miércoles, 8 de julio de 2009

MAORÍ

Maui taming the sun
The Marae
Te Papa Museum of N.Z.

MITOLOGIA MAORÍ (2ª parte)

Tane y sus hermanos componían el Ira Atua (el Principio Divino) buscaban el mundo natural para el Ira Tangata (el Principio Humano).

En una búsqueda incesante, Tane el creador ejerció sus poderes de procreación sobre varios elementos de la naturaleza, dando así origen a los árboles, los pájaros y los insectos. De estos resultados, los dioses concluyeron que el Ira Tangata no podía derivar a partir del Ira Atua, así que se necesitaba un diferente acto de creación para los humanos. Para conseguirlo, Tane creó a Hineahuone, la doncella formada de la tierra e influyó en ella la fuerza vital en su boca y sus fosas nasales. Entonces Tane se unió a Hineahuone y de la pareja nació Hinetiitama, la doncella del amanecer. Posteriormente el propio dios se unió a Hinetiitama en relación incestuosa para producir otros hijos.

Un dia, Hinetiitama le preguntó a Tane por su padre. El dios le dio toda clase de evasivas, lo que le condujo a la inevitable conclusión de que su padre era su propio marido. El descubrimiento afectó tanto a Hinetiitama que huyó en dirección al submundo de Rarohenga. Mientras atravesaba el portal al inframundo, se volvió hacia Tane, que la había seguido hasta allí y despidiéndose le dijo: “Tane, regresa con nuestra familia. He tenido una fuerte conexión con el mundo de la luz y ahora deseo yacer en el mundo de la noche”. Tras decir esas palabras, descendió hacia Rarohenga, donde se convirtió en Hinenuitepo, la diosa de la muerte.

En un mito de creación donde sólo hay una pareja, el incesto es inevitable para poder establecer descendencia. Pero ese hecho no absolvía al hecho del juicio moral, de hecho la evasiva respuesta de Tane a Hinetiitama y su reacción al descubrimiento de que su relación era incestuosa, sugiere que existía un natural rechazo hacia el tema. La historia servía para establecer y promulgar el tabú del incesto entre el pueblo Maorí.

Entre los descendientes de Tane y Hineahuone surgió Maui, el más importante héroe de la mitología Maorí.

La importancia de Maui deriva tanto de las circunstancias de su nacimiento como de sus muchos logros. El era el último de 5 hijos, lo que se conoce como un “potiki”. En una sociedad basada en los derechos de sucesión por orden de nacimiento, ser el menor de sus hermanos lo colocaba en un status jerárquico inferior. Pero también tuvo la desventaja de nacer prematuro, muy débil y prácticamente muerto, por lo que fue considerado como aborto.

Taranga, su madre, cortó el moño de su pelo, envolvió al recién nacido en él y lo abandonó en el mar. Afortunadamente para Maui, unas suaves brisas enviadas en su ayuda por los espíritus del mar lo condujeron de Nuevo hacia la costa, donde quedó varado en un macizo de algas que lo salvaron de ahogarse, siendo rescatado de allí por Tama-nui-ki-te-Rangi. De esta circunstancia tan poco afortunada en su nacimiento deriva su nombre Maui-tikitiki-a-Taranga (Maui el del moño de Taranga).

Los potiki en la sociedad maorí eran niños especiales y tendían a la precocidad. Así fue con Maui. Era rápido, inteligente, resistente, superdotado y carecía de temor. Como figura heroica representaba todos los ideales valorados en la sociedad maorí, y servía de modelo para los teina (niños). Todo aquel que fuese capaz de mostrar las cualidades y determinación asociadas a Maui lograría éxito en la vida.

Cuando Rangi lo rescató de las aguas, fue revivido mediante el humo y el fuego y cuidado por el propio dios hasta que alcanzó la adolescencia. Por esa razón se considera que Maui había estado en el reino celestial y regresado entre los vivos. Cuando creció buscó a su familia encontrando primero a sus cuatro hermanos, quienes dudaron de su identidad. Entonces Maui comenzó a realizar prodigios como fue el de convertirse en diferentes pájaros, maravillando a sus hermanos y reconociéndole estos como de la familia. Después se presentó ante su madre con el sobrenombre de “Maui, el del moño de Taranga”. Ella le reconoció ante la revelación del secreto de su nacimiento y le invitó a habitar en la casa de su ancestro Hinenuitepo.

