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jueves, 20 de marzo de 2008

LA LLORONA


Aunque es una leyenda originaria de México, sus llantos han traspasado las fronteras y en más de una oportunidad escuché su llanto en las calles Salvadoreñas, recuerdo como si fuera ayer una noche que dormía en la cama de mi hermana, era la pieza trasera, contigua a la escalera, daba hacia el callejón, tenía 7 años, me costaba dormirme en esa pieza, habían unas muñecas tenebrosas, con trajes brillantes, me daban miedo, desperté para ir al baño, cuando al volver a acostarme empiezo a escuchar un llanto estremecedor, era el llanto femenino de alguien que sufría mucho, uno podría pensar de que era el viento, pero no, esa noche no había viento, abrí la ventana y pude escuchar más claramente el llanto, se me pararon todos los pelos del cuerpo y un escalofrío recorrió mi espalda, fui a despertar a mis padres, pero no me pescaron, me acosté en la cama de ellos y no pude dormir en toda la noche, escuché los alardes por más de una hora y luego un silencio sepulcral.

Por Francisco Esquivel Tapia
San Salvador.

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