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sábado, 15 de agosto de 2009
VIRGEN DE ORKOPIÑA
Cuenta la leyenda que existía una pastora cuya familia era muy pobre.
Diariamente se ocupaba de llevar unas pocas ovejas a ramonear entre los arbustos del pedregoso cerro Orkopiña (Urkupiña).
Un día se presentó ante ella la virgen quien le dijo:
-"Levanta unas piedras y trasládalas a tu casa".
La niña la obedeció y levantó unos guijarros que guardó en su "llijlla" y, con su carga a cuestas, regresó a su hogar.
Allí, ante sus asombrados ojos, se presentó un milagro: las piedras se habían convertido en plata.
En Quillacollo se realiza la festividad de la "Virgen de Urkupiña", el 15 de agosto de cada año.
viernes, 14 de agosto de 2009
EL PEHUÉN.
LEYENDA DEL PEHUÉN O ARAUCARIA
Desde siempre Nguenechén hizo crecer el pehuén en grandes bosques, pero al principio las tribus que habitaban esas tierras no comían los piñones porque creían que eran venenosos.
Al pehuén o araucaria lo consideraban árbol sagrado y lo veneraban rezando a su sombra, ofreciéndole regalos: carne, sangre, humo, y hasta conversaban con él y le confesaban sus malas acciones.
Los frutos los dejaban en el piso sin utilizarlos. Pero ocurrió que en toda la comarca hubo unos años de gran escasez de alimentos y pasaban mucha hambre, muriendo especialmente niños y ancianos. Ante esta situación los jóvenes marcharon lejos en busca de comestibles: bulbos de amancay, hierbas, bayas, raíces y carne de animales silvestres. Pero todos volvían con las manos vacías.
Parecía que Dios no escuchaba el clamor de su pueblo y la gente se seguía muriendo de hambre. Pero Nguenechén no los abandonó...
Y sucedió que cuando uno de los jóvenes volvía desalentado, se encontró con un anciano de larga barba blanca. – “¿Qué buscas, hijo?” - le preguntó
– “Algún alimento para mis hermanos de la tribu que se mueren de hambre. Por desgracia no he encontrado nada”.
– “Y tantos piñones que ves en el piso bajo los pehuenes, ¿no son comestibles?”
– “Los frutos del árbol sagrado son venenosos, abuelo” -contestó el joven.
– “Hijo, de ahora en adelante los recibiréis de alimento como un don de Nguenechén. Hervidlos para que se ablanden, o tostadlos al fuego y tendréis un manjar delicioso. Haced buen acopio, guardadlos en sitios subterráneos y tendréis comida todo el invierno”.
Dicho esto desapareció el anciano.
El joven siguiendo su consejo recogió gran cantidad de piñones y los llevó al cacique de la tribu explicándole lo sucedido. Enseguida reunieron a todos y el jefe contó lo acaecido hablándoles así: - “Nguenechén ha bajado a la tierra para salvarnos. Seguiremos sus consejos y nos alimentaremos con el fruto del árbol sagrado, que sólo a él pertenece”.
Enseguida comieron en abundancia piñones hervidos o tostados, haciendo una gran fiesta.
Desde entonces desapareció la escasez y todos los años cosechaban grandes cantidades de piñones que guardaban bajo tierra y se mantenían frescos durante mucho tiempo.
Aprendieron también a fabricar con los piñones el chahuí, bebida fermentada. Cada día, al amanecer, con un piñón en la mano o una ramita de pehuén, rezan mirando al sol:
"A ti te debemos nuestra vida, y te rogamos a ti, el grande, a ti nuestro padre, que no dejes morir a los pehuenes. Deben propagarse como se propagan nuestros descendientes, cuya vida te pertenece, como te pertenecen los árboles sagrados".
jueves, 13 de agosto de 2009
HADA MADRINA
El ser místico y mágico conocido como hada madrina, puede conceder deseos, o cambiar algo con el uso de la magia.
Su presencia suele ser beneficiosa, y ha sido representada como un hada con rasgos que muestran madurez y experiencia.
Otorga gracias y dones especiales a los recién nacidos, y continúa protegiéndolos durante toda su vida de modos diferentes.
Los ancestros de las Hadas madrinas son las Tres Madres Célticas, que residían en lugares especiales y mágicos, como las fuentes de aguas curativas, pozos sagrados y emplazamientos místicos casi siempre inalcanzables.
Las Hadas Madrinas son bien conocidas figuras de los cuentos y el folklore de muchos países, donde mitigan dolores, marca el camino a través de rutas seguras, y mantienen a salvo de su inexperiencia y desaprensión a los jóvenes héroes en sus batallas y jornadas de peligro.
