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sábado, 7 de julio de 2012

"CUANDO VENGA FEBRERO"

"CUANDO VENGA FEBRERO"

Cuando venga febrero, trepara por mi sangre
duende festivo el carnaval y volará el trigo,
en las alas de un ángel de harina.
Cuando llegue febrero, las comadres y los cumpaas, saltarán mirando al sol y después enharinándose de amores, en ceremonia y topamiento se habrán de coronar.
Viene febrero y yo estaré cantando, mi sien adornada y perfumada con albahaca, desnudo el corazón golpeteándo.
Cuando venga febrero, escucharé los cascos de sus potros galopando, montando algarabías y su borrachera bailando.
Febrero ha de llegar cantando
como llega todos los años, trayendo la alegría, tapándonos
quizás, un algo.
Febrero vendrá y se subirá por las gargantas, paralelo al canto mismo de la copla.
Regresará febrero otra vez,
a derramarse por un valle de vidalas

Luis Casca Olivera Andrada

viernes, 6 de julio de 2012

“EN LOS OBRAJES"


"Allá en los obrajes"
La roja sangre del monte, allá adentro de los obrajes, es savia derramada de algarrobos seculares.
Que se mezcla con los soles degollados del ocaso, notarios inmutables del azogue filo de los hachazos.
Desolación de los montes, madera de sangre y de sal allá en los rudos obrajes oliendo a medio jornal.
Allá donde el filo de las hachas ardientes quebrarán el vuelo de su rumbo vertical.
Doliente tajo de sangre, llanto verde y forestal, osario de los silencios, tierra de greda inicial, donde soñaba en otrora su verde el algarrobal.
Allá donde la savia derramada se mezcla con el acedo sudor de los hacheros. Gestos oscos, arrugadas sus frentes y el grito más antiguo, trepando sus gargantas, grito tan antiguo, que la misma memoria. Enrojecido grito geografía del dolor que ya no cabe en los huesos irredentos carcomidos por la injusticia. Ese grito ángel oscuro
en la pluralidad del monte derrumbado, síntesis tremenda de la desolación.

Luis Casca Olivera