedad de la Diosa Luna:
se la dimos y la Diosa Luna nos maldijo
dejando de alumbrar nuestro camino
alejándonos de nuestros mansos ríos.

¿Qué podíamos hacer nosotros,
Pachama, sino rendirnos
a sus manos que escupían fuego, hambre y muerte?
¿Pachamama: qué podíamos?

Llegaron y llegaron,
por miles y por miles
bajando de sus casas que flotaban sobre las aguas,
envueltos en hierro, matando, robando, violando.
Violando nuestras casas, nuestros sueños
nuestros dioses, nuestras vidas.

¿Qué podíamos hacer nosotros,
Pachamama, sino rendirnos a sus pies
a sus pies que nuestro sagrado maíz,
nuestra tierra, nuestros dioses,
pisoteaban, contaminaban, destruían?

No nos maldigas, vos, Pachamama,
no nos maldigas:
ahora vienen por el agua,
por tus riquezas escondidas;
por los jóvenes, nuestra prenda mayor,
la continuidad de nuestras pobres vidas,
y no salimos a defenderte.
No pudimos salir a defenderte.
No tuvimos fuerzas para salir a defenderte.

Estamos ciegos, Pachamama,
pobres de nosotros,
estamos ciegos y no vemos la polvareda
de su venida.

Estamos ciegos, Pachamama:
no nos maldigas…

Pachamama, kusilla, kusilla…
no nos maldigas…
no mandes tus potros de barro
que deslumbrados de odio siegan
lo poco que nos queda.
No hagas tronar tus montes enfurecida,
que no sople el Hauyra Yanah,
que no se enoje la Mayu Maman.
Que la cosecha sea buena.
Que no falte el maíz en nuestra mesa,
que el Muchuy no siga caminando entre nuestra gente…
ten piedad… muna-su-ycu…
que la lluvia no caiga furiosa.
Que el Sachayoj despierte de su siesta
y haga renacer los bosques y la floresta.
Que la Salamanca no siga creciendo
sobre nuestra tierra…

Pachamama… kusilla… kusilla…
muna-su-ycu, Pachamama,
perdona nuestras ofensas.

Glosario: (del quechua)
Pachamama: diosa protectora: Madre Tierra
Kusilla: ayúdanos.
Huayra Yanah: viento de la muerte.
Mayu Maman: Madre del Río, que montada sobre la cresta de la primera ola, o en un dorado gigantesco, anuncia la primera creciente. También guía hacia los cardúmenes a los pescadores que le son propicios y rapta, llevándolos a sus profundidades a los niños que van al río sin permiso, especialmente a la siesta.
Muchuy: dios de la carestía.
Muna-su-ycu: nosotros te amamos.
Sachayoj: numen protector de los bosques.
Salamanca: el templo del Supay (diablo).

Datos idiomáticos: Diccionario quichua santiagueño del Grupo Sunisapis, de la Universidad Nacional de Tucumán. Centro de Estudios Regionales.

1ª Edición, Imprenta Fagre. Año 1999
Del ARGENTINA DENTRO MÍO, Premiado con mención honrosa.
TERESA DEL VALLE DRUBE L. ARGENTINA

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/06/mi-pachamama.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/05/mayumama.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/04/el-sachayoj1.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/01/la-salamanca.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/09/salamanca-en-buenos-aires.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/03/la-leyenda-de-la-cueva-de-la-salamanca.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/02/el-supay.html

miércoles, 11 de marzo de 2009

SIETE AÑOS DE HAMBRE


Khnum o Jnum "El que modela", fue un dios creador en la mitología egipcia.
Originalmente fue un dios del agua.



Esta leyenda aparece grabada en jeroglíficos sobre un bloque de granito en la pequeña isla de Sehail, situada junto a la primera catarata y célebre por sus centenares de inscripciones rupestres.

Se trata de una inscripción que data de la época tolemaica, aunque es posible que la leyenda, en su forma original, sea todavía más antigua.

Los sucesos que en ella se desarrollan debieron producirse en tiempos de las primeras dinastías, hacia el año 3000 antes de Cristo, y recuerda en cierto modo los años de hambre que afligieron a Egipto en la época de José, hijo de Jacob.

