jueves, 16 de abril de 2009

SHINTAUKEL

Guadal característico de la Meseta Central patagónica.
Al fondo el cerro Ventana.
Banco de imágenes E.E. A. Santa Cruz.



Shintaukel, el nativo impostor que bajo la protección de los gigantes trató de ocupar el lugar de Elal entre los Chónek, fue seducido por el brujo Takaurr y lo acompañó en su huida a la Isla Legendaria, cuando ambos se enteraron de que Elal había descubierto la superchería del anciano.

De allí regresó Shintaukel acompañado de un gigante que lo protegía, volando en alas del Chimango. Pronto se incorporó a las tribus diciendo que venía a deshacerse de Elal y que este, por temor, rehuía enfrentarlo, alejándose con grupos de cazadores.

El primer encuentro entre ambos tuvo lugar junto al lago Cardiel.

Shintaukel hirió a traición a Elal, aprovechando que este creyó hallar a su camarada, a quien suponía extraviado. Alegremente Elal quiso abrazar a su amigo, que lo apuñaló seriamente. Mal herido, Elal parecía caer, cuando apareció un grupo de Pumas hambrientos.

Los Chónek que presenciaban la lucha, convencidos de que su héroe sería devorado, corearon entusiasmados el nombre de Shintaukel, aclamándolo como el nuevo héroe de los hombres.

Tras aniquilar a los Pumas, ambos contrincantes se buscaron afanosamente sin poder encontrarse. En ese lapso, Elal recuperó sus fuerzas, y cuando volvieron a trabarse en lucha, logró imponerse fácilmente dominando al impostor, en el mismo instante en que los nativos volvían a gritar su nombre.

Durante el segundo encuentro, Elal vio que detrás de las montañas asomaba un gigante.

Creyendo que su adversario era uno de los monstruos que lo perseguían, maniató a Shintaukel y lo llevó a una caverna. Tras meditar en lo sucedido, pensando que su prisionero era realmente un gigante -y no su camarada-, Elal le sacó el corazón en presencia de su "abuela" Terr-Werr.

Ella le reprochó semejante proceder, haciéndole notar que los gigantes tenían el corazón de piedra y que su vencido no. Mas el héroe, exasperado, desoyó los consejos de su "abuela" y terminó por comerse el corazón de su contrincante.

Cuenta la leyenda que, mientras luchaban frente al lago Cardiel, gotas de sudor de ambos héroes salpicaron las aguas del lago, y desde entonces estas son amargas y con un fuerte sabor a sudor.

Otras gotas que salpicaron los alrededores, originaron los extensos guadales, tierras estériles, donde no crece ni una brizna de pasto.

La zona donde tuvo lugar la lucha, era poco visitada por los Chónek, quienes rehuían internarse en esa región.


Fuentes: http://elal-patagonia.blogspot.com/2009/03/ciclo-heroico.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/02/elal-y-sus-inventos.html

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