sábado, 8 de mayo de 2010

LA VIRGEN DE LUJÁN


Hoy 8 de mayo se cumplen 370 años de un hecho que fortaleció la fé del pueblo argentino.

Por eso hoy la conmemoramos, festejamos y veneramos recordando aquella mañana en que la Virgen dispuso quedarse en Luján y la gente es fiel “porque la tradición es más fuerte que el olvido”

Se cuenta que en el año 1630, un portugués radicado en Sumampa, provincia de Santiago del Estero, escribió a un compatriota que vivía en Brasil, le enviara una imagen de la Virgen para que sea venerada por la gente del pueblo, para lo cual ya estaba haciendo una capilla.

El amigo solícito, no tardó en conseguir dos imágenes bellísimas, encajonarlas y enviarlas a Buenos Aires, juntamente con el esclavo, el negrito Manuel para que las cuidara en todo el trayecto, enviaba dos, por si una se deterioraba, el camino era largo y accidentado.

Llegaron al puerto de Buenos Aires y de allí tenían que seguir viaje en carreta hacia el interior del país.

A los tres días de emprender la marcha en carreta llegaron a la Cañada de la Cruz (a 5 leguas de Luján). Se detuvieron para descansar y pernoctar esa noche en la casa de don Rosendo de Oromas.

Al otro día, bien temprano se pusieron en movimiento. Uncieron los bueyes, y ya todo listo, quisieron emprender la marcha y la carreta que llevaba las imágenes ni se movió. Los bueyes tensaban el cuerpo en el esfuerzo y los peones ayudaban empujando de atrás, sin embargo la carreta seguía en el mismo sitio.

Bajaron uno de los cajones que el negrito Manuel abrió y se hallaron frente a la imagen de la Virgen una estatuilla de 58 cm. de altura, cuyo peso no podía influir en lo que había ocurrido, pero lo cierto era que al bajar el cajón, la carreta comenzó a rodar sin ningún esfuerzo.

Todos se miraron sorprendidos e interpretaron que el deseo de Dios era que esa imagen quedara allí.

Después de muchos cambios que la historia registró, la imagen fue llevada y colocada en la basílica de Luján, a cual se inauguro en 1910, y se declaro a la Virgen de Luján patrona de la Argentina.

viernes, 7 de mayo de 2010

BÚSQUEDA DE LA TIERRA SIN MAL


La búsqueda de un paraíso terrenal provocó largos viajes.

Los guaraníes creían en una Tierra Sin Mal, especie de un paraíso terrenal adonde se podía entrar sin morir. "Allí los cultivos crecen solos -decían-, la miel y la carne son abundantes, no hay enfermedades ni muerte, y todos viven con felicidad."

Cada tanto, algún karaí afirmaba haber recibido en sueños revelación de donde se ubicaba ese anciano lugar y como llegar hasta él. Con sus discursos elocuentes, arengaba a todos para que abandonaran aldeas y cultivos, y siguieron el camino que le había sido indicado. Muchos de estos éxodos eran penosos y trágicos. Los peregrinos debían avanzar por zonas boscosas y ríos desconocidos, rodear saltos de agua, improvisar puentes con troncos y lianas, enfrentar a grupos enemigos y padecer enfermedades.

Para llegar a La Tierra Sin Mal era necesario tener perseverancia, coraje y fuerza espiritual.

Esta última se renovaba cada noche, cuando el karakí precedía danzas especiales vinculadas con los mitos y con la esperanza de una nueva tierra. La música, los cantos religiosos, las oraciones y los bailes buscaban aligerar los cuerpos y liberar a los hombres de sus imperfecciones, elevándolos y facilitándoles el camino. Ante un fracaso, volvían a partir con nuevo rumbo, siempre dirigido por su profeta.

Españoles y portugueses trajeron nuevos males a la tierra guaraní, y dieron mayor impulso a la búsqueda de La Tierra Sin Mal, fuera del alcance de los conquistadores. La historia mas dramática fue la de un grupo de 12.000 Tupi-guraní, quienes en 1.539 partieron desde la costa de Pernambuco, en Brasil; 10 años más tarde, 300 sobrevivientes llegaron a los Andes peruanos, después de atravesar toda la amazonía.

Dia Europeo de la Opera en Pamplona. CORO "PREMIER ENSEMBLE" de AGAO. ...