Esta catástrofe de carácter nacional se debió a que las aguas del Nilo estuvieron siete años sin salirse de su cauce.

El faraón remitió al gobernador de Nubia, que residía en la isla Elefantina, un mensaje en que se hace referencia a la terrible plaga:

"Mi corazón está triste; pues el grano falta; no hay legumbres y todos los artículos necesarios para la alimentación de los hombres se han agotado.
Todo el mundo roba a su vecino: las gentes tratan de huir, de emigrar, pero ni siquiera tienen ya fuerzas para moverse.
El niño llora de hambre, el adolescente se arrastra miserablemente y los ancianos están abrumados por la desesperación.
Sus piernas no pueden sostenerlos, caen agotados, y en su dolor se oprimen los hinchados vientres.
El hambre hace de los funcionarios unos seres impotentes y ni siquiera son capaces de proporcionar consejos a nadie.
Todo se precipita hacia la ruina. ¿Qué puedo hacer? Decidme: ¿Es que se han secado las fuentes del Nilo? ¿Qué divinidad cuida de ellas? Porque es siempre el Nilo el que llena las trojes de grano".

El gobernador acudió a entrevistarse con el rey y le ayudó a consultar los libros sagrados de los templos, en donde estaba escrito que el Nilo nacía entre dos grandes rocas de la isla Elefantina y que el dios protector del nacimiento de sus aguas se llamaba Khnum; los propios isleños le habían erigido un templo en donde recibía las ofrendas de quienes aspiraban a obtener sus favores.

Apenas lo supo el faraón, se dirigió al templo de Khnum, ofreció presentes a la divinidad y elevó sus preces y oraciones.

Khnum fue desde entonces propicio al faraón y se le apareció para manifestarle que había enviado aquella plaga de hambre porque descuidaban en demasía su culto.

"Desde ahora —añadió— voy a hacer que las aguas del Nilo crezcan y sean abundantes siempre.
Saldrán de madre y cubrirán el país entero; las plantas, matorrales y árboles ofrecerán sus frutos y se multiplicarán mil veces.
El pueblo quedará absolutamente saciado, y los graneros se llenarán de nuevo; el país de Egipto se dorará con las maduras cosechas y la tierra será fértil como nunca."

En agradecimiento por esta promesa, el faraón ofrendó muchas y extensas propiedades al templo de Khnum y obligó a todos los campesinos, pescadores y cazadores a pagar al santuario determinados impuestos en especies.

Además, el faraón envió ricos presentes: oro, marfil, ébano, incienso y piedras preciosas, todo ello muy bien acogido, por supuesto, por parte de los sacerdotes del templo.

martes, 10 de marzo de 2009

EL LOBIZÓN


Esta leyenda llegó a la Argentina a través de Brasil, y se tiene noticias de él en el Litoral (N.E.).

Si una familia tiene siete hijos varones, la maldición cae sobre el séptimo.

Se dice que es un hombre alto, delgado y con mucho pelo.

Antes de convertirse anda muy nervioso y se enoja fácilmente, puede transformarse en los cementerios o cercanías y sobre todo cuando el acólito florece y la luna está llena.

Se alimenta con carroña y cuando anda por el monte puede morder a los desprevenidos. Cuando muerde o salpica con sangre o saliva a sus víctimas, éstas pueden transformarse.

Según Elena Bossi, para protegerse del lobisón hace falta:

- una bala bendecida en 3 iglesias (7 según otros). No se debe apuntar al bulto sino a la sombra
- un cuchillo bendecido que tenga forma de cruz
- una linterna con pila bendecida (de lo contrario no alumbrará)
- una alpargata (cuando se le pega al lobisón con una alpargata, se vuelve persona).

Se lo puede atar; pero tiene que ser con lana abierta de tejer. Así se queda quietecito cuando lo enlazan.

Si es perro lobisón hay que sujetarlo del cuello; si es perra lobisona, de la mitad de la espalda (media res).

Hay que herirlo sin que se dé cuenta, de lo contrario atacará y matará.

lunes, 9 de marzo de 2009

LA CHUÑA Y EL ZORRO

LA APUESTA


Diz que ha andau de cuenta el zorro por comerse la chuña y no podía. La chuña de lejo cuando lo devisaba al zorro se subía bien alto en un árbol y di allá conversaba.

