jueves, 2 de abril de 2009

LA CAPADA

LA CAPADA DEL TERNERO
FOTO: ROBERTO SALVADORES


La Capada

Mediante la castración, se logra que el animal eche más cuerpo y por ende carnadura para la venta.


En ciertos lugares del campo, la capada se realiza como una tradición.


En Santiago. del Estero, cuenta Félix Coluccio, la capada se realiza en cuarto creciente, una vez castrado el animal, se llenan las bolsas vacías con bosta de vaca o con cenizas, le hacen una cruz en la raíz de la cola y le pegan tres patadas al animal para que se levante y no se embiche.


La Ceremonia.


Previamente al casamiento de animales, comienzas las corridas, en las cuales los paisanos separan sus animales (que están mezclados con todos los demás en un corral de pirca), para pialar los cojudos (sementales) que serán capados.


Una vez volteados por el pial, a los animales se procede a castrarlos con el cuchillo capador (un puñal pequeño específico para esa tarea).


Las margaritas de los toros (así llamados los escrotos del vacuno) se tiran con un poco de sal a la parrilla y se convidan entre los parroquianos.


Luego se puede echar cenizas dentro de las bolsas, aunque en los últimos tiempos se los untaba con acaroina (fuerte desinfectante), de paso, si el animal era orejano, se aprovechaba para marcarlo o señalarlo.


Eventualmente algún gaucho subía un novillo con un tiento solamente, luego seguían los musiqueros vallistos (con sus pintorescos sacha violines (violines del monte), bombos, fuelles y guitarras semiencordadas).


Al final, cada participante de la faena saludaba a los dueños de casa y partían con sus casas, los arrieros soltaban los animales del corral al campo abierto, y los que festejaban en demasía quedaban para confiar en la destreza de sus cabalgaduras que los llevarían a casa casi sanos.

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