Dice la leyenda, que algunos la datan en el siglo VIII, que un tal Teodosio, de la población navarra de Goñi, en las faldas de la sierra de Andia, fue una vez interceptado por el diablo disfrazado de ermitaño, quien le indicó que su mujer le estaba siendo infiel.
Loco de ira corrió a su casa y entrando en la habitación conyugal encontró en su cama a dos seres y suponiendo era su mujer y el amante los mató, cuando prendió la luz vio que había matado a sus propios padres.
Ocurrió que estos, que eran ancianos, tenían frío y la mujer de Teodosio les cedió su cama pues era la zona más caliente de la casa.
Ante tal crimen acudió Teodosio al obispo de Pamplona quien le indicó que a dicho pecado solamente podía dar la absolución el Papa, por lo que Teodosio marchó a Roma.
El Santo Padre le impuso como penitencia que hiciera vida de ermitaño con una cadena a sus pies hasta que estas cadenas se rompieran.
Teodosio con las cadenas atadas a la cintura estuvo durante siete años viviendo como ermitaño en los montes cercanos a su pueblo, hasta que un día estando en el monte Aralar salió de una cueva un enorme dragón.
Invocó Teodosio a San Miguel, quien se le apareció y venció al dragón, que herido de muerte se precipitó por una sima.
En ese momento se le rompieron las cadenas a Teodosio, quien como agradecimiento erigió en dicho lugar en el año 707 un santuario en honor a San Miguel, donde se guardan aún las cadenas.
Hasta aquí la leyenda. El dato real es que el primer documento de la existencia de este templo es del 1027.
En Navarra consta la existencia del Monasterio de Leire el año 842, que documentalmente antecede a la iglesia de San Miguel del Aralar.
A media hora andando sobre el pueblo de Goñi está la Ermita de San Miguel (advocación proveniente, según el Diccionario de la Real Academia de Historia de 1802, “por creerse que el santo arcángel se dejó ver en aquel sitio al celebre asceta y penitente D. Teodosio de Goñi, natural de este pueblo”) y cerca había una estela discoidal que precisaba el lugar exacto donde se le apareció el demonio.
El templo de San Miguel de Aralar, situado en estratégico lugar con imponentes vistas, es el resultado de distintas reedificaciones.
Es de planta basilical de tres naves.
Destaca entre todos sus valores el espléndido frontal de esmaltes del altar, que antaño estaba en la catedral de Pamplona, una de las más importantes piezas de este tipo del románico de toda Europa, obra del siglo XII.
Imagen
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http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/08/el-dragon-herensurge.html
2 comentarios:
visite hace unos dias el santuario y no me quedo claro que historia hay referente a meter la cabeza en el hueco a la derecha del santuario
Muchas gracias por su comentario. No conozco sobre esa historia que Ud dice.
Un abrazo.
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