Actuación sorpresa del Coro "Premier Ensemble" de AGAO en el Café Iruña de Pamplona, 7 de mayo de 2010. Celebración del "Día europeo de la Ópera".

Organizado por la "Asociación Gayarre Amigos de la Ópera de Navarra" (AGAO)
www.agao.es
Colabora: Pamplona 2016

El Iruña es el bar famoso en el que pasaba muchos ratos Heminway, que dio a conocer los sanfermines en su libro "Fiesta". Los americanos acuden en masa a Pamplona todos los años.
En ese café se come el menú por 13 euros y mantiene el decorado del tiempo en que el escritor vivió en Pamplona.

Muchas gracias Carlos Palmeyro por este aporte.

jueves, 6 de mayo de 2010

EL HORNERO, POEMA




La casita del hornero
Tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala
Justamente el nido entero.

En la sala, muy orondo,
el padre guarda la puerta,
con su camisa entreabierta
sobre su buche redondo.

Lleva siempre un poco viejo
su traje aseado y sencillo,
que, con tanto hacer ladrillo,
se la habrá puesto bermejo.

Elige como un artista
el gajo de un sauce añoso,
o en el poste rumoroso
se vuelve telegrafista.

Allá, si el barro está blando,
canta su gozo sincero.
Yo quisiera ser hornero
y hacer mi choza cantando.

Así le sale bien todo,
y así, en su honrado desvelo,
trabaja mirando al cielo
en el agua de su lodo.

Por fuera la construcción,
como una cabeza crece,
mientras, por dentro, parece
un tosco y buen corazón.

Pues como su casa es centro
de todo amor y destreza,
la saca de su cabeza
y el corazón pone adentro.

La trabaja en paja y barro,
lindamente la trabaja,
que en el barro y en la paja
es arquitecto bizarro.

La casita del hornero
tiene sala y tiene alcoba,
y aunque en ella no hay escoba,
limpia está con todo esmero.


Leopoldo Lugones.

miércoles, 5 de mayo de 2010

EL HORNERO


El hornero, es un ave que arma su nido, por lo general, en la cercanía de los humanos.

Ese nido tiene dos compartimentos, de los cuales el más protegido es el de la hembra y que es donde ésta empolla.

Además, una superstición dice que romper nido de horneros atrae a la tormenta. Cuando llueve el hornero se pasea por el nido, alborozado, dejando sus huellas.

Una leyenda de origen guaraní cuenta que Jahé, hijo único de su padre y criado en el monte alejado del contacto con los demás, un día, al salir en persecución de una carpincho, oyó un chapoteo en el río y acudió creyendo que se trataba del animal.

En realidad, era una hermosa joven que desapareció de inmediato, pero que lo dejó prendado por su hermosura.

En la espera de poder volver a verla, el cansancio lo hizo dormirse a orillas del río.

Al despertar vio salir de las aguas a la hermosa joven y quedó totalmente enamorado. Pero como sucede generalmente en estos cuentos, sobrevendría un hecho trágico.

El premio de una dura prueba

Trastornado por la hermosura de la muchacha, hija de un jefe local, se dirigió al poblado, acompañado por su padre, a pedir la mano de la joven como esposa.

Pero había otros pretendientes, por lo que la costumbre establecía que todos ellos deberían someterse a tres pruebas; el ganador final se quedaría con la novia.

La última y definitiva era atroz: debían envolverse en cueros mojados de animales que, a medida que se secaban iban achicharrando a los muchachos.

El vencedor sería el último en sobrevivir. Una cruel prueba, cuyo resultado puede adivinarse.

Jahé triunfó en natación y triunfó en carrera. A la tercera prueba se sometieron muy pocos.

Rápidamente, la mayoría fueron abandonando; sólo quedaron Jahé y Aguará (el zorro).

Al noveno día, cuando Aguará no soportó más y pidió que lo sacaran, todos acudieron a ayudarlo y por un tiempo se olvidaron de Jahé.

Al ir a aflojar su tortura y proclamarlo vencedor y digno del amor de la doncella, vieron que de adentro del cuero salía un pajarito pequeño que, de inmediato comenzó a hacer su nido con paja y barro.

En ese mismo momento, ante la estupefacción de todos, la joven princesa se transformó a su vez en ave y lo siguió en su vuelo, triunfando así, el amor sobre el sufrimiento.

