Nevado Huaguruncho (5723 m) in the Cordillera Oriental of Peru.
Photo taken from the gold district of Huachón during the 2005 field trip of the SEG student chapters of the University of Geneva and the ETH Zürich. Photograph ©: R. Moritz (1.10.2005)
Al contener la rebelión de los Tarumas en Tarma, subiendo al Oráculo de Palcamayo en el Chinchaysuyo hacia el lago de los gatos (lago Junín) para luego dirigirse al norte, el Inka Yupanqui observó en el oriente al gran colmillo blanco y de nieve y lo adoró y dio gracias por darle la victoria en sus batallas y exclamó: “vayan a ver que quiere ese Wajoruncho”, bautizándolo con ese nombre, castellanizado hoy como Huaguruncho o Huagurunchu, quedando en el olvido el nombre ancestral de Huacaronäh, la Apu tutelar de Yaneshas,
Pumpus, y Yaros de Chichaycocha y de Yungas; ordenando que un grupo de orejones y sacerdotes se dirigieran a hacer reverencias al nevado y luego al pie, para divisar la puesta de sol del este y el ocaso en el oeste, erigieron una plaza circular ceremonial con su piedra de sacrificios en el centro y el templo de Inkatana en una especie de abrigo gigantesco de la Apu, muy cerca a unas cuatro lagunas, allí instalaron un círculo con la figura del Inti o quizá la Chakana símbolo mágico religioso que reflejaba el sol consagrando ese lugar como centro energético del poder Inka y oráculo por su conexión con Pachakamak, los místicos orejones y sacerdotes comprendieron, en su diálogo con los apus tutelares que esta era la parte central del Tawantinsuyu y limite natural del Chinchaysuyo y el Antisuyo. Con la caída del Imperio Inka en manos de los calzonasos (españoles), tras su huída del Qosqo, la casta de orejones místicos y sacerdotes inkas que una vez llegaron vía las grutas del Nevado procedentes de la Ciudad sagrada del Paititi o Dorado, luego de usar sus poderes y transportar el templo al interior de una gruta y esconder los mayores tesoros de los inkas, cruzaron en una barcaza una laguna subterránea del Huaguruncho y se perdieron en el tiempo.
Los oráculos de Pachakamak e Inkatana habían profetizado la caída de los inkas.
Wiracocha y la Pachamama con su jerarquía de dioses tutelares ancestrales: apus, jirkas, wamanis, chutillos, que antes castigaron a los aymaras, ahora lo hacían con los quechuas por a haberlos olvidado en su culto.
Exploraciones e Investigaciones:
LIC. LUIS PAJUELO CHÁVEZ
ONGD PRO PERU
pajueloluis@hotmail.com
Cel. Movistar 63 9654960
www.ninagaga.com
www.huaguruncho.com
LIC. LUIS PAJUELO CHÁVEZ
ONGD PRO PERU
pajueloluis@hotmail.com
Cel. Movistar 63 9654960
www.ninagaga.com
www.huaguruncho.com