Mientras Pa-pa Mirí terminaba la Tierra, apareció un chico (dios), Paí Reté Kuaraí (“Nuestro Señor Cuerpo como el Sol” – Nuestro Señor del Cuerpo Resplandeciente), uno de los primeros en poblar la Tierra. Este vivía solo, sabía cazar, pescar, conseguir comida y cocinar.
Un día mientras éste caminaba se encontró con los Seres Primitivos, que no eran hombres ni animales, sino seres malignos que comían a primeros que se les acercaban.
Primero se hicieron amigos del chico pero siempre intentaban matarlo, obviamente no podían porque el chico era un dios, por lo tanto éste no se daba cuenta de los fines de sus “amigos”.
Entonces decidieron que este se quedará con ellos mientras engordaba por si encontraban la forma de matarlo.
Como Paí Reté Kuaraí se sentía solo decidió crear una hermana, Yacyrá (“Futura Luna”). A los Seres Primitivos les agradó, por que iban a tener más comida.
Un día los Seres Primitivos se encontraban sin alimentos y los hermanos decidieron buscarlos por ellos. En su búsqueda vieron a un loro, le tiraron un flechazo pero la flecha no le pegó porque era un animal especial, el Loro del Discreto Hablar, que por cierto era muy sabio. Éste les informó sobre los fines de los Seres Primitivos. Para vengarse Paí Reté Kuaraí junto con su hermana, Yacyrá, les dijeron a sus “amigos” que cruzarán el río con un tronco y que del otro lado se encontrarían con abundantes alimentos.
Cuando éstos estaban cruzando, los hermanos dieron vuelta al tronco, por lo tanto cayeron; Paí Reté Kuaraí exclamó: conviértanse en animales de agua, en consecuencia se convirtieron en nutrias, yacarés, peces, etc.
Pero una mujer (embarazada) de los Seres Primitivos, muy ágil, logró saltar a la orilla. Enojado Paí Reté Kuaraí la convirtió en Yaguareté que luego tuvo mellizos, una pareja, que a la vez tuvo más crías.
Los hermanos crecieron. Paí Reté Kuaraí inventó nuevas plantas y le explicó a su hermana para que se utilizara o servían. Creó la yerba mate de los hombros de una mujer triste.
Luego, Paí Reté Kuaraí se quedó solo, porque su hermana se metía en problemas entrando en casas ajenas, por esta razón un día le tendieron una trampa y muerta de vergüenza decidió irse al cielo, al que subió por una “cuerda” hecha con flechas, como le había enseñado su hermano.
Una vez en el Cielo se convirtió en Yacy (la luna). Y ahora se lo puede ver en el cielo, todavía con la cara manchada, resultado de la trampa. Y por eso es que antes tenía bien puesto el nombre de Yacyrá, es decir “Futura Luna”.
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