Desde entonces el hornero anda en pareja.

martes, 4 de mayo de 2010

EL POÁS, EL SACRIFICIO DE RUALDO

Volcán Poás, Costa Rica


LA LEYENDA DEL POÁS
, EL SACRIFICIO DE RUALDO



Costa Rica es un hermoso país de la América Central cuya exótica geografía exhibe selvas espesas y montañas jalonadas por fieros volcanes. Uno de ellos es el Poás.

En las selvas que se extienden en los alrededores del coloso, viven infinidad de aves cantoras, muchas de ellas con nombres curiosos y muy originales. Sólo una, la más bella por los colores de su plumaje, es muda. Se llama Rualdo y es el principal protagonista de una hermosa leyenda indígena.

Cuenta esta leyenda que hace muchos siglos, antes de la llegada de los conquistadores, el Rualdo era un ave de plumaje corriente pero su canto era el más bello y melodioso de toda la selva.
En los límites de la jungla, cerca del volcán, había un poblado indigena. En una de sus chozas vivía una hermosa muchacha huérfana, amiga de los pájaros...

Todas las mañanas, al dirigirse al río con un pequeño cántaro, la doncella caminaba lentamente, mientras escuchaba extasiada el hermoso canto de las pequeñas aves...

En cierta ocasión, una pareja de Rualdos anidó cerca de su choza. Día a día la joven observaba complacida el alegre ir y venir de los pajaritos, llevando alimentos a su pequeñuelo.

Una mañana...

¡Qué extraño!, hace dos días no oigo el canto de los rualdos y el pequeño no hace más que piar desesperadamente.

¡Algo tuvo que haberle ocurrido a los padres!... jamás podrían abandonar a su cría así por así...

¡Ven conmigo amiguito!, yo te cuidaré hasta que seas grande y fuerte. Conmigo nadie te hará daño.

Desde entonces la muchacha se dedicó con sumo esmero al cuido del indefenso pajarillo.

El animalito pronto creció y se hizo vivaz y cantarín, alegrando con sus trinos la morada de la solitaria joven.

El vínculo que se estableció entre el Rualdo y su ama, llegó a ser entrañable.

El ave acompañaba a la joven en todo momento y lugar, ella le contaba sus cuitas y confidencias.

Un día...

¡La furia del Poás se ha desatado!

La tierra tembló violentamente y los habitantes del poblado salieron de sus chozas, presas del pánico. Mientras bajaban torrentes de lava por las laderas del volcán.

¡El dios del volcán está molesto, hay que calmar su furia antes de que sea demasiado tarde!

¡Reverenciamos tu grandeza gran dios del fuego y del trueno... compadécete de nosotros!

Los brujos pronunciaban oraciones ininteligibles y le ofrecían al dios volcánico animales y frutas.

Mientras tanto, la joven huérfana corrió a esconderse al interior de su choza.

No temas pequeño Rualdo, pronto pasará la furia del gran dios.

El volcán rugía cada vez con mayor furia.

El gran dios no se conforma con nuestras ofrendas... parece pedir algo más...

Sí... y yo creo saber que quiere...

El brujo más anciano decidió acercarse a la lava para confirmar sus corazonadas

¡Quiere un sacrificio humano!

¡Soy tu confidente, gran dios del fuego... dime con qué ofrenda calmaremos tu furia!

El monstruo confió sus secretos al gran brujo...

Quiero en sacrificio a la doncella más hermosa del poblado... la doncella más hermosa del poblado...

... La doncella más hermosa del poblado... yo sé bien donde vive... en la vieja choza con su Rualdo.

El brujo convocó a todos los líderes del poblado y los enteró sobre los deseos del dios del Poás.

¡No hay tiempo que perder, vamos por esa doncella antes de que sea demasiado tarde!

En el interior de la choza, la joven yacía escondida en un rincón, acompañada de su Rualdo. Su corazón parecía avisarle del peligro que corría su vida.

De pronto...

Sabemos que estás ahí muchacha, hemos venido por ti para sacrificarte al gran dios del fuego.

No por favor, no quiero morir.

Es inútil que implores piedad muchacha, todo el pueblo atiende los deseos del gran dios del volcán.

La doncella pronto comprendió su imposibilidad de luchar contra los designios de su pueblo. Su vida y su belleza eran inevitablemente el precio a pagar para salvar a los suyos de una muerte segura. Si me niego al sacrificio, el dios del volcán aniquilará entonces a todo este poblado y yo, de todas formas, moriré. Ofrendaré mi vida para cumplir la voluntad de mi raza y salvar así a muchas vidas inocentes.

