Las dos fuerzas que gobernaban los diferentes planos del universo fueron personificadas por los animales, que comparten esa composición.
Por lo tanto, no es de extrañar que se halle gran afinidad entre algunos agentes atmosféricos, por ejemplo, y la serpiente.
Luis E. Valcárcel ha escrito sobre la existencia de dos seres mitológicos que podían viajar a través de los diferentes planos del cosmos.
Estos seres eran dos serpientes.
Una de ellas es la serpiente Yakumama (madre agua) y Sachamama (madre árbol).
Cuando Yakumama sube de Uku Pacha, o Mundo de Abajo, llega a la superficie en forma de río, y al mundo de arriba, a Hanan Pacha, en forma de rayo, Illapa.
Por otra parte Sachamama tiene dos cabezas, y al subir al Mundo de Arriba se trasforma en Arco Iris, vinculado éste a la fertilidad y fecundidad, pues este precioso fenómeno natural se aprecia cuando ha llovido.
En el mito se advierte la misma afinidad entre las serpientes y los fenómenos atmosféricos que ilustró Juan de Santa Cruz Yupanqui en su cosmograma.
Por otra parte Sachamama, madre árbol, y el texto que proponemos, nos hace pensar en la posibilidad de vincular el Arco Iris con el árbol del cosmos, identificado por M. Eliade como lugar de reposo de las almas- ave.
Al respecto hemos hallado la siguiente información, en el manuscrito redactado por Francisco de Ávila, que apoya esta posibilidad interpretativa: "avia una como puente que era de un grande árbol que se dezia pullao y salía de la una punta de los cerros dichos y del otro salia otro y ambos se venían a encontrar y entretejer y hazían un hermosísimo arco, donde andavan huacamayas, papagayos, y otra diversidad de aves" (Ávila 1604: fol.126.R).
La información recopilada nos hace pensar que la importancia de la serpiente se centró en que representaba, en cierta medida, una forma axial.
La transmutación que las serpientes sufren al comienzo del ascenso al Mundo de Arriba, en el texto de Valcárcel, manifiesta su vinculación, o su capacidad para poder viajar.
Esta cualidad sobrenatural podría haber sido una de las condiciones más preciadas por el hombre -médico.
Así, la capacidad de transmutación, el movimiento cósmico, ayudaría al oficiante en su viaje por los diferentes planos del cosmos.
Se observa, además, que el Arco Iris se vincula con el rayo, asociado, también, a una serpiente.
Al igual, en el mito que narra el nacimiento de Juan Tama, hijo del rayo, encontramos la siguiente información relacionada, al igual, con el Arco Iris:
"Cuentan que una inmensa piedra bajó por delante abriendo paso y por detrás venían remolinos de musgo y hojas. Juan Tama llegó envuelto en una faja de colores, era el Arco Iris, y traía consigo objetos de oro fino, fue entregado para que lo amamantasen a varias mujeres y todas en ese oficio hallaban la muerte.
El niño habiendo venido de una estrella estaría sin sangre.
Se lo pasaron a una señora y después a una negra y también murieron; mientras tanto la piel del niño descascaraba como escama de serpiente" (Granda Paz 1998).
Por otra parte, el único animal, como tal, que dibujó Juan de Santa Cruz, en el cosmograma, fue un gato o jaguar que expulsa granizó por la boca, en el lado izquierdo.
Éste es un animal que posee la cualidad, al igual que la amaru, de poder trasladarse por las tres regiones del cosmos, aunque son percibidos como animales inframundanos.
El felino, o qhoa como lo llamaría Federico Kauffman, sale por las bocas de la Madre Tierra, en forma de granizo.
Es el señor de las montañas, el alter ego de lo salvaje, que se precipita por los aires con sus poderes sobrenaturales.
Su morada, que se ubica en la montaña, le permite obtener los poderes que posee en su vientre ésta, además de los poderes de clarividencia de las fuerzas nocturnas.
El precioso felino está íntimamente ligado a Quilla, la gran tejedora.
Ésta relación, curiosamente, nos ha llevado a interpretar al Arco Iris como una gran pieza de colores que se teje gracias a los poderes inframundanos.
La idea nos surgió con la lectura del trabajo de campo realizado por Ana de la Torre (1994), pues en la comunidad de Cajamarca el arco iris es percibido como una pieza textil, motivo por el cual posee franjas de colores.
Consecuentemente, el Arco Iris demarca de manera bipolar el camino hacia el inframundo, y es, además, acceso o puente para las entidades anímicas, y por extensión para los hombres-médico.
Continúa
NOTA DE LA REDACCIÓN
Hace 13 años
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