En muchos relatos, el Hada madrina puede cambiar y modificar los efectos de un hada maligna que se ha sentido ofendida y busca venganza
http://lavidaesinfinito.blogspot.com/2010/12/criaturas-mitologicas-con-forma-de_8743.html
Wikipedia
miércoles, 12 de agosto de 2009
CANCIÓN DE LA VIDA
Cuando una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece la canción del niño. Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito.
Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a todos los demás.
Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción.
Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción.
Cuando se inicia como adulto, la gente se junta nuevamente y canta.
Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción.
Finalmente, cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción para acompañarlo en la transición.
En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción.
Si en algún momento durante su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, se lo lleva al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor. Entonces le cantan su canción.
La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad.
"Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros. Tus amigos conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás."
"Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido."
"No necesito una garantía firmada para saber que la sangre de mis venas es de la tierra y sopla en mi alma como el viento, refresca mi corazón como la lluvia y limpia mi mente como el humo del fuego sagrado"
Tolba Phanen poeta africana y defensora por los derechos civiles de las mujeres.
martes, 11 de agosto de 2009
TULA
Tolteca Bajo friso en relieve, Pirámide de Quetzalcóatl, Tula, México, 950-1150.
Un friso que muestra un cráneo humano que sale de la boca abierta de Quetzalcóatl, representado como la Serpiente Emplumada.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La Historia de la ciudad de Tula, en el Estado de Hidalgo, se remonta hasta más allá del año 1500 aC. tomando en cuenta el contenido de un libro conocido como Popol Vuh, en el cual se relata lo referente a una migración que procedente de la tierra Quinché (bosque) en la Antigua Quauhtemallan llegó al altiplano estableciéndose en tres sitios que fueron denominados Tulán, Tulá Zueva (La Cueva de Tulán) y Vucub Pec, Vucub Ziban (Siete Barrancas-Siete Cuevas).
Acerca del manuscrito un historiador llamado Hubert Howe Bancroft, autor de la Obra llamada THE NATIVE RACES expresa que todos los pueblos americanos los Quichés de Guatemala nos han legado la más expresiva relación mitológica pues su descripción de la creación referida en el papel Vuh, considerado como el libro sagrado o libro nacional de los Quichés es en ruda y extraña elocuencia y poética originalidad una de las más raras reliquias del pensamiento aborigen. Y si se ha expresado lo referente a la creación es porque está amalgamada o involucrada en lo relativo al nombre de la actual Tula el Popol Vuh se refiere como algunos Dioses, entre ellos Tzacol-Bitol (creador-formador) y Tepeu-Gucumata (señor Quetzal-serpiente) hicieron brotar la tierra entre el agua; hicieron luego los árboles y animales y finalmente un hombre de tierra de lodo aunque enseguida se dieron cuenta de que no prevalecería pues no movía la cabeza, tenía velada la vista y por otra parte llovía o caminaba por los arroyos y charcos se deshacía, razón por la cual los Dioses se olvidaron de él y enseguida tuvieron un parlamento y después de convenir con Ixpicayoc e Ixmucané (abuelos de alba) decidieron hacer el hombre de madera y aunque los reconoció y se multiplicó, pronto se olvido de ellos por lo que mandaron caer un gran diluvio que causó que se acabaran los muñecos de palo y estando en nueva celebración llegaron cuatro animales que fueron yak (gato montés), quel (cotorro) e itoh (cuervo) quienes dijeron que en Paxil y Cayalá estaban crecidas las mazorcas blancas y amarillas.
Los dioses fueron al sitio indicado, guiados por los animales mencionados y luego se concertaron con Ixmucané (abuela del alba) quién molió el maíz haciendo más y atole mientras los dioses daban forma al cuerpo del hombre con cañas de y luego con masa lo moldearon y lo impregnaron con atole y de ésta manera con maíz y sólo con maíz fueron hechos los primeros hombres que fueron llamados balam-quitzé (tigre de la risa dulce), balam-abab (tigre de la noche); mahucutah (áspero o no alisado) e iqui-balam (tigre de la luna). Luego mientras dormían los dioses les proporcionaron sus mujeres que se llamaron Caha-Palune (agua de cascada), de balam quitzé, chomiha (agua preciosa), la de balam-abab, Tsunugninihaq (agua de gorriones), la de mahucuta, caquizaha (agua guacamaya) de iquibalam; estas cuatro parejas fueron el tronco y maíz de muchas generaciones y después de algún tiempo emprendieron una peregrinación hacia el norte costeando quizá el litoral del Golfo de México ésta migración llegó a un lugar llamado Tulán en donde estuvieron algún tiempo y muchas fueron las familias que ahí llegaron estableciéndose durante algún tiempo cuando salieron de Tulán se desparramaron hacia distintos rumbos; unos tomaron el nombre de yaquis, otros fueron hacia el sur a Quahtemallan siendo los antecesores de muchos tribus que fueron muy conocidas y un grupo marchó hacia el sureste tomando el nombre de olomen que fue el antecesor de los Olmecas.