Venciendo sus temores, la muchacha se entregó a los supremos sacerdotes.

A lo alto, el monstruo volcánico esperaba impaciente a su víctima.

El sacerdote condujo a la doncella cerca del cráter. Ahí, mascullando oraciones, la dejó en libertad para que avanzara hacia el fuego. No podría ya retroceder, a sus espaldas esperaban los cuchillos del pedernal...

Por el bien de mi pueblo, por la salvación de mi raza, acógeme en tus entrañas, gran dios del fuego y de la lava...

La muchacha dio unos pasos vacilantes y entonces...

Gran dios del Poás, te imploro el perdón para mi ama...

Volando en círculos sobre el cráter, mientras burlaba las lenguas de fuego, el Rualdo habló al volcán en el lenguaje misterioso de la naturaleza...

A cambio de su vida te ofrezco la armonía de mi voz

Y el Rualdo cantó como nunca antes lo había hecho. La maravilla de sus melodiosos trinos vibró en el ambiente, ahogando el rugido del coloso volcánico.

El Poás se enterneció, la dulzura de los cantos hicieron saltar sus lágrimas, llenándose con ellas el cráter en medio de una gran humadera.

El fuego y la lava se extinguieron, ocupando en su lugar una hermosa laguna que cubrió gran parte de la oquedad del volcán.

Testigos maravillados de tan soberbio espectáculo fueron la hermosa doncella huérfana y su noble Rualdo, el cual seguía volando en círculo sobre el enorme cráter...

Las ardientes emanaciones del fuego extinto habían secado su voz para siempre pero el calor doró sus plumas y las matizó de hermosos colores azul y verde.

En adelante la selva jamás volvería a deleitarse con la mágica armonía de sus trinos, pero su hermoso plumaje sería una melodía visual para todos aquellos que gozaban del privilegio de verlo volar sobre bosques y montañas. La doncella regresó a la aldea, en medio del asombro y el silencio reverencial de toda la población.

Cuenta la leyenda que el Poás, ennoblecido por el sacrificio del Rualdo, nunca dejó de llorar.

De cuando en cuando deja escapar chorros de vapor caliente... son los llantos tardíos del gran dios del fuego y de la lava...

Oscar Sierra Quintero

lunes, 3 de mayo de 2010

LA CHAKANA, INKA


Es un símbolo Inka, representado por una cruz andina, formada por cuatro escalones de tres peldaños, superiores y externos y dos inferiores e internos, los externos superiores corresponden al mundo “ideal”, la escalera derecha comprende la teoría cosmogónica, la escalera izquierda explican la teoría de los tres mundos. Los escalones inferiores e internos corresponden al mundo “real”, los escalones izquierdos comprenden la norma de conducta y los principios básicos de la relación humana, los escalones derechos significan el orden jerárquico inalterable de la relación política, social y religiosa.

En el lado superior derecho, al que llamaremos “Paccarec” o “nacimiento”, está el primer escalón de tres niveles que explica la concepción del Universo. Para los Incas, el supremo creador de todas las cosas es, ILLA TECSE WIRACOCHA PACHAYACHACHIC, y para él, está reservado el primer escalón, es el Dios creador del cielo y la tierra, es el Señor Omnipotente, que dejó caer de su “chuspa” todo el Universo.

El Sol ocupa el segundo escalón, dios vivo y cotidiano que premia y castiga en forma directa, es el dios de la naturaleza y el hombre, dispone las obligaciones y da tiempo para la siembra y la cosecha, para las fiestas y el amor y también para la muerte. El tercer escalón es de los “Mallquis”, dioses tutelares, propios de cada individuo, son las “Huacas” y “Apus”, ríos, cerros y árboles - son los dioses de donde surge la vida, son origen de los “ayllus” y los “runas”.

