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sábado, 31 de julio de 2010
EL COLLAR DE FREYA
Siendo la diosa de la belleza, Freya, naturalmente, era aficcionada a los vestidos, a los ornamentos relucientes y las joyas preciosas.
Un día, mientras se encontraba en Svartalfheim, el reino bajo tierra, vio a cuatro enanos fabricando el más bello collar que ella había visto nunca. Casi fuera de sí por el deseo de poseer este tesoro, llamado Brisingamen y era un símbolo de las estrellas, o de la fertilidad de la tierra, Freya imploró a los enanos para que se lo regalaran; pero ellos rehusaron hacer tal cosa, a menos que ella les prometiera concederles su amparo.
Tras obtener el collar a este precio, Freya se apresuró a ponérselo y su esplendor aumentó tanto sus encantos que lo llevó puesto día y noche, pudiéndosela convencer sólo ocasionalmente para que se lo prestara a otras divinidades.
Thor, sin embargo, llevó este collar cuando se hizo pasar por Freya en Jötunheim, y Loki lo codició y lo hubiese robado de no haber sido por la vigilancia de Heimdall.
Freya también era la orgullosa propietaria de una vestimenta de halcón, o plumas de halcón, que permitía al que se la ponía volar a través del aire como si fuese un pájaro; esta vestimenta era tan valiosa que Loki la tomó prestada en dos ocasiones, y la misma Freya la utilizó cuando fue en busca del desaparecido Odur.
Ya que Freya era también considerada como diosa de la fertilidad, a veces era representada conduciendo junto a su hermano Frey el carro tirado por el jabalí de las cerdas de oro, esparciendo, con manos pródigas, frutas y flores para alegrar los corazones de la humanidad. Sin embargo, ella tenía un carro propio, en el que viajaba con frecuencia. Éste era tirado por gatos, sus animales favoritos, los símbolos del cariño y la sensualidad, o las personificaciones de la fecundidad.
Frey y Freya eran tan venerados en el Norte que sus nombres, con formas modificadas, se utilizan todavía como las palabras "señor" y "señora", y un día de al semana se conoce como día de Freya, el viernes, por la gente angloparlante.
Los templos dedicados a Freya eran muy numerosos y fueron mantenidos durante mucho tiempo por sus devotos, el último en Magdeburgo, Alemania, el cual fue destruido por orden del emperador Carlomagno.
viernes, 30 de julio de 2010
MAMÃE OXUN
En Brasil día 8 de diciembre es día de la “Mamãe Oxun”, considerada en la santería como la diosa de la fertilidad, del oro, belleza y amor.
En Cuba, con su manto dorado, destaca se La Virgen de la Caridad del Cobre, la “Cachita”, en Brasil “Oxum” esta representada por muchas santas, en general por Nuestra Señora Aparecida.
Ochun, o “Oxum” como se escribe en portugués, es un nombre de un río en Nigéria. Por eso es considerada dueña de de las aguas dulces, de ríos y lagos, ese es su elemento.
Ella comparte con Yemanjá la maternidad, cuida de las mujeres que están o quieren estar embarazadas y de todos los niños y niñas.
Existen 16 tipos distintos de Oxun, de las casi adolescentes hasta las más viejas, siendo ese número el sagrado de la madre de las aguas, la leyenda habla que las más viejas viven en las partes más profundas del río y las más jóvenes en las partes más rasas.
Entre las dieciséis, tres son marcadas como guerreras (Apara la mas violenta, Iê Iê Kerê, que usa el arco y flecha, e Ié Ié Iponda, que tiene la espada), la grande mayoría es pacifica, no les gusta lucha ni guerras, son dulces, vanidosas, femeninas y amorosas.
La leyenda cuenta que Ochun era la hija más amada de Oxalá (Obatalá). Dueña de belleza y dulzura sin igual, seducía a todos por su inteligencia y gracia, extremamente curiosa y apasionada, una vez quise aprender con Orunmilá, mejor amigo de su padre, a saber el futuro.