El significado de Paxil es "aguas extendidas" y el de Cayalá "aguas hediondas" uno de los más connotados investigadores de las culturas americanas Charles Etienen Brasseaur piensa que estaban ubicadas en la región de Tabasco donde el Usumacinta se divide en varios brazos y Hubert Howe Bancroft piensa que Paxil y Cayalá estaban entre el Palenque y el Usumacinta; en Tulán como es lógico suponer aconteció de los grupos que tomaron muy distintos nombres y hablaron también distintas lenguas es decir cuando llegaron a Tulán todos hablaban una misma pero al separarse ya nunca volvieron a entenderse y según los estudios arqueológicos el centro ceremonial de La Venta se construyó hacia el año 1200 aC. y suponiendo que los Olmecas hayan durado entre 100 y 150 años y que el tiempo que hicieron desde Tulán fue casi el mismo, puede suponerse que estuvieron en Tulán hacía el año 1500 aC.
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lunes, 10 de agosto de 2009
DEL ZORRO Y LA CHUÑA
Para el aborigen el zorro es un animal astuto y por ello temido debido a que nunca sabe si su astucia será para bien o para mal, por eso cada vez que se le dice a una persona ¡Sos un zorro! hace referencia a esta característica.
Esta historia comenzó cuando en el Chaco hubo un largo período de sequía y grandes calores, por lo tanto el agua escaseaba debido a esto en los lugares que había un charco su dueño lo protegía y en este caso era una chuña la dueña absoluta de la aguada.
Un sediento zorro observaba el charco pero conociendo el carácter de la chuña dudaba de acercarse; pero la sed era más grande y venciendo su temor se acercó lo más simpático que pudo y le rogó que le dejara beber. La chuña recordando muchas picardías que el zorro le hizo a ella y sus parientes, le dijo que no y lo desafió a una carrera, el primero en llegar se adueñaría del charco. Como el zorro no vio dificultad en ganarle aceptó.
Cuando estaban en posición, el zorro sabiendo lo cansado que se sentía saltó antes que la chuña impartiera su voz de largada, pero la chuña con grandes zancadas llegó antes, esto no le gustó al zorro, e igual quiso beber, empujó a la chuña, y se produjo así un enfrentamiento entre ellos; en un momento de la pelea la chuña le dio una patada que lo hizo dar una vuelta por el aire cayendo sentado arriba de un tronco de un árbol quedando aprisionado por su parte trasera, los gritos de dolor y de angustia no mortificaron a la chuña ni a otros animales del bosque debido a que conocían las mañas del zorro, pensaron que seguramente era otra de sus zorrerías.
Ya habían pasado cuatro o mas días cuando el zorro vio acercarse un remolino y con lo que le quedaba de voz le pidió ayuda (el remolino es un duende que viene dando vueltas y vueltas) el duende se acercó al zorro y recordando, aunque parezca extraño, que en el pasado este le prestó ayuda; lo liberó.
Lo primero que hizo el zorro fue comer todo lo que encontraba en su camino; chañar, mistol que abundaban en esta temporada, pero muy afligido veía que todo lo que comía no era retenido, se le caía por atrás. De nuevo angustiado pidió a gritos que alguien lo ayudara.
Todos oyeron su lamento, pero nadie se atrevía a acercarse a él, solamente lo hicieron las rubiecitas -avispitas doradas- (descendientes del pueblo que no conoció el mal) le taparon su parte trasera con cera fabricada por ellas, el zorro probo de nuevo alimentarse y al ver que retenía las frutas agradeció a las rubiecitas pero cuando quiso hacer sus necesidades hizo un pequeño esfuerzo y cayó toda la cera, encontrándose en la misma situación.
Volvió a pedir ayuda y esta vez fue a la boquilla de barro -avispas negras del árbol- (descendientes del pueblo que no conoció el mal) que lo ayudaron, taparon con barro la parte afectada; el zorro probó algunas frutas y haciendo un esfuerzo vio que su parte trasera resistía, esto lo llenó de confianza y comenzó a comer abundantemente hasta quedar satisfecho, pero cuando quiso hacer su necesidad no pudo debido a que la boquilla de barro se olvidó de hacer un agujerito.
Los días pasaban y la panza del zorro estaba a punto de explotar, este se revolcaba de dolor, en esta ocasión todos los animales y pájaros querían ayudar pero no sabían como, fue entonces que se presentó el pájaro carpintero con su poderoso pico ofreció darle la solución al zorro, haciéndole una abertura para aliviarlo de su dolor.