Pero una noche Taranga desapareció, comenzando a partir de entonces Maui la legendaria búsqueda de sus padres. Este mito representa la importancia del linaje dentro de la sociedad maorí.

Maui descubrió la entrada al submundo donde habitaba su padre, allí encontró a Taranga, pero como ella estaba fuera de su mundo natural no pudo reconocerle. Debido a que las complicadas normas de conducta impedían que ella preguntase de forma directa, comenzó a hacerle una serie de preguntas para comprobar que era quien decía ser.

Taranga le preguntó a Maui si venía del norte, respondiendo éste que no. Sucesivamente le fue preguntando por los otros tres puntos cardinales obteniendo igualmente respuesta negativa. Ella entonces supo que Maui procedía de la dirección de donde sopla la brisa que acariciaba su piel, identificando su hogar y reconociendo a Maui, por lo que le acogió como su hijo y le presentó a su padre. Estas normas de comportamiento se reflejan en la sociedad maorí en lo que respecta al tratamiento con extraños, no es correcto interrogar directamente a una persona sobre quién es sino averiguar su procedencia mediante preguntas.

El padre de Maui, Makeatutara, realizó sobre él un ritual (tohi) de purificación con el fin de limpiarle del tapu impuro que tenía debido a las desdichadas circunstancias de su nacimiento, al tiempo que servía como ceremonia de legitimación sobre su hijo. Desafortunadamente cometió un error en el ritual, lo que trajo una terrible consecuencia:

Maui sería la primera persona en tener una vida mortal y con él la humanidad perdía su inmortalidad. Este mito representa tanto la comprensión del ciclo natural de la vida como una enseñanza de la importancia que tenía para los maoríes la correcta realización de sus ritos. Cualquier error durante la realización de un ritual era ofensiva para los dioses y podía acarrear desgracias y muerte.

Maui representa muchas cualidades vitales para los maoríes. Buscó permanentemente distintos encuentros con sus ancestros para obtener conocimientos, personalizando y definiendo las eternas relaciones de tensión e indulgencia, respeto y audacia, entre jóvenes y mayores.

Las kuia, sus ancestros femeninos descendientes de los dioses, representaban el conocimiento acumulado de toda existencia divina y humana y Maui quería obtener dicho conocimiento para él y para la humanidad, quien carecía del propio autoconocimiento de sí mismos.

Pero las kuia controlaban fuerzas primigenias que podían destruirle si él agotaba su paciencia o buscaba de forma indebida, así que Maui tuvo que recurrir a su ingenio, paciencia, persistencia y respeto para poder obtener el conocimiento que buscaba.

Una bonita leyenda que enseña a los jóvenes maoríes no sólo la importancia del aprendizaje sino la dificultad del camino.

Maui comenzó su larga misión venciendo a su antepasada ciega Murirangawhenua. Primero la provocó escondiendo su comida y cuando su ira amenazaba con devorarle, consiguió calmarla y convencerla de que se trataba de su descendiente. La mezcla de astucia y paciencia convenció a Murirangawhenua, quien le regaló a Maui su hueso de mandíbula encantado. Maui utilizó el hueso mágico para capturar al sol y hacerle prometer que ralentizaría su movimiento en el cielo y de esa forma dar a los humanos suficiente luz diurna como para poder emprender sus trabajos diarios, ya que hasta entonces los días eran demasiado cortos. Posteriormente fabricó un anzuelo con el hueso y con él sacó del fondo del mar la tierra conocida como Te Ika a Maui, la isla norte de la actual Nueva Zelanda.

En otro de sus encuentros con sus ancestros, Maui obtuvo el secreto del fuego de las uñas de Mahuika, a quien convenció para que se las diera. Usó el poder para encender fuego en algunos árboles del bosque, pero su presunción y exceso de confianza hizo que el fuego se descontrolara debido a la furia de Mahuika, costándole casi la vida.

Por fortuna Maui levantó rápidamente plegarias a Tawhirimatea, quien vino en su ayuda enviando una lluvia torrencial que aplacó el fuego.

