El dragón de esta leyenda China habitaba en la isla de Borneo, en la montaña más alta de la isla Kinabalu. Vivía realmente tranquilo, y se encargaba principalmente de proteger una hermosa perla, su juguete mas preciado. Varias personas intentaron robársela, pero ninguno pudo y muchos murieron mientras lo hacían.
El emperador de China a pesar de esto estaba dispuesto a hacerlo y para esto envió a su hijo, el príncipe. Luego de viajar por días el joven llegó a la montaña y vio a quien debía enfrentar. Ordenó a sus hombres como parte de su plan que construyeran una cometa que pudiera soportar su peso y el de una linterna de papel.
A la semana estaba todo listo, y cuando la noche llegó el príncipe se montó y dirigió a la montaña. Entró en la cueva donde habitaba el dragón. Con cuidado le quitó la perla que reposaba en sus patas y puso en su lugar la linterna. Le indicó a sus hombres que recogieran la cuerda para marcharse y aterrizó sano y salvo.
Volvían felices y creyéndose victoriosos en un barco cuando el dragón despertó y descubrió lo ocurrido. Comenzó a tirar fuego y fue en la búsqueda de estos hombres. Encontró el barco, bajó hasta el y grito: “¡Devuelvan mi perla!”.
El joven príncipe dio órdenes de cargar el mejor cañón y disparar al dragón. Éste vio salir la bala y pensó que era su perla, abrió la boca para recogerla y se hundió en el mar.
El príncipe y su tripulación se dirigieron a su casa, triunfantes, y desde ese momento es la joya mas preciada del Reino de China.
Fuente: SobreLeyendas
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