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sábado, 28 de junio de 2008
EL CANSANCIO DE LOS TRES ATLAS-
Es el único edificio con 90 años, ubicado frente a la plaza Libertad.
Libertad 417.
Rememora al desaparecido escultor español Rafael Delgado Castro.
Un tanto agotados, con la mirada al piso, desde hace 90 años los tres atlantes parecen sostener con su cervical el inmenso peso de un cuerpo voladizo saliente, en un histórico edificio construido entre 1915 y 1917.
Son los silenciosos testigos enclavados frente a la plaza Libertad. Tradicionales simbolismos de la mitología griega, que en otros continentes sujetan al mundo, obra del escultor español Rafael Delgado Castro, fueron insertos como toque de distinción para la original sede de la Sociedad Española, fundada en Santiago el 16 de octubre de 1889.
La historia recuerda que en la asamblea del 30-jul-1916, cada socio entregó 200 acciones de $100 para que fuera levantado el inmueble frente a la plaza Libertad.
Su construcción fue encomendada al escultor Rafael Delgado Castro.
Trabajó duro dos años. apelando a un estilo arnoboux (europeo) con reminiscencia del modernismo catalán.
Recuerda Roberto Rafael Delgado, que su abuelo usó de modelo a su hermano, Antonio, para inspirarse y crear a los atlantes.
Éstos nacieron, primero, en arcilla: luego, ya establecida la figura, se empleó cemento especial de moldeo (piedra París) y emergió el trío que embellece la calle Libertad.
Noventa años después, el edificio sufrió algunos daños. Se sabe que un acondicionador de aire -en el 1º piso- aflojó las molduras.
Para evitar mayores consecuencias, ahora debe reconstruirse parte de la estructura metálica del balcón, hecha en bobadilla.
También se dañó el coronamiento superior.
El paso del tiempo, sin mantenimiento alguno, también demanda urgente retoques, dado que el 70% de las molduras están muy viejas.
Lamentablemente el paso del tiempo y el descuido de este Patrimonio Cultural hacen estragos.
viernes, 27 de junio de 2008
EL PAMPAYOJ
“El Pampayoj”, llamado también Pampayu, es el numen de la pampa, o la madre de la tierra, como algunos le llaman.
Según la leyenda que corre por los departamentos centrales de la Provincia de Santiago del Estero, el Pampayoj se presenta algunas veces bajo la forma de un avestruz blanco o de un guanaco enano.
Otras veces, bajo la figura de un jinete sobre caballo plateado, el cuál hace señas a los rodeadores de suris, llamándolos.
Quien con coraje, osa acercarse al desconocido o bolea al avestruz blanco o al guanaquino, se pierde irremediablemente.
Esta leyenda parece tener atenencia con la de la Madre de la Tierra, según la cuál, en época de grandes tempestades se oye en las profundidades del suelo un ruido sordo como de ladrido de perro.
Una y otra estarían identificadas con la protección que sus deidades parecen ejercer sobre los animales del campo.
Don Gabino Ledesma, el viejo cancerbero de la capilla de Matará dice: que el Pampayoj tiene la figura de un “cristiano” vestido de blanco y refiere que una vez, un cazador, encontrándose en monte empezó a matar “puro gusto, toda laya de bichos: querquinchos, pichicitos, corzuelas...” y con un cuchillo les iba cortando en “el encuentro” para saber si eran gordos.
Si no estaban bien “cebados” los arrojaba los arrojaba tranquilamente y proseguía la marcha.
En una de esas, cuando estaba entretenido en su faena de exterminio se le apareció el Pampayoj, apresó al cazador y le colgó el caballo de un árbol.
Allí en medio del bosque, lo tuvo un tiempo.
Después que comprendió lo malo que hacía “desperdiciando tanta comida”, el Pampayoj le mostró un árbol con miel para que lleve a su casa y le regaló un guanaco para que haga “charqui”.
Y don Gabino termina su relato diciendo:
“No sabe ser bueno cazar de vicio, ni hacer daño a los animales, porque el Pampayoj puede enojarse”.
Dr. Orestes Di Lullo, El Folklore de Santiago del Estero. Pág. 160-161.
En Catamarca se lo conoce como el Llantay.
Compilación. Prof. Teología y Antropología Social y Religiosa. Georgina Palmeyro.
jueves, 26 de junio de 2008
LA CACHARPAYA
En las zonas rurales se festeja con gran emoción e ironía el entierro del carnaval, así, Félix Coluccio nos cuenta que en Santiago del Estero, particularmente, la kacharpaya está simbolizada por un criollo mal vestido y mal ensillado, que va acompañado por otros compañeros, va de casa en casa mendigando algo.
