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sábado, 16 de enero de 2010

LA CONDENÁ



La palabra 'condená', apócope de 'condenada', es usada para referirse a personas que se apartan de una conducta moral y vida adecuada, y que además no hacen caso de su conciencia o de los consejos de amigos y familiares que señalan el camino hacia una vida correcta.

En la mitología chilota aparece una criatura maligna con el mismo nombre.

La Condená es descrita como una mujer de mediana edad (de cuarenta a cincuenta años) que durante su juventud fue muy hermosa pero que, a causa de su mala vida, está condenada a tener la apariencia de una forma humana pero con una mezcla grotesca de lo insinuante y bello junto a lo infame, feo y malo; así es o debería ser el aspecto que, mitológicamente hablando, obtiene el ser humano al llevar una vida licenciosa y disipada.

Los habitantes de Chiloé cuentan en su leyenda que la Condená es la representación de los placeres desenfrenados y los vicios, que traen consigo la degradación moral, encarnados en una mujer de vida licenciosa y disipada.

De esta mujer (de la cual con el paso del tiempo el pueblo chilote olvidó su nombre), se dice que en su juventud, fruto de su belleza y de la comodidad económica que tenía su familia, sólo se preocupó de llevar una vida desenfrenada y llena de vicios. A causa de las perversiones y excesos de toda índole que realizaba, atrajo el espíritu del mal; éste logró despertar esos vicios como un ser maligno reflejado y encarnado en el cuerpo de esta mujer, que se transformó así en la criatura horripilante que representa este tipo de vida.

Los habitantes de las islas conocían las razones que la llevaron a este cambio en su apariencia, y como ella no tuvo ningún arrepentimiento de sus actos, se la condenó a vagar por todos los caminos, arrastrando consigo las culpas de haber tenido una existencia licenciosa.

Como el mal atrae más mal, y como además la Condená deseaba propagar sus vicios, y logró atraer la atención del Trauco para tener relaciones con él.

De esta forma la Condená consiguió que germinara en ella la semilla de la perversión de sus actos; por ello se la conoce también como la madre de la Fiura.


http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/04/el-trauco.html

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/05/la-fiura.html

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