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miércoles, 19 de mayo de 2010

EL CRISTAL DEL INCA YUPANQUI



Se dice que el inca Yupanqui antes de subir al trono había ido a visitar a su padre, el inca Viracocha.

En el camino, encontró una fuente llamada Susurpugaio. Allí vio un trozo de cristal caído en la fuente, y en ese cristal contempló la figura de un indio con tres brillantes rayos como los del Sol que le salían de la parte trasera de la cabeza. Llevaba un hautu o flequillo sobre la frente, y serpientes enrolladas alrededor de los brazos y en los hombros.

Tenía pendientes en las orejas, como los incas, y vestía también como ellos.

Había una cabeza de león en sus piernas y otro león en los hombros.

El inca Yupanqui tuvo miedo de esta extraña figura, e iba a empezar a correr, cuando una voz le llamó por su nombre diciéndole que no tuviera miedo, porque era su padre el Sol a quien contemplaba, y que él conquistaría muchas naciones, pero que debía recordar a su padre en sus sacrificios y ofrecerle unos ingresos, rindiéndole un gran culto.

Después, la figura se desvaneció, pero quedaba el cristal en el que el inca luego vio todo lo que deseaba.

Cuando llegó a ser rey hizo una estatua al Sol, recordando la figura tanto como fue posible y ordenó a todas las tribus que conquistaba que edificaran espléndidos templos para venerar a la nueva deidad, en vez de al creador.

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