Diz que un día el zorro li ha dicho que baje, qu'él no le va hacer nada y que jueguen una apuesta.

Diz que 'taban cerca di una laguna y li ha dicho el zorro que jueguen a ver cual resiste tener más tiempo la cabeza adentro de l'agua.

La chuña ha dicho que güeno y diz que ha bajau pensando joderlo al zorro.

Diz que han llegau a la laguna y han entrau un poco en l'agua.

-Allucito pongasé comagre -diz que li ha dicho el zorro-. Yo mi hi de poner aquicito.

Diz que áhi si han puesto. El zorro ha metíu la cabeza en l'agua. La chuña si ha arrancau unas plumas largas de l'ala, las ha plantau en el barrito de la laguna y si ha volau a un árbol. Áhi diz que ha 'tau mirando qué hacía el zorro.

Diz que el zorro ha sacau con trampa la cabeza pa respirar y ha mirau a la chuña y ha pensau que se 'tá augando. Y ha sacau varias veces la cabeza, y la chuña no se movía.

Ya cuando ha pasau mucho tiempo ha pensau que 'tá muerta la chuña y la ha saltau. ¡Jue puta!, el zorro si ha dau un golpe en una piegra.

¡Qué miesca!, casi si ha muerto del golpe.

Y áhi la chuña si ha largau a carcajiar di arriba 'el árbol lo que ha visto la mala suerte del socio que la ha queríu juaniar.

-Ha síu una broma, comagre ha dicho el zorro, quenquiando pa caminar, jodido del golpe.

-Ha síu una trampa 'i zorro, compagre -ha dicho la chuña y si ha volau lejo.

Diz que el zorro no la ha podíu comer a la chuña, porque la chuña es viva y lo jode al Juan que es tan pícaro.


Manuel Iseas, 80 años.
Las Chacras. Las Víboras. Anta.
Salta, 1952.

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http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/03/el-zorro-y-el-hombre-1.html
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domingo, 8 de marzo de 2009

EL QUEBRACHO COLORADO

Quebracho colorado
(S
chinopsis lorentzii)
Quimili, Dpto. Moreno
Foto: Jorge Llugdar
OFFSE
1 Diciembre 2008


El Quebracho Colorado se defiende a flechazos de la persecución del hombre.

Cuenta la leyenda indígena que el quebracho era tan perseguido por el hombre que un día se presentó ante supay en busca de protección.

Supay le dijo que le otorgaría el poder de la venganza para castigarlo y le dijo que cada vez que el hombre se acercara para dañarlo, que dejara caer las babas que desde ese momento le daría, las que le producirían llagas y ronchas difíciles de curar…

Y desde entonces el quebracho larga sus babas invisibles contra el hombre que prepara su hacha para golpearlo.

Pertenece a la familia de las anacardiáceas y su nombre científico es schinopsis lorentzii.

¿De dónde proviene su nombre quebracho?

Le viene de su tremenda dureza, quiebra hacha.

Se lo encuentra en los bosques de Santiago del Estero, Córdoba, norte de Chaco, y se extiende hasta Jujuy, Formosa y la Mesopotamia.

Su raíz es tan profunda que le permite mantenerse frondoso en suelos enteramente ácidos y resistir fuertes vientos.

Su tronco es recto y voluminoso y de madera color rojo oscuro. Alcanza una altura de 20 a 22 metros.
Su follaje es verde oscuro.

Sus flores pequeñas, blanco verdosas se agrupan en panojas y tienen un perfume que resulta alergógeno para algunas personas.

Los indígenas ya conocían esas propiedades alergógenas por lo que pensaban que para impedir esos flechazos era necesario hacerse amigo del árbol y saludarlo ceremoniosamente.

Cuando el quebracho ya lo había flechado, el indígena hacía una tortilla de ceniza y la colocaba en la parte más alta del árbol y la ataba con un hilo colorado, como símbolo de amistad y le rogaba que le sacara la enfermedad que le había producido.

Los antiguos le daban el nombre de paj.


Observadores de Flora y Fauna de Santiago del Estero
http://florayfaunasde.com.ar/quebracho-colorado-schinopsis/

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