El lado superior izquierdo, al que llamaremos “Puriy”, explica le teoría de las tres vidas o los tres mundos. El “Hanan Pacha”, es “antes de la vida” y ocupa el primer peldaño correspondiente al ”alto mundo”, en este lugar viven los dioses tutelares, los “Apus”, en este primer mundo pleno de mitología, conviven como seres animados, con hambre, sed y deseos, los cerros, ríos y piedras, junto a árboles, animales y fenómenos naturales, son los dioses endinos que pueblan un universo mágico, real y conciente, a este mundo de ensueño también acceden, los hombres andinos luego de su muerte, convertidos en parte de su progenitor y perviven engendrando vidas nuevas. “Kai Pacha” o “esta vida”, transcurre desde el nacimiento, hasta le muerte, es una existencia ordenada y predeterminada, los quechuas, no tenían un signo fatalista, creen que al venir al mundo tienen que cumplir un rol asignado, dentro del orden y armonía en el que se desenvuelve la sociedad Inca. “Uju Pacha” o “después de la vida” creen que el hombre al morir, se va en cuerpo y alma a integrarse a la naturaleza, vuelven a su “Paccarina” enterrados debajo de los árboles, en las andenerías, sirviendo de alimento a las plantas que nutren la vida del hombre andino.



En el lado inferior izquierdo, al que llamaremos ”Kausanapac” o regla de conducta, está el tercer escalón de tres niveles, que bajan internamente significando la vida corporal, son la regla básica de la ética y la moral. Ocupa el primer escalón, la honestidad “Ama Llulla”, la honestidad estaba aplicada desde el cumplimiento de los ayunos y penitencias, hasta el convencimiento de la honestidad ajena, existía un trato franco en el que era inconcebible, un abuso de confianza, una desatención o un acto grosero. El segundo nivel corresponde a la honradez “Ama Sua”, es la norma de conducta para con la comunidad, la honradez en el tiempo de los Incas, también significaba no cometer yerros en contra de los demás ni de sus intereses, la honradez no se limitaba a las posesiones materiales, sino, abarcaba todo género de interrelación social, compartiendo con los demás trabajo y obligaciones. El tercer nivel del lado izquierdo del mundo real, lo ocupa la norma “Ama Quella” que significa “laboriosidad, trabajo conciente y constante, en pos del engrandecimiento del Imperio, que redunda en mayor alimento y trabajo y fiestas para todo el pueblo, significa la obligación de producir, para compartir, colaborar para adquirir, significa participar en común, hacer Ayni, en la tarea de engrandecer el Tahuantinsuyo.

El último escalón, corresponde al mundo real, inferior e interno que se denomina “Yuyaypac” o “inalterabilidad”, el primer escalón lo ocupan las tierras del Sol, significando así, la sacralidad del trabajo, estas tierras eran una poderosa fuerza económica, los bienes que se obtenían de ellas servían para el sustento de 6000 sacerdotes solares, para el culto de las “Huacas” y para las celebraciones. El segundo nivel, lo ocupan las tierras del Inca, que eran las de mayor extensión y ubicadas en los mejores suelos. El trabajo de estas tierras, producía ingentes recursos alimenticios, de vestido, utensilios, herramientas, armas, etc. que eran destinados a retribuir el servicio que prestaba el pueblo a favor del Imperio, esta producción se utilizaba para alimentar a las poblaciones que cada año se anexaban, era además un recurso para auxiliar a las poblaciones afectadas por fenómenos naturales. El Tercer peldaño, estaba ocupado por las “tierras del Pueblo, que cada año se extendían más y requerían trabajadores que la hagan producir, las tierras del pueblo eran el recurso para el sustento de la población, era distribuido con generosidad y utilizado para servir al pueblo durante las grandes fiestas, estas tierras le proporcionaban al pueblo, vivienda, vestido, alimento y familia.


Carlos Candia Muriel “Wanchu”
- Escritor - Cuadernos Andinos.

domingo, 2 de mayo de 2010

BRUNJIL, CREADOR SUPREMO



Bunjil, el águila-halcón es el dios creador supremo de los pueblos Koori de Victoria, Australia.

Tenía dos esposas y un hijo, Binbeal, el arco de iris. Bunjil creó las montañas y los ríos, la flora y la fauna, y le enseñó a vivir a los humanos.

Luego, indicó a Bellin-Bllin, el cuervo, su rival, que abriera su saco y dejara salir al viento.

Cuando Bellin-Bellin lo hizo, sopló un viento tan fuerte que arrancó los árboles de toda la tierra.

Pero Bunjil siguió pidiendo más viento y Bellin-Nellin abrió aun más el saco, hasta que Bunjil y su familia fueron llevados hasta el mundo del cielo.

Los Koori creían que el cielo estaba sostenido por cuatro postes.

Poco después de la llegada de los primeros hombres blancos, se corrió la voz de que el poste oriental se estaba pudriendo... poco después, el cielo se derrumbó.