Una de las entidades espirituales más recurrentes en las leyendas es la de la imagen del Coyote, un animal con el que convivían en los amplios desiertos y llanuras de Norteamérica. Las tribus del oeste lo consideraban un importante colaborador con el creador del mundo y vital a la hora de que la vida y seres humanos se extendieran por éste.
Los Maudi comentaban que junto al dios creador, el coyote talló seres humanos en la madera, pero al no dar el resultado esperado, fueron convirtiendo a las figuras resultantes en animales.
Los intentos infructuosos del dios creador, Kodoyanpe, le llevaron a pensar que el causante del mal era el coyote y trató de destruirle.
Pero éste se había servido ya de una serie de criaturas malignas y monstruos que había creado. A pesar de contar con ayuda, Kodoyanpe fue derrotado por el astuto coyote, pero antes de morir, éste enterró una serie de figuras de madera que había creado y éste fue el nacimiento de la tribu india.
Dicha interpretación de la leyenda se ve reflejada hoy día aun en como el Sol, Kodoyanpe circula por el cielo y se refugia en el oeste ante la llegada del coyote, la noche. Otras tribus comentan que fue el coyote quien con Kodoyanpe creó la tierra y arena en donde antes solo había restos de agua.
Otras entidades Occidentales consideraban al coyote como una entidad benefactora, que tras EL DILUVIO (muy recurrente en las diferentes culturas y mitos indios) fue el coyote quien plantó diferentes plumas de aves que según el color formaron diferentes tribus de Norte América.
Sedit, uno de los nombres que se le cede al coyote por los indios Norteamericanos, tiene un carácter entrometido que en alguna ocasión perjudicó a la humanidad. El Gran Espíritu, o Padre Cielo, dispuso que para que los humanos pudieran gozar de la vida eterna, se formara una escalera para que éstos pasaran de la tierra al cielo y viceversa, y le encargó el trabajo a dos buitres. El coyote fue a investigar el proceso de construcción y al saber el motivo de la construcción de la escalera, a coyote le pareció una tontería ya que según él los seres humanos se aburrirían fácilmente de la vida inmortal si accedían a la dimensión del cielo, por lo que convenció a ambos buitres para que suspendieran la construcción de la escalera. Así lo hicieron ambos, pero uno de los buitres antes de irse sentenció que a también al coyote se le impidiera subir al cielo. Aun así trato de hallar el método para ser el único ser de la tierra capaz de viajar entre el cielo y la tierra. E incluso se llegó a fabricar unas alas con girasoles, pues observó que estas flores seguían el ciclo del sol por el cielo. Pero al marchitarse las flores, sus alas le hicieron caer.
Otra historia cuenta que cuando el mundo aun era joven y fresco, el odio y la avaricia aun no existían y todos los seres vivían en paz. El coyote se aburría pues no tenía a nadie con quien vivir o festejar.
Invitó a todos sus amigos a su casa y si lo pasaban bien, como él esperaba, los invitaría cada año a una celebración. El coyote puso unos rápidos en el río Shuswap y una catarata que caía en un gran caldero de piedra y construyó una trampa para los salmones que debían llegar para servir de alimento. Cuando supo que llegaban el coyote llamó a todos sus amigos animales y oyó el rugido y los demás sonidos de sus amigos. Juntos celebraron y lo pasaron bien durante la fiesta y ya acabada la fiesta, todos volvieron a sus cuevas.
Desde entonces cada primavera, el coyote llama a sus amigos y aun se escucha la contestación de éstos en el bosque que acuden a reunirse con él junto a la cascada y caldero de piedra que aun existen.
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