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miércoles, 9 de junio de 2010

LA FLOR DE CEIBO

Flor del Ceibo o Seibo
(Erythrina crista-galli)
Foto: Jorge Emir Llugdar

Refiere la leyenda que la Flor de Ceibo es el alma de la india Anahi, la reina mas fea de una tribu de guerreros indómitos, cuya choza se levantaba cerca de las márgenes salvajes del Paraná.

Pero si Anahi era fea, su voz era la más dulce de cuantas había escuchado alguno de sus súbditos.

Hosca y rebelde, había albergado en su espíritu toda la bravura de una raza muerta por la furia invasora.

Hecha prisionera, y habiendo dado muerte de un árbol bajo y de anchas hojas, quedo a poco envuelta en los resplandores de la hoguera.

Quienes asistieron al suplicio vieron que el cuerpo de Anahi se iba tornando rojo y adquiriendo una forma extraña.

El árbol también sufría un proceso singular; algo así como una vuelta a la fragilidad.

Las primeras luces del alba iluminaron la Flor de Ceibo, que encarna así el alma pura y altiva de una raza que ya no existe.

Su soledad significa el recuerdo de los que supieron morir y no ha nacido para lucir en ningún pecho humano, es la flor triste y solidaria de la veneración y en su perfume, no hecho para deleitar, es de severa castidad, de heroísmo y consecuencia.

El alma de Anahi, la reina fea de la dulce voz se anida en la Flor de Ceibo.

Ningún fuego podrá destruir a Anahi, que es el alma Argentina.

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