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domingo, 12 de octubre de 2008

VIRGEN DEL PILAR



Aparición de La Virgen del Pilar en Zaragoza, a Santiago y sus discipulos.




La leyenda sobre los orígenes de esta celebración se remonta al año 40, cuando, de acuerdo a la tradición cristiana, la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —antes de su asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar».

Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro.

Este testimonio es recogido por un manuscrito de 1297 de los Moralia, sive Expositio in Job, de Gregorio Magno, que se custodia en el Archivo del Pilar.






Jota aragonesa

En el mundo hay una España,
en España un Aragón,

y en Aragón una Virgen
y ya no hay cosa mejor.


Es la Virgen del Pilar

la que más altares tiene:
no hay ningún aragonés
e en su pecho no la lleve.

Siempre que me voy del pueblo

me despido de mi madre,
y a la Virgen del Pilar
le pido que me la guarde.

No pases por Zaragoza

sin visitar El Pilar,
que después, en todas partes

por él te han de preguntar.

Mientras viva un español
nunca te podrán faltar
cantos para tus oídos;
besos para tu Pilar.


Una salve y una copla

y un besico en tu Pilar:
¿Qué más quieres, Virgencita,

que yo te pudiera dar?


No te canto despedida,

que es la última canción,

y despedir tu Pilar,

eso nunca lo hago yo.


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