Al final del periplo, se reparten lo obtenido.
Se entierra la cacharpaya el miércoles de ceniza o domingo siguiente.
La ceremonia se dramatiza cuando la cacharpaya se mete dentro de un hoyo en el suelo y los acompañantes le arrojan algunas paladas de tierra.
De este modo se da por terminado el carnaval.
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/02/la-anata-carnaval-andino.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/01/la-cacharpaya-danza.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/03/la-cacharpaya.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/01/la-cacharpaya-danza.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/03/la-cacharpaya.html
miércoles, 25 de junio de 2008
ANTUMIÁ
ANTUMIÁ.
Es un espanto de los indios Emberá-Catía.
Un demonio de los ríos.
Demonio que se encuentra en los ríos en forma de gran culebra mayor que una anaconda.
Para esta ceremonia se debe preparar previamente por medio de ayuno, baños con substancias medicinales y aromáticas, frotaciones con resinas olorosas o sahumerios.
El día más adecuado para realizar la invocación es el primer día de plenilunio durante las primeras horas de la noche hasta media noche.
El jaybaná provisto de un mojó-uanga hecho de madera de balso, sus bastones mágicos y una buena provisión de chicha fermentada bien fuerte (chinango), una escopeta (usan las de calibre 22 y son muy buenos tiradores) y un cuerno de caza a manera de trompeta, se dirige a un claro de la selva y traza un círculo o cuadrado mágico dentro del cual se sitúa sentado.
Esta línea defensiva no puede ser atravesada por el Antumiá.
Entonces, hace unos disparos al aire y sopla con fuerza en su cuerno de caza (a veces un fututo o cambombia, concha de un enorme caracol marino que produce un sonido ronco y penetrante).
martes, 24 de junio de 2008
INVITACIONES
DOMINGOS SANTIAGUEÑOS
Peña
"El Empujón del Diablo"
LUGAR DE ENCUENTRO
CARRANZA 1969 – Palermo
Reservas: 47747354
www.elempujondeldiablo.com.ar (EN BREVE)
Todos los domingos a partir de las 12:00 hs.
DOMINGOS SANTIAGUEÑOS
Locución y Dirección:
Héctor Minutillo-
Poeta.
Cocina Regional NOAHéctor Minutillo-
Poeta.
a cargo de Chicho Décima y de Héctor Minutillo
LOS ESPERAMOS !!!!!!!
en: "El Empujón del Diablo".
lunes, 23 de junio de 2008
EL SOMBRERÓN
Su leyenda es tan antigua, que algunos lo consideran el espanto más viejo del departamento de Antioquia, en el noroeste de Colombia.
Es un hombre corpulento, que se hace acompañar de dos perros negros, agarrados por gruesas cadenas, y que monta una mula, también negra. Unos dicen que el sombrero lo cubre entero; otros, que no tanto: que bajos sus alas se puede ver que tiene una calavera por cabeza.
Poco habla la leyenda de su origen o sus motivos. Lo que se "sabe" es que sus intenciones son menos macabras que la fama que lo precede. Lo suyo es poner a correr a sus "víctimas".
El Sombrerón es un asustador profesional.
Fue famoso en Medellín en 1837 cuando recorría todas sus calles vestido de ruana negra, sombrero grande y montado en una mula negra. Perseguía a los borrachos y trasnochadores diciéndoles: "si te alcanzo te pongo este sombrero".
Aparecía los viernes de cuaresma y cabalgaba con un par de perros encadenados.
El Sombrerón fue el espanto propio de Medellín.
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/07/el-sombreron.html
domingo, 22 de junio de 2008
LA MUELONA
Antes de convertirse en endriago, la Muelona fue una mujer esbelta que animaba pendencias y garitos. Sabía leer la suerte, gozaba con las peleas de los gallos y sobre todo enloquecía a los hombres con su voz nocturna y risa salvaje.
Ahora, celestina de los bosques, vaga por entre los ríos, acecha sigilosa por entre los pantanos, las encrucijadas y los árboles de tronco podrido. Bella como antes del hechizo, con la risa fastuosa y la voz de contralto, atrae de nuevo a los hombres.
En noches sin estrellas, en crepúsculos estremecidos por la lluvia, los llama con insinuaciones de abismo. Entre los susurros y las adormideras, allí los devora con los dientes de bestia y la mandíbula feroz.