Ricardo Manuel Gómez Oroná nació en Santiago del Estero el 25 de septiembre de 1955. Como buen santiagueño cantó y bailó desde muy chico. Su padre don Manuel fue un destacado bailarín. A los 7 años Jacinto debuto como cantante en el viejo club Belgrano. Durante un tiempo anduvo actuando por peñas y festivales como “Ricardito el niño cantor”.
Mas tarde la familia viaja a Bs. As. a radicarse fue allí donde empieza a abrirse camino en el ambiente musical. Ya en su juventud, Cuti Carabajal lo relaciona con Horacio Guarany, su ídolo de toda la vida, quien lo bautiza “Jacinto Piedra” y le posibilita la primera grabación como solista. El álbum se titula “El incendio del poniente”. Se edita en el sello CBS, con temas propios (algunos con Adolfo Marino Ponti) y de Peteco Carabajal.
Con un breve paso por Bolivia y Perú, Jacinto aparece en el ambiente artístico Santiagueño bajo la tutela de Cuti que lo presenta en el Festival de la chacarera en el año 1983 realizado en el Hipódromo, sobre la margen derecha del rió Dulce. Posteriormente es invitado por don Sixto Palavecino para participar en la grabación del L. P. “Por qué por quien”. Jacinto gravo el aire de chacarera “Te voy a contar un sueño”, tema que alcanzo gran difusión y define a nivel popular su particular visión por la poesía y el canto. Por esa época, su relación con León Gieco le permite actuar con el grupo del santafecino en varias ciudades argentinas.
En el 85 el “Chango” Farias Gómez lo convoca a formar parte del grupo MPA, Músicos Populares Argentinos, junto a Verónica Condomí; Peteco Carabajal y el “Mono” Izaurralde. MPA grabo 2 discos “Nadie mas que nadie” en el 85 y “Antes que cante el gallo” en el 87.
Desvinculados de MPA. Jacinto y Peteco forman “Santiagueños” que acercó a la juventud de gran parte del país a las expresiones folklóricas. El disco “Transmisión Huaucke” aun sigue vigente y recientemente fue editado en CD, lo que confirma su trascendencia tanto artística como comercial.
Disuelto el grupo, Jacinto continúo su carrera solo o acompañado por el grupo “Kausay”, también con Tucho Ruffa y el grupo “La Calle”.
En los últimos tiempos participa activamente junto al payador Lázaro Moreno en la campaña política del MOP, Movimiento de Opinión Provincial. En la madrugada del 25 de Octubre de 1991 fallece en las cercanías de San Carlos, Dpto Banda. Sus temas mas conocidos: “Hermano Kakuy”, con letra de Juan Carlos Carabajal, “Te voy a contar un sueño”. “Canción del quenero”, “Los niños del mundo” y particularmente la última “Chacarera del amor”, inmortalizan un estilo propio e inconfundible.
Los restos mortales del interprete fueron velados en la “Casa del folklorista” dando lugar a conmovedoras escenas de dolor. En el desfile incesante hubo muchos jóvenes y en la marcha de cortejo por las calles de la ciudad, el pueblo volcó a darle el último adiós.
Tenía 36 años. Adiós Hermano Jacinto.
La noche del domingo 20 de octubre de 1991, “Ventana Abierta” entrevistaba a Jacinto Piedra en su domicilio del Barrio Belgrano.
En la madrugada del viernes 25, un accidente truncaba la vida del popular artista santiagueño.
"Alma elegida. Te vas empuñando una guitarra. Tu canto azul, más que nunca azul de cielo, ya se encarna en el caballo cósmico que siempre te ha esperado.... para eternizarte. Partir es volver. Volver significa no haberse ido nunca."
“Nos fuimos a vivir a Buenos Aires cuando yo era muy chiquito. Viví parte de mi niñez y juventud en Morón.
Extrañaba mucho Santiago.
Extrañaba el canal de Tala Pozo, los juegos; el clima extrañaba.
Buenos Aires es muy frío.
Me acuerdo que había llevado pantalones cortos, mi hermana había llevado pollerita y allí se usaba ya ropa mas abrigada.
Cuando sos chico no decides por vos.
El desarraigo que dicen algunos no se produce por uno ni por los padres de uno.
Las condiciones sociales que atravesaban la provincia en esos momentos obligo a emigrar a mucha gente.
Peteco también ya se había ido con los padres.”
La Aventura Musical en Buenos Aires.
Allá era simplemente Ricardo Manuel Gómez, y en los escenarios se presentaba como Ricardito “el niño cantor”. El chico santiagueño de voz prodigiosa, el que a los 8 años deslumbró el auditorio de la prestigiosa Radio EL Mundo.
A los 12 años ya andaba mezclado en los grupos de música progresiva. Tocaba el bajo y cantaba en “Malva Blues”, de Morón y luego en “El Obelisco”.
“Con Peteco somos amigos desde chicos, desde los primeros años. Éramos del mismo barrio, Peteco, por ejemplo se largo a cantar más grandecito. Yo estudiaba guitarra y tocaba con grupos. Éramos los primeros que tenían el pelo largo, las camisetas y todas esas cosas. Mi raíz estaba en el folklore. Venia de todo lo que era Santiago. Pero en ese momento la música progresiva nos gustaba a todos.
Así fue que anduvimos muchos años en esto, pero después, la música que se llamo progresiva, al comercializarse, al ser empresa, entonces la música empieza a ser proyectos de empresarios y es ahí cuando los intereses corrompen todo. Toda la espiritualidad, la energía, todo lo que seria el arte.