Al saberse esto todos los pájaros acudieron al lugar (en esa época todos los pájaros eran grises, ninguno tenía color).
El carpintero presto a iniciar su tarea miró a su alrededor y vio a pájaros de todas las especies que comenzaron a rodearlo y preocupado por lo que pudiera pasar pidió que se alejaran, pero ellos curiosos no le prestaron atención.
Entonces comenzó con su tarea, cuando estaba a punto de terminar volvió a insistir que se alejaran pero nadie le hizo caso, de pronto se oyó una gran explosión y el producto del zorro manchó a todos, el primer pintado fue el propio carpintero, la sangre manchó su cabeza de allí su copete rojo, todos, por igual fueron salpicados, las más tímidas, las palomitas, que estaban un poco mas alejadas del lugar; solo sus patitas fueron salpicadas por un poco de sangre, por eso siguen siendo grises como su antiguo color.
Debido a este hecho los pájaros obtuvieron sus colores.
Hasta el día de hoy en nuestra comunidad cuando se acerca un pajarito por sus colores sabemos si es curioso o no.
Imagen
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domingo, 9 de agosto de 2009
CAE UN METEORITO
EL MORDISCO DEL DIABLO[1]
SELECCIÓN DE FRAGMENTOS.
Ocasionalmente surge en sus vidas un hito cultural. Algo que marca un antes y un después. Una tormenta cuya violencia supere a cuantas ellos recuerden, por ejemplo. Algo realmente trascendente. Inolvidable.
Un anciano, con sus ojos nublados ya en horizontes de ayeres, con fonemas guturales narra a unos párvulos sentados en torno a unos montículos de piedras partidas (por la elaboración lítica), la experiencia de un ancestro, cuando en una clara y temblorosa madrugada de escarchas y luna llena, mientras estaba orinando contra unos curros, oyó en lo alto del cerro una sórdida y extraña conmoción. Alzando los ojos muy arriba, vio estupefacto cuando una enorme mole de piedra se desprendía y comenzaba a desplomarse hacia él, rodando en grandes saltos, pulverizando piedras en cada impacto. Golpeó a unos diez metros de él, en la vereda desde donde observaba aterrado. Sus ojos se llenaron de arenas, su cuerpo se crispó ametrallado por las esquirlas que llegaron a clavarse en su cuerpo. En actitud temblorosa, fetal y convulsiva, cayó al suelo, ensordecido y exánime. Trémulo, recibió sobre su sangrante humanidad, un último aluvión de piedras partidas, grava y polvo que aún venían cayendo desde lo alto. Casi inconsciente, alcanzó a ver, con un solo ojo, cómo aquella enorme roca, echando chispas, brincaba hacia allá abajo, hasta quedar plantada donde todavía está.
Esa enorme roca, ya nunca fue como las demás. De ahí, pasó a ser un símbolo: “La piedra de aquella historia del ‘orinacurros’ ancestro del anciano”.
Ahora cae el ocaso. Sobre un monolítico promontorio, como todos los días a esa hora, se perfila entre arreboles, la silueta del anciano de la historia.
En actitud mística e introspectiva. Catatónico. Ojos cerrados. Tal vez en secreta plegaria. Entregando su ser y su gente a esa Santa Naturaleza de la que siente que proviene; con la que comparte los días de su tránsito temporal.
Todos lo miran... Solemnes.
Todos lo admiran... Silenciosos.
Muchos lo imitan... Emocionados.
La base más ancestral y perfecta de la convivencia es el respeto... que es Amor.
Nadie ha advertido un signo extraño en el festival policromo del firmamento. Un extraño punto luminoso. No tan azulado como el lucero. Una criatura lanza el grito gutural de sorpresa. Lo señala con gesto vigoroso, espontáneo y elocuente usando, tal como nosotros, sus dedos índices. Todos miran extrañados hacia donde el niño señala con insistencia, y replican el gesto indicativo del niño.
¡No es una estrella! Tomando referencia con la falda de la sierra advierten que se desplaza muy lentamente; esto duplica la excitación de todos. Las voces de sorpresa son escuchadas por vecinos de otras terrazas, más abajo, en esa suerte de vivienda en propiedad horizontal que es el hábitat serrano.
Se hace cada vez más perceptible y su aparente lentitud parece aumentar. Esto incrementa paralelamente el ritmo de la expectativa que ya empieza a ser inquietante.
Las aves desaparecen y el abrupto silencio de sus cantos crea un vacío inaudito.
Expreso mi sincerto agradecimiento al autor, Eduardo Néstor Gracia por compartir su trabajo con nosotros.