El mito (del griego mythos, cuento) es un relato tradicional protagonizado por personajes sobrenaturales (dioses, semidioses, monstruos) o extraordinarios (héroes).
Los mitos forman parte del sistema religioso de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas, y dan un respaldo narrativo a las creencias fundamentales de dicha comunidad.
Leyenda es una narración con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o fundada en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad.
Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia son transformadas con supresiones, añadidos o modificaciones.
Las leyendas urbanas son historias o cuentos extravagantes, pero verosímiles, que circulan de boca en boca como si se trataran de verdades indiscutibles.
El espíritu de morbo, superstición y atracción de la leyenda urbana podría tener relación con una especie de imaginario urbano común, global, cada vez más parecido, como consecuencia del sistema de valores imperante
Son autocontroles sociales
Por el Lic. Edgardo Argibay Sociólogo, docente de la cátedra de Problemas sociales de nuestros tiempos, en la Univ Nac de Santiago del Estero.
Cada cierto tiempo aparecen en las sociedades, cierto tipo de mitos, que en realidad son generados como una especie de controles, autocontroles sociales, que se generan por la propia comunidad ante distintos problemas que se generan en la misma comunidad, como por ejemplo la violencia juvenil, la disgregación de la familia, drogadicción, inseguridad, alcoholismo.
Las mismas sociedades tratan de generar algunos controles sociales e instalan especies de mitos. Así como este caso, o como los que ya se vieron del Petiso Sombrerudo, el Pitufo Enrique, en la cultura santiagueña ya tenemos muchos como el Kakuy, el Almamula, y en ellos se instala la cuestión de la culpa.
En este caso concreto, generaría un fenómeno donde la misma sociedad estaría generando los premios y castigos a los casos que se dan, donde hay una ausencia de instituciones que debieran generen los controles sociales que hacen falta.
El tema de la magia negra o el espiritismo, también forma parte de las creencias populares.
El imaginario popular está relacionado con todo esto, porque seguramente un fenómeno de este tipo se va a relacionar con estas cosas.
Se crea incluso una psicosis en los planos social y familiar, que se encarga de actuar donde no actúan las instituciones.
Aquí tendríamos un mito, que trabaja en función de la falta.
Hay una cuestión psicológica social. Estas historias siempre pasan.
Seguramente no va a pasar mucho tiempo en que el mito va a quedar como una historia más, como el viejo de la bolsa o el Petiso Sombrerudo.
Esto atraviesa transversalmente a todas las clases sociales, no hay clases sociales en las que se quede instalado el mito.
Los mitos trabajan así, no dejan de ser un tema para la charla en cualquier ámbito.
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