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sábado, 18 de septiembre de 2010

LA NOCHE





"Tons, la oscuridad, engendró a tres espíritus que eran muy temidos por los tehuelches. Se dice que cuando la luna y el sol se fundían tras el horizonte, la oscuridad invadía la tierra hasta el regreso de los amantes, pero solo aparecía el sol, entonces Tons se alejaba de la tierra para encontrarse con el Tiempo que era su consorte y con él engendró a los tres malos espíritus llamados Axshem, Kelenken y Maip, estos dos últimos eran mellizos.

Axshem era el que vivía en el fondo de un manantial sulfuroso.

Kelenken en cambio deambulaba por la Patagonia derramando sus males por doquier, mientras que Maip, que representaba el viento helado, acompañaba a su hermano mellizo, apagando los fogones, entumeciendo los miembros de los seres matando a lo inocentes pajaritos sin guarida y helando los tiernos brotes de las plantas."


VOCABULARIO TEHUELCHE:

Joiuen: Leyenda

Tsoneka: nombre verdadero de los llamados: tehuelches, Aónikenk o Chonkes

Maip: espíritu dañino, representaba al frío.

Kélenken: espíritu malo

Axshem: espíritu maligno que vivía en una fuente sulfurosa

Tons: la noche oscura, Madre de los malos espíritus


Fuente: http://www.interpatagonia.com/puertodeseado/historia.html

Leyenda mitológica “La noche”
del libro: Joiuen Tsoneka (leyendas tehuelches) de Mario Echeverría Baleta

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/04/la-noche.html
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2010/03/kooch-el-creador-de-la-patagonia.html


viernes, 17 de septiembre de 2010

EL ZORRO, EL QUIRQUINCHO Y LOS HUEVOS DE AVESTRUZ




Eran compadres el quirquincho y el zorro. Y salieron a buscar comida.

El quirquincho tenía un poncho bien colorado. Se lo pone y que dice:

-Me voy a buscar los huevos de los suris.

Y va y llega ande había un árbol alto. Y barre primero con pichanas bien, a la vuelta del árbol, y se sube al árbol recién. Y se pone a gritar:

-¡Casquinchaqui!, ¡Casquinchaqui!

Dio unos cuantos gritos y en seguida se llenó de suris. Y ahí se pusieron a güeviar. Y en eso ya terminan de güeviar y se bajó el quirquincho. Y dice:

-¡Qué lindo! ¡Tengo para empacharme!

Y ahí junta los güevos en el poncho.

Levanta el poncho lleno de güevos y se va.

Y en el camino lo encuentra al compadre y le regala un güevo para que pruebe.

Y le pregunta el zorro cómo ha hecho para conseguir los güevos. Y el quirquincho le explica cómo ha hecho. Y va el zorro y hace al revés.

Barre, como le dijo el quirquincho, y se sube al árbol. Y se puso a gritar:

-¡Casquinchaqui!, ¡Casquinchaqui!

Llegan los suris, y antes de que ellos puedan güeviar se bajó del árbol de un salto y los corrió.

Ya iba tan agotado de cansancio, y creyendo que había encontrado un huevo que había largado un suri, levantó una piedra muy parecida al huevo de suri, y se viene a la casa muy contento.

Cuando llegó a la casa le da a la señora la piedra, que la haga hervir. La señora la hacía hervir y no se ablandaba. La hizo hervir tres días y el huevo seguía muy duro. Y el zorro le dice:

-Rómpelo con el ojo del hacha.

Le pegaba con el ojo del hacha y no se rompía.

-Y bueno -le dice el zorro-, rómpelo en mi cabeza.

La señora le tiró el güevo con todas sus juerzas a la cabeza del zorro, y lo mató al zorro.

Silvia Marina Tarifa, 19 años.
Amaicha del Valle. Tafí. Tucumán, 1951.
Campesina. Buena narradora.

http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/02/los-huevos-de-piedra-el-zorro-y-el.html

jueves, 16 de septiembre de 2010

EL DOLOR DEL CÓNDOR Y LA PACHAMAMA



En el estreno de la creación, el espíritu del Cóndor volaba por el cielo azul, acariciaba las nubes con sus grandes alas que abanicaban el inmenso paraje.

El aire era tan puro, que cada respiración se disfrutaba, se inspiraba durante seis o siete segundos, se retenía, se sentía, era imposible dejar esta acción al sistema autónomo, pues había necesidad de vivirlo en cada movimiento, se expiraba lentamente, desnudándolo, festejándolo, aprovechando todo lo que tenía para dar, su encanto quedaba en el cuerpo.

Y eso hacía el Cóndor, lo disfrutaba, jugaba con él, era suyo, podía tocarlo al volar, podía recorrerlo sin límite, el aire le ayudaba a acercarse a Dios, lo hacía poderoso, le permitía ver todo, ser sabio, grande, real.

Desde lo alto admiraba y disfrutaba la alfombra verde, deleitaba sus ojos con el resplandor de los colores, veía en ellos la razón de la vida, veía a la Pachamama llena de belleza, protegida y cuidada, la respetaban porque era suya, era de cada uno.

Todos se sentían dentro de ella.

La alfombra verde era su piel, su sangre era fértil, el agua repasaba sus curvas, rastreaba sus entrañas, sus senos erguidos eran el resguardo del Cóndor, le daban seguridad, lo cuidaban, lo mantenían en la cumbre del mundo, lo mimaban con suaves caricias que sólo una mujer puede dar.

La creación era perfecta, aún los hijos del Cóndor eran perfección, cuidaban también y consentían a la Pachamama, y lo hacían en todo momento, lo hacían con amor, con tanta dedicación que la Pachamama agradecida los llenaba de regalos, les daba flores de diversos colores, aromas y tamaños, les daba frutos de todos los sabores, jugosos, exquisitos, como sólo ella los podía preparar, como sólo una madre lo sabe hacer.

La vida era un éxtasis total, un diario conocimiento, un encuentro permanente con la belleza, con la grandeza, con el poder, era sentir la fuerza sobrenatural en cada movimiento, tranquilidad en cada suspiro, en cada imagen, un todo para todos, a favor de todo cuanto había sido creado.
Hasta que pasó lo inevitable, llegaron los extraños que nunca debieron llegar, con su afán de poseer y controlar, con su verdad única y excluyente, y su manera de mirar el mundo como si fuera una mercancía, un botín para repartirse; manipulando el mensaje del Dios colgado del madero, prostituyendo su anuncio, quemando y arrasando en su nombre.

Toda la carga histórica de agresión y desprecio produjo el aniquilamiento de muchas etnias, la drástica reducción de otras y la aculturación de las restantes.

El Cóndor resistía, pero sus hijos estaban anonadados ante tal brutalidad y sólo obedecían al que más duro hablara, se aterraban frente a lo desconocido, ante lo más sucio, ante la crueldad de los extraños y sus acciones.

No actuaban, se dejaron ultrajar sin poner la menor resistencia; el Cóndor luchó pero luchar solo fue en vano, además no quería maltratar a sus hijos, los amaba y no podía hacerles daño alguno.
La Pachamama lloraba, lloraba al ver lo que sucedía a su alrededor, los extraños rasgaban su piel, la hurgaban, la irrespetaban, fueron acabando con su belleza; aún sus hijos le hacían daño, se dejaron llevar por ese poder maligno sin darse cuenta que se destruían a si mismos, estaban inmersos en su inhumanidad.

Estaban tan llenos de mal, que el día de su partida no pudo dejar de mirarlos, los vieron perder en el horizonