jueves, 17 de septiembre de 2009

BARTOLINA SISA

5 DE SEPTIEMBRE

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER INDIGENA

Homenaje a Bartolina Sisa



Bartolina Sisa nació en un ayllu, era tejedora e hilandera, creció observando el sometimiento del que era victima ella y sus hermanos de estirpe, no solo por las autoridades realistas, tambien por clérigos y criollos incluso por cholos mestizos serviles a los colonialistas.

Ella tomo conciencia verdadera de redimir a su pueblo.

Junto a Tupac Katari ,su esposo, y al motrimonio de Tupac Amaru y Micaela Bastidas,organizan a los quechuas y aymaras en su lucha contra el yugo español, llegan a reclutar a 80.000 combatientes.

En junio de 1781 es traicionada, y entregada al ejercito realista, el 5 de septiembre de 1782, es sentenciada. Bartolina Sisa, insobornable comandante, moría ahorcada, no sin antes sufrir una horrenda tortura física y moral; flagelada, violada, azotada, arrastrada por un charco de sangre, posteriormente fue paseada desnuda montada en un burro, en la Plaza Colonial, y no conformes, sus verdugos descuartizaron su cuerpo y diseminaron sus partes en distintos ayllus y caminos, donde ella había resistido. Su cabeza fue clavada en la puerta de una picota "para escarmiento de los indios".

En este proceso de colonización nos han ido despojando del poder y prestigio de la mujer indígena, a pesar de ello, la mujer indígena ha mantenido vivo el conocimiento ancestral, de alimentación, crianza, lenguas maternas, saberes de curación fisicos y espiritual.

Hoy en dia luchamos contra el racismo y la discriminacion, (formas sutiles de descuartizamiento).

Luchamos por un mundo mejor por nuevas formas de relacionarnos, basadas en el respeto por el otro.

Luchamos por que no aceptamos ser tomadas como meros objetos folcklóricos, envueltos en el packaching del éxotismo.

La mujer indigena es responsable de la sobreviviencia de muchos pueblos, por su acción anónima y tenaz, ya sea en el campo o en la ciudad, por su lucha étnico -cultural.

Un abrazo a todas las hermanas, aymaras, quechuas,mapuches, mayas, kunas, guaraníes, tonocotes,sanavironas, lule-vilelas, huarpes, araucanas, charrúas, pilagás... mestizas,zambas, y a todas las que habitan Abya Yala, (América) que valoran y respetan nuestra cultura.

JALLALLA BARTOLINA!!!

JALLALLA ABYA YALA!!!


Adriana Ruiz

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/11/tupaj-katari.html

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/09/dia-internacional-de-la-mujer-indigena.html


martes, 15 de septiembre de 2009

EL LINYERITA



EL LINYERITA


En un barrio de Santiago,
hay una cruz milagrosa,
las chinitas y los changos
le llevan fragantes rosas,
prenden velas día y noche,
en la cruz del linyerita
rezos, plegarias, promesas,
brindan al alma bendita.

Cuentan que una noche oscura y en un boliche cercano,
estaban unos paisanos truqueando muy divertidos,
de pronto entró un mal vestido y andrajoso como quiera,
era un barbudo linyera, quién sabe de ande ha venido.

Con su amable sonrisa, a tuitos los saludó
y al bolichero pidió, p’ poder matar su hambre,
le vendiera queso, fiambre, un pan y un litro i`vino.
Y de un pañuelo cochino desató un billete grande.

Le cobró el bolichero, dando el vuelto al linyerita
y agarrando sus cositas, rumbo a Huaico Hondo marchó.
Y cuando a las vías llegó lo alcanzaron dos matreros,
le quitaron su dinero y allí tendido quedó.

En un gran charco de sangre lo hallaron de madrugada,
dos profundas puñaladas cortaron su triste vida
y la gente conmovida viendo muerto al linyerita
llevan flores y velitas para esa alma desconocida.

¿Quién era el linyerita? nunca se pudo saber,
pero él siempre ha de tener una velita prendida.
A un costado de la acequia, de la vía y el camino,
la cruz de palo se encuentra marcando un triste destino,
linyerita de Huaico Hondo, quien sabe de ande has venido.


Por Carlos Infante...


lunes, 14 de septiembre de 2009

LAS SIRENAS


Las sirenas han sido famosas seductoras, porque según la mitología eran capaces de encantar con su voz a los marinos para raptarlos.

Las sirenas eran mujeres, con cuerpo de pájaro, criaturas parecidas a las arpías (mitad aves, mitad mujeres).

Al cantar, parecían ser hermosas doncellas, pero los que sucumbían ante su encanto, pronto averiguaban su verdadera naturaleza.

Según la mitología griega, las sirenas habían sido compañeras de Perséfone antes de ser raptadas por Hades, como no consiguieron salvarla, la diosa las transformó como castigo en estas extrañas criaturas.

El canto de las sirenas anunciaba de forma engañosa los placeres del mundo subterráneo, pero también, tenían poderes proféticos.

Las sirenas vivían en la isla de Artemisa, en donde yacían los huesos de los marineros que habían sido atraídos por sus deliciosos cantos.