Como Oluô, dueño de los secretos, no podría ser ocupado por una mujer, Orunmilá ya viejo, dijo que “no”, no podría enseñar el juego de las adivinaciones a Ochun.
Entonces ella sedujo a Exu, él sin poder resistir a sus encantos robó el juego de Ikin de Orunmilá. Para asegurar que ella podría ver el futuro, huyó para la foresta y fue enseñada por las Iyami Oshorongá, brujas africanas.
Como Exu robó los secretos de Orunmilá, el Dios de las adivinaciones fue obligado a compartir con Ochun los secretos de su oráculo y le regaló las dieciséis caracolas con que hasta hoy las mujeres juegan el futuro.
Así Ochun representa poder femenino, sabiduría y intuición.
Más tarde, Ochun encontró a Oxóssi en la mata y se enamoró de él. En el agua de los ríos y la foresta tuvieron un hijo, llamado Logun – Edé, el niño mas bello e inteligente que haya existido.
A pesar del amor de Ochún por Oxóssi, en una de las largas ausencias de él, ella fue seducida por la belleza, los regalos y el poder de Changó, hermano de Oxóssi, rompiendo su unión con el díos de la foresta y de la cacería.
Como Changó no aceptaba a Logun – Edé en su palacio, Ochun dejó a su hijo, usando como disculpa la curiosidad del niño, que un día fue a mirarla bañándose en el río.
Ella pretendía abandonarlo solo en la foresta, pero el niño se escondió en la falda de Iansa, la diosa de los Rayos que estaba cercana. Ochún le regaló su hijo y partió con Changó para tornarse su esposa favorita y compañera.
jueves, 29 de julio de 2010
EL TORO YACU
Toro Yacu es el nombre de una vertiente del Río Hondo, del quichua: yacu - agua.
En la zona de Toro Yacu y Galiano, de grandes hacendados, dicen que aparecía un toro barroso, de astas de oro.
Tanto rodó el cuento que un día el dueño de una hacienda subió a un árbol para descubrir la verdad.
Fue al lugar donde hacia su aparición. Al poco tiempo vio que un toro bayo se acercaba bufando al "ojo" de la vertiente de TORO YACU, de donde surgió un toro barroso.
Como un conjuro empezaron a reunirse en torno a los animales-
Cuando todos estuvieron juntos, el bayo y el barroso empezaron a pelear.
Al día siguiente, bien temprano, regreso al lugar de la lidia. Seguía la pelea. Recién como a las doce, el bayo pudo vencer al barroso que se sumergió en las profundidades del manantial desapareciendo para siempre.
No se supo, después, que se hizo. La hacienda no volvió jamás al lugar. Pero por donde paso fue dejando carriles anchos en medio del bosque.
También suele aparecer en la vertiente de TORO YACU una niña de cabello rubio.
Imagen Google
elsuplemento.com
elsuplemento.com
En cuanto a la profundidad de sus aguas dicen "que no se le ve el fin, ni tirando pesas".
miércoles, 28 de julio de 2010
FREYJA, DIOSA DE LA FERTILIDAD
Freyja (o Freya) es, en la mitología nórdica, la diosa de a fertilidad, el amor y el sexo.
A diferencia de la mayor parte de las deidades de Asgard no pertenece al linaje de los Ases, sino al de los Vanes.
Llegó desde el lejano Vanaheim junto a su padre Niord y su hermano Freyr, dentro de un intercambio que cerró la guerra entre las dos familias de dioses.
En las tierras de Asgard que corresponden a Freyja, Folkvang, se levanta su palacio Sessrúmnir, tan inexpugnable que sólo se puede entrar en él con permiso de la diosa, y al cual van a parar tras su muerte parte de los guerreros caídos en combate (la diosa tiene derecho a la mitad, según se explica en las Eddas) y las doncellas, probablemente las que se autoinmolaban (real o simbólicamente) tras la muerte de sus amados. En Sessrúmnir se reúnen los amantes separados por la muerte.