El arte fundamentalmente se basa en los sentimientos y en la espiritualidad, yo creo que aun el mas hipócrita de los artistas si es artista en el alma tiene cosas buenas.
Lo de la música progresiva se descompone, y bueno sobreviven los que han podido acomodarse a este sistema, a este juego.
Dentro de eso, nosotros empezamos a organizar nuestros primeros recitales, como una manera de hacernos ver y conocer. Teníamos en claro que lo mas importante de esto era el publico.”
Jacinto Piedra nace cuando Horacio Guarani queda admirado de su canto y se convierte en su padrino artístico. En 1983 Jacinto graba su primer disco.
“Los discos son importantes cuando son hechos en función del arte.
Hubo sellos como Trova, como Diapasón, otros sellos independientes donde el artista tenía real acceso a la grabación. Iba mejorando el panorama. Yo siempre he sido un intérprete, pero me he puesto a componer a pesar de que considero que hay gente con mucho mas talento que yo para eso pero me largaba a componer para pincharlos a los demás, para que produzcan mejores cosas los que tienen talento. En Santiago se han dado cosas muy importantes los últimos años.
Al hacer los temas es como una manera de mostrarse uno.
Yo trato de inspirar a músicos como yo, o más jóvenes, que recién empiezan para que se animen y hagan música. Trato de transmitirles la experiencia que uno a adquirido sobre el escenario.”
¿Qué es lo que puede da un músico a la comunidad?
-Nosotros los músicos somos en vehículo del mensaje que te esta tirando la gente. Y uno debe escucharla, interpretarla. Debe tener el don y el tiempo. Entrar en un estado contemplativo permanente de la vida, de las cosas.
Por ahí preguntan: “che, ¿a que te dedicas?”, “a tocar la guitarra”, “si, ¿pero de que trabajas?”
¿Pasa por ahí el compromiso?
-Por ahí pasa. Te decía lo de los músicos por que yo he sufrido mucho por no poderme comprar un instrumento.
Un instrumento nuevo no es un equipo de gimnasia. Y el músico necesita un cable, un equipo, una buena guitarra. Y a veces son inaccesibles.
La industria de la música avanza en todo el mundo, entonces nosotros pasamos a ser un servicio utilitario. Y eso lo tenemos que tener bien en claro.
¿Has tenido apoyo por parte de tu familia? -Si, bastante; bueno, ellos también han sido artistas. No he tenido un padre que me ha dicho: “No toques”. Al contrario: “Toca, pero toca bien”, me decía.
Los grandes escenarios que recorrió mi padre con la danza, los he recorrido cantando. Eso es un gran orgullo para mí.
¿Como ves el futuro? -De tanto andar y andar me he convertido yo en un proyecto. Yo soy el proyecto con toda su derivación, ¿no? Ojala un día pueda tener acceso a trabajar por estructuras nuevas dentro del arte así sea que tenga que caer en lo político. Yo quisiera trabajar para poner unas escuelas de piano aquí en Santiago donde haya 10 píanos para que los chicos que tengan mucho talento estudien. Desde muy chiquitos ya, formarlos. Formar camadas, y vas a ver que en 10 años, 20 años, vamos a tener generaciones de excelentes músicos. Yo he venido para trabajar en ese tipo de proyecto en Santiago. Hay otros proyectos que solamente estando al lado del poder se puede luchar por esos espacios estancados que no han progresado en muchos años.
Hay gente que toma las ideas que otros tiran y pasan a ser después los dueños de la pelota. Por lo menos deben leer y conocer el proyecto del otro, acompañar y no copiarlo. Eso es lo lindo. Pero cuando vos no puedes, en tu corazón no existen esas cosas, no puedes hacer nada por nadie. Y ese es un tipo triste.
Yo sigo creyendo que es bueno hacer un conjunto, a tal punto que he armado muchas cosas después de “Los Santiagueños”, espectáculos, todos diferentes, con el grupo vocal Causay, con Horacio Banegas. He impulsado todas esas cosas dentro de lo que puedo hacer. Mira que yo ando en ómnibus, no tengo auto. Ando como puedo pero con ingenio.
He compartido con Orígenes, con Helpidio Herrera, el acceso que yo tenia a los grandes festivales.
-Volcar en tu provincia lo que puedes dar, a partir de la experiencia recogida... -Si. No quiero ir a Buenos Aires ya que todo esta centralizado allá. Desde aquí quiero realizar este proyecto, aunque aparentemente allá tenga mayores posibilidades. Creo que tenemos que caminar por la música, para que este proyecto que compartimos con Santiagueños siga. Tiene que seguir abriendo escuelas de piano, escuelas de guitarra. Uno puede estar en condiciones de ver y acompañar todo eso sin clasificar ni calificar.
A partir de ahí, podemos hacer cualquier revolución sin arma, la mejor, la pacífica. Eso desemboca en la pintura, en el teatro, en el cine, en muchas cosas. Pero lo mas fuerte de Santiago, lo que hay que cuidar es el patrimonio musical que tenemos.
Crear organismos para que a través de los mismos nos unamos y podamos llevar adelante este proyecto. Por que al mas alto gobernante y al mas humilde de los militantes, le gusta la chacarera.”
Extraído del suplemento Nº 2 de "Santiago Guitarra y Copla" - Noviembre de 1991.
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