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jueves, 31 de marzo de 2011

COMETAS CHINAS

Dragón cometa chino de más de 20 metros de largo
Expuesto en Rosario, Santa Fe, Argentina

"La cometa china simple, original, es un vehículo que tiene como propósito unir lo espiritual y lo material.

Las cometas chinas son entonces unas herramientas, unos medios de expresión en el espacio, de meditación en el espacio, superficies y estructuras, colores y formas mezclándose sobre bases interactivas, visuales, orales o táctiles.

La línea de retención de las cometas chinas pone en conexión la mano humana y el espíritu con los elementos.

Las cometas chinas ofrecen a los artistas una oportunidad inigual de jugar, componer, explorar, experimentar, manipular las escalas y las distancias presentando un inmenso espacio visible, desnudando las imaginaciones.

"Manifiesto del Arte Volante Firmado en Palma de Mallorca en junio de 1995".

El arte de las cometas (kite, en inglés; aquilone, en italiano; papagaio, en portugués; cerf-volant, en francés; drachen, en alemán; vozdushnyi smei, en ruso), es un antiguo arte chino que, según algunos, nació antes del siglo V a.C. En sus orígenes, se le asoció con fines militares.

Volar cometas chinas es hoy en día una de las actividades lúdicas más populares, como continuación de una fascinación que surgió en China hace más de dos mil año.

Una vieja leyenda narra el origen de las cometas chinas refiriéndose a una repentina ráfaga de viento que arrastró el sombrero de la cabeza de un campesino, quien pudo atraparlo por su banda antes de que volara definitivamente.

Aquel tou-li (nombre del sombrero de los campesinos) fue según la leyenda la primera cometa china.

El emperador Kaoyang, de la dinastía Chi del norte (550-557) vivía profundamente obsesionado con la idea de imitar a las aves en su majestuoso vuelo. Esta fascinación tuvo, en cualquier caso, resultados de lo más grotescos; cuentan las crónicas que amarraba a sus enemigos a cometas con forma de búho y los arrojaba al vacío desde lo más alto del muro de palacio a la espera de que alguno consiguiera remontar el vuelo.

Obviamente, la mayoría se estrellaba perdiendo la vida. Pero la paciencia del emperador tuvo su premio y uno de ellos consiguió elevarse gracias al viento y desplazarse dos millas antes de aterrizar. Poco después, el "afortunado cometero" murió de hambre.

Las formas de animales han fascinado a los constructores de cometas de todo el mundo.

Una variante de estas formas es el dragón chino, que no es otra cosa que un largo tren de cometas circulares de tamaño decreciente unidas unas a otras.

Está formada por una cabeza, que es una cometa plana en forma de arco con una inmensa cola de gran longitud que recuerda a esos reptiles.

Las cometas chinas eran inicialmente empleadas por los chinos con propósitos militares.

Liu Pang, fundador de la dinastía Han (206 a.C. - 221 d.C.), añadió creatividad e este objetivo. Volaba sus cometas provistas de cascabeles sobre los campamentos de los enemigos al llegar la noche, y éstos huían despavoridos sin adivinar de dónde procedían los ruidos.

Hasta tal punto ha sido popular el arte de volar cometas en Taiwán que durante la ocupación japonesa (1895-1945) estuvo absolutamente prohibido.

Los japoneses sospechaban que las cometas eran utilizadas para enviar señales cifradas, y cada vez que veían a un niño volando una cometa la confiscaban.

No imaginaban los aguerridos soldados que lo único que conseguían era cortar las alas de la ilusión de aquellos pequeños creadores.


Fuente
http://cometas.supaw.com
Imagen
weblog.educ.ar

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