Cuando abandona su imponente palacio, Freyja lo hace a bordo de un carro tirado por gatos o montada sobre su jabalí dorado Hildisvín. Dispone también de un manto de plumas que al ponérselo la transforma en águila, permitiéndole desplazarse por el cielo con más rapidez que cualquier otro dios.
Freyja viaja a menudo. Ha estado en casi todos los países del mundo, buscando a su marido Od, quien desapareció durante un viaje para no regresar jamás, y al cual llora amargamente con lágrimas que antes de tocar el suelo se convierten en oro. Por ello, los poetas escaldos llaman al metal dorado “las lágrimas de Freyja”.
En cada lugar Freyja que visitó, sus habitantes le dieron un nombre nuevo, por lo cual puede ser nombrada de muchas formas distintas: es Hörn (Lino), Gefn (La Generosa), Sýr (La del Cerdo), Mardöl (Resplandeciente en el Mar), Thrungva (La de los Brotes) y también Vanadís (Señora de los Vanes). “Freyja” significa “señora”, y los nombres de sus hijas, Hnoss y Gersimi, “tesoro”.
martes, 27 de julio de 2010
RIGER
Heimdall dejó su lugar en Asgard un día para pasear por la Tierra, como los dioses solían hacer en ocasiones. No había caminado aún mucho cuando llegó hasta una pobre cabaña a orillas del mar, donde se encontró con Ai (bisabuelo) y Edda (bisabuela), una pobre pero respetable pareja, que le invitaron de forma hospitalaria a compartir su exigua comida de gachas de avena. Heimdall, que dijo llamarse Riger, aceptó gustoso la invitación y permaneció con la pareja durante tres días enteros, enseñándoles muchas cosas.
Al concluir este tiempo, se fue para continuar con su viaje. Algún tiempo después de su visita, Edda dio a luz a un niño de piel oscura y rechoncho, a quien llamó Thrall.
Thrall pronto mostró una fuerza física poco común y grandes aptitudes para los trabajos pesados, una vez hubo crecido, tomó como esposa a Thyr, una chica de constitución gruesa con las manos quemadas por el sol y pies planos que, al igual que su marido, trabajaba de sol a sol. Muchos hijos nacieron de esta pareja y de ellos, descendieron todos los siervos de la gleba o esclavos del Norte.
Tras dejar la pobre cabaña y la desolada costa, Riger se dirigió hacia las tierras del interior, donde en poco tiempo llegó hasta unas tierras cultivadas y una fértil granja. Entrando en esta confortable morada, se encontró a Afi (abuelo) y Amma (abuela), que le invitaron hospitalarios a sentarse con ellos para compartir la simple pero abundante comida que habían preparado para su almuerzo.
Riger aceptó la invitación y permaneció allí tres días con sus anfitriones, impartiéndoles toda clase de conocimientos útiles para ellos.
Tras marcharse de su casa, Amma tuvo un robusto hijo de ojos azules, a quien llamó Karl. Mientras crecía, demostró grandes habilidades en la agricultura y a su debido tiempo se casó con una rolliza y hacendosa esposa llamada Snor, la cual le dio muchos hijos, de los que desciende la raza de los agricultores.
Dejando la casa de esta segunda pareja, Riger continuó su viaje hasta que llegó a una colina, sobre la cual se erigía un majestuoso castillo. Allí fue recibido por Fadir (padre) y Modir (madre), los cuales, bien alimentados y vestidos lujosamente, le recibieron cordialmente y le agasajaron con exquisitas carnes y deliciosos vinos.