Esta leyenda trae muchas enseñanzas importantes, principalmente el peligro que tiene la mala utilización de energía primigenias, capaces de destruir el mundo si no se utilizan como es debido y de forma respetuosa. Esta leyenda también muestra el origen del conocimiento secreto del fuego por los humanos, mediante la fricción de dos maderas de los tipos de árbol que Maui seleccionó para encender el primer fuego. Los nombres que dan los maoríes a estos tipos de árboles son: mahoe, taraire y kaikomako.

Maui también inventó lazos, cuerdas y sogas que utilizó para ralentizar el sol y pescar la tierra del fondo del mar.

Un día que sus hermanos salían de pesca, él solicitó ir con ellos pero le rechazaron, así que se escondió en el barco hasta que llegaron al lugar de pesca. Una vez allí les solicitó carnaza, pero ellos se la negaron, así que Maui se golpeó la nariz hasta que sangró y mojó con su sangre el anzuelo, pescando con él un pez tan inmenso que tuvo que lanzar un encantamiento para poder subirlo a la barca. Sus hermanos, devorados por la avaricia, comenzaron a discutir sobre el reparto y a despedazar el pez mientras Maui estaba concentrado en sus rituales de agradecer la pesca a los dioses.

Esta leyenda entronca con la firme creencia maorí de agradecer a la naturaleza sus regalos antes de disponer de ellos, ya que hacer lo contrario trae fatales consecuencias. El sacrilegio cometido por los hermanos de Maui, enfrentándose entre ellos y despedazando el pez antes de agradecer a los dioses la pesca, fue, según la tradición maorí, uno de los grandes pecados del ser humano y causa de que el mal entrase en el mundo.

Tras volver de otra expedición de pesca en compañía de su cuñado Irawaru, Maui estaba algo molesto porque su cuñado había pescado en cantidad mientras que él no había conseguido nada, echándole la culpa de haber saboteado sus redes enredándolas a propósito.

Cuando estaban arrastrando la barca hacia la orilla Maui persuadió a Irawaru de que se pusiese a cuatro patas estirando de la soga mientras él empujaba la canoa por detrás. Cuando Irawaru adoptó la posición, Maui lo convirtió en perro.

Este mito intenta explicar la especial relación que ha habido siempre entre perros y seres humanos, aunque algunos expertos creen ver también en este pasaje una advertencia sobre las difíciles y a menudo peligrosas relaciones entre cuñados. En fin, lo que sí es cierto es que los expertos son como los cuñados: hay de todo.

La última tarea que emprendió Maui fue intentar vencer a la diosa de la muerte, Hinenuitepo, con el fin de revertir el proceso de mortalidad para él y para la humanidad. Maui intentó entrar en Hinenuitepo a través de su vagina y alcanzar su corazón para arrancárselo y posteriormente salir del cuerpo por la boca de la diosa. La tarea era muy peligrosa pues la diosa contaba con peligrosos dientes de obsidiana en torno a su vagina. Cuando Maui había conseguido introducir la mitad de su cuerpo dentro de ella, uno de los pájaros que acompañaban a Maui hizo ruido involuntariamente, provocando que la diosa despertara y aplastara al héroe, perdiendo éste su vida,

Este fracaso en la última hazaña de Maui significó también la pérdida de la última posibilidad de alcanzar la ansiada inmortalidad perdida para la raza humana. Desde entonces el ser humano está destinado a enfrentarse a la muerte de forma inevitable.

Pero no todos los mitos maoríes acaban con la muerte de Maui, muy al contrario hay gran cantidad de pasajes y leyendas de otro héroes humanos en su relación con los dioses. Todas estas historias tienen una gran importancia en la sociedad maorí ya que explican tanto el origen de muchas de sus costumbres como la necesidad de orientar a los descendientes en cuanto a valores básicos y normas de comportamiento. Podemos decir que hasta el más mínimo aspecto, la ley más simple y la costumbre más cotidiana, tienen su reflejo en los mitos a través de una historia legendaria. Es una buena forma de educar y enseñar, eso es innegable.

De la concepción, el crecimiento
Del crecimiento, el pensamiento
Del pensamiento, el recuerdo
Del recuerdo, la conciencia
De la conciencia, el deseo.

(Canto maorí de la creación)

Fuente
http://www.pleiads.com/index.php?option=com_content&view=article&id=89:mitolmaori1&catid=52:oceania&Itemid=75
Imagen
newmiddle-earth.blogspot.com

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2011/01/maui-de-las-mil-estratagemas.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/07/maori.html

No hay comentarios: