Pintura: Jorge Bernard
Mito de la región guaraní, representado por un animal cuyo pelo se asemeja a un poncho (ahó significa ropa en guaraní).
Es semejante a una oveja pero con grandes garras y de aspecto terrible que devora a los que encuentra en el monte.
La única salvación es subirse a una palmera, árbol sagrado que no se atreverá a profanar.
Si el perseguido se trepa a cualquier otro árbol, el Ahó - Ahó lo derribará cavando con sus potentes uñas, para devorarlo no bien caiga.
Ambrosetti sospecha que esta leyenda fue difundida por los padres jesuitas en las misiones del Alto Paraná, para evitar que los guaraníes se alejaran de las reducciones, por temor a que desertaran, se perdieran en el monte o fueran victimados por los tigres o los indios no reducidos, que siempre merodeaban por los alrededores.
Sin embargo bien puede darse el caso contrario, los guaraniés a fin de preservar su espacio, hayan rescatado una antigua leyenda propia y agregado algunos elementos culturales de los jesuitas.
En Paraguay, más que a una gran oveja, se lo asemeja a un oso.
Bibliografía.
Adolfo Colombres: Seres sobrenaturales de la cultura popular argentina, con dibujos de Ricardo Deambrosi. Edic. Del Sol, Bs. As., 1999.
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