Jasón y los Argonautas antes que Odiseo (Ulises) habían sobrevivido al canto de las sirenas, pero porque Orfeo, el bardo, ahogó el canto con su lira.

De igual manera, Odiseo (Ulises), hombre de gran imaginación, cuando se iban acercando a la isla temida, por consejo de Circe, ordenó a sus hombres que se taparan los oídos con cera, y él que no podía con la curiosidad de escucharlas, se hizo amarrar al mástil, con orden de que pasara lo que pasara, no lo desataran.

Al escuchar los cantos de las sirenas quiso soltarse pero sus compañeros no se lo permitieron. Cuenta la leyenda, que las sirenas devastadas por su fracaso, se lanzaron al mar y murieron ahogadas.

Por lo visto, podían incluso volar. Aunque también es bastante probable que al verlas saltar desde los más elevados arrecifes para zambullirse en el agua, los marineros les confirieran ese poder.

Las sirenas de la mitología homérica eran tres hermanas, hijas del río Aqueloo y la musa Calíope: Lidia tocaba la flauta, Parténope, la lira y Leucosia leía y cantaba versos. Aunque forma parte de la mitología debemos de admitir la fecunda imaginación de Homero y la belleza de la historia.

En el transcurso de los tiempos con el descubrimiento de América, y con los viajes transoceánicos empezaron de nuevo leyendas de mujeres mitad mujer y mitad pez.

domingo, 13 de septiembre de 2009

LA TELESITA



En su Romancero criollo, el gran poeta León Benarós cuenta una de las versiones de la Telesita:


LA TELESITA


Santiagueño soy, señores,
de aquella tierra bendita
donde ya suman añares
que alentó la Telesita.

y ya que el caso ha venido,
permítanme que les cuente
de la vida y los milagros
de esa criatura inocente.

Rendidos amaneceres
dormida la habrán mirado
a las orillas del Dulce,
por las costas del Salado.

Humildita y pobrecita,
fue una casita de nada,
como un brotecito tierno
que pudo quemar la helada.

Donosa en su honestidad,
linda al par de otras muchachas,
apenas la malcubría
su camisita en hilachas.

En sus grandes ojos negros
iba temblando una pena.
Sus dos trenzas daban marco
a su carita morena.

Era, en su desasosiego,
como esas estrellas puras
que, siempre por apagarse,
desmayan en las alturas.

Temiendo servir de estorbo,
contenta con lo preciso,
vivió de la caridad,
como pidiendo permiso.

Con su carguita de leña
o su atadito pasaba,
cuidando de no perder
la limosna que lograba.

De alguna gente piadosa
conseguía merecer
un pedazo de tortilla,
quizá de pan de mujer.

Sones de caja y violín
la tienen embelesada.
Su reino es la chacarera.
Fuera del baile no es nada.

Allí donde escucha música,
azorada se encamina.
(Las pencas de los senderos
no le mezquinan espina).

Ya se le enciende la luz
de sus grandes ojos mudos.
Ya se entrechocan de gozo
sus piecesitos desnudos.

Al eco de una mudanza,
con gracia se zarandea,
bailando para ninguno
hasta que el día clarea.

Así, danzando y cantando,
libra sus penas al viento.
¡Qué pecado habrá tenido,
si le faltó entendimiento!

No tiene caudal alguno.
Poco pesa sobre el suelo.
Será por eso que Dios
le mandará ese consuelo.

¿A qué puerta llamar puede
que le den sosiego y calma?
¿Qué otro consuelo hallará
que bailar, solita su alma?

Sola vive en este mundo,
sola a su danza se entrega;
sola canta sus vidalas,
sola se va, sola llega.

Pudorosa de la lumbre
del sol y su reverbero,
su carita le mezquina
de vergonzoso lucero.

Y ya un ansia la conmueve
si apunta el alba rosada,
desde que estira la luz
su primera pincelada.

Todavía los violines
llorando están sus gemidos.
A vagar entre los árboles
vuelve a sus lares queridos.

Dicen unos que la hallaron
una mañana de hielo,
tumbada sobre una acequia,
con los ojos hacia el cielo.

Aunque suponen los más
que, en una noche funesta,
viendo el incendio de un bosque
lo tomó por una fiesta.

Ciega de lo que mentían
sus pupilas asombradas,
las que miró como luces
se le hicieron llamaradas.

Poca tarea sería
para ese fuego infinito
hacerla una brasa viva,
envuelta en su vestidito.

En puñado de cenizas
lueguito iría a parar.
A quemazón semejante,
¡qué trabajo le iba a dar!

Un dijecito de plata
llevaba siempre en el pelo.
La conocieron por él,
con el más dolido celo.

Ya murió la Telesita,
en su tormento quemada.
Promesantes del lugar
la miran santificada.

Siete chacareras bailan
a tenor de su deseo,
y le dedican envites
de aguardiente con poleo.

Unos le ruegan salud.
Otros, con pedidos mil,
que las ovejas perdidas
las restituya al redil.

Unas velas de colores
le encienden a la finada.
La tierra fue su calvario,
será el cielo su morada.

Allí, donde la humildad
tiene duradero brillo,
quedita se estará el alma
de Telésfora Castillo.


Imagen: http://andreschazarreta.blogspot.com/2009/09/la-telesita.html

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