De la época de la colonia existen algunas alusiones al Arco Iris.
Por ejemplo, Polo de Ondegardo indica como percibieron las poblaciones autóctonas el fenómeno de la siguiente manera: "Tienen por mal agüero y que es para morir, o para algún daño grave quando ven el arco del cielo, y avezes por bueno: reverencianlo mucho y no lo osan mirar... y aquella parte donde les parece que cae el pie del arco lo tienen por lugar horrendo y temeroso entendiendo que ay allí alguna guaca, o otra cosa digna de temor y reverencia" (Ondegardo 1584, cap. V).
A través de las recopilaciones obtenidas por Polo de Ondegardo se podría concebir la idea de que el Arco del Cielo fue vinculado a dos aspectos básicos de la cosmovisión, uno "bueno", y otro "malo". Además, el lugar del cual nace se relacionaba con seres y formas del Inframundo. Sobretodo con lugares relacionados con los cuerpos de agua: fuentes, manantiales, etc.
Al respecto Pérez Bocanegra observó que como medida profiláctica (1) los nativos: "quando ves levantarse el arco en el cielo, adorasle, echando de tus orines, y regando con ellos, y poniendote tierra en las narices, porque no te entre en las tripas, y barriga" (Polia 1994: 199).
En su presencia no se podía reír, ni abrir la boca para no adquirir caries o piorrea. Además, las mujeres no podían pasar por debajo del arco, ni descansar en sitios donde se aparecía el pie del Arco, para evitar bebés muertos o monstruos. Consecuentemente, se poseía la idea de que el Arco del cielo podía embarazar, se le relacionaba con la fertilidad.
Fray Martín de Murúa también recopiló información sobre el Arco Iris: “El arco del cielo, a quien llamaban cuychi, les fue siempre cosa horrenda y espantable, y temían por lo que les parecía las más veces para morir o venirles algún mal. Reverenciábanlo y no osaban alzar los ojos hacia él. Si lo miraban no se atrevían a señalarlo con el dedo, entendiendo que se morirían o que se les entraría en la barriga, y tomaban tierra y untábanse con ella la cara y la parte y lugar donde les parecía que caía el pie del arco; le tenían por cosa temerosa, y que allí había alguna huaca u otra cosa digna de reverencia. Otros decían que salía el arco de algún manantial o fuente y que si pasaba por algún indio, moriría o le sucederían desastres y enfermedades" (Murúa 2001: 426).
Se podría afirma que el arco del cielo fue muy temido, entre las poblaciones nativas, principalmente porque éstas pensaban que se podía introducir dentro de ellos. Fray Martín de Murúa observó lo siguiente: "salía el arco de algún manantial o fuente y que, si pasaba por algún indio, moriría o le sucederían desastres y enfermedades" (Murúa 2001: 426).
Al igual, en la actualidad existe la idea de que el Arco Iris "embaraza".
Cuando se realizó el trabajo de campo en Potosí los informantes nos explicaron lo siguiente sobre el fenómeno multicolor: las informantes Gregoria Vargas Mamami e Ignacia Collque explicaban (2) que el arco iris, cuyurumi, "aparece de malos lugares y se mete en el estómago.
Tiene tres colores: amarillo, rojo y verde. Aparece de los puquios". El medico tradicional Julián explicaba que el arco iris, al igual que un embarazo, te llena la barriga de aguas multicolores que te enferman; y que es preciso curar.En general el Arco Iris se percibió como un fenómeno natural que poseía una gran capacidad para enfermar, principalmente porque se introducía en la persona que lo presenciaba. Al ser un agente relacionado, además, con Supay, y con los cuerpos de agua, se concibió como un agente dañino, que portaba intrínsecamente la enfermedad.
NOTA DE LA REDACCIÓN
Hace 13 años
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