Riger permaneció tres días con esa pareja, tras lo cual regresó a Himinbjorg para reanudar su guardia como vigilante de Asabridge y al poco tiempo, la esposa de la tercera pareja tuvo un hermoso y esbelto hijo, a quien llamó Jarl. Este niño mostró pronto una gran afición por la caza y toda clase de ejercicios marciales, aprendió a interpretar runas y vivió para realizar grandes hazañas de valor que hicieron su nombre distinguido, añadiendo gloria a su estirpe. Tras alcanzar la edad adulta, Jarl se desposó con Erna, una doncella aristocrática y de esbelta figura, que gobernó su casa sabiamente y le dio muchos hijos, todos ellos destinados a gobernar, el más joven de los cuales, Konur, se convirtió en el primer rey de Dinamarca.
Esta leyenda ilustra bien el marcado sentido de clase social que existía entre las razas nórdicas.
lunes, 26 de julio de 2010
LOS NOMBRES DE HEIMDALL
Heimdall tiene otros nombres, entre los cuales encontramos los de Hallinskide e Irmin, pues a veces ocupaba el lugar de Odín y era identificado con aquel dios, al igual que con otros dioses de espada, Er, Heru, Cheru y Tyr, que destacaban todos por sus relucientes armas.
Él, sin embargo, es más conocido generalmente como el custodio del arco iris y dios del cielo y de las fértiles lluvias y rocíos, que traen frescor a la Tierra.
Heimdall compartía además con Bragi el honor de darles la bienvenida a los héroes en Valhalla y, bajo el nombre de Riger, era considerado como el señor divino de varias clases sociales que componen la raza humana.
domingo, 25 de julio de 2010
HEIMDALL, LOKI Y FREYA
Su extremada agudeza de oído le causó a Heimdall que le molestara una noche el suave sonido de lo que parecía ser pasos de gato en dirección al palacio de Freya, Folkvang.
Proyectando su vista de águila en la oscuridad, Heimdall percibió que el sonido era producido por Loki, el cual, habiendo entrado sigilosamente en el palacio como una mosca, se había aproximado al lecho de Freya y estaba intentando robar su brillante collar de oro, Brisingamen, el emblema de la fertilidad y la armonia de la Tierra.
Heimdall vio que la diosa se encontraba dormida en una postura que hacía imposible abrir su collar sin ser despertada.
Loki permaneció dubitativo al lado de su cama durante unos momentos y entonces comenzó a murmurar las runas que les permitían a los dioses cambiar de forma según su deseo. Al hacer esto, Loki se vio reducido hasta alcanzar el tamaño y la forma de una pulga, tras lo que se deslizó bajo las sábanas y picó el costado de Freya, causando de esta manera que ella cambiara de posición sin ser despertada de su sueño.
El cierre estaba ahora a la vista y Loki, abriéndolo cuidadosamente, obtuvo el codiciado tesoro y procedió a marcharse con él sin dilación.
Heimdall se lanzó inmediatamente en persecución del ladrón nocturno y, alcanzándole rápidamente, desenvainó su espada de la funda con la intención de cortar su cabeza, cuando el dios se transformó en una parpadeante llama azul.
Rápido como el pensamiento, Heimdall se transformó en una nube y envió un diluvio para apagar el fuego.
Sin embargo, Loki alteró su forma con la misma velocidad para transformarse en un oso polar que abrió sus fauces para tragarse el agua.
Heimdall, sin dejarse intimidar, adquirió entonces a su vez la forma de un oso y atacó ferozmente.
Pero como el combate amenazaba con acabar desastrosamente para Loki, se transformó en una foca y tras imitarle Heimdall, una última lucha tuvo lugar, que concluyó con Loki viéndose forzado a entregar el collar, que fue debidamente devuelto a Freya.
En esta leyenda, Loki es un símbolo de la sequía o de los funestos efectos del calor demasiado ardiente del Sol, que viene a robarle a la Tierra (Freya) su más preciado ornamento (Brisingamen). Heimdall es una personificación de la lluvia y el rocío gentil, que, tras luchar durante un rato contra su enemigo, la sequía, termina por derrotarla y le obliga a renunciar a su premio.