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jueves, 6 de noviembre de 2008

NIÑITO DIOS


Cuenta una curiosa tradición que, en Belén, cuando nació el Salvador del mundo, los animales hablaron milagrosamente y lo hicieron así:

El gallo, anunció:- ¡Cristo náacee!

Y baló la oveja:- En Be-lé-n.

Una cotorra pasó diciendo:- Vaamos, vaamos.

Y el cerdo rezongó:- No, no, no.

Pero el carancho dijo:- Lo veré, lo veré.

Y la palomita, con gran ternura:- ¡Hijo de Santa María!

Como se ve, todos alabaron, de alguna manera a Dios recién nacido menos el cerdo.

De allí que esté condenado a arrastrar el hocico entre el barro y la mugre, repitiendo: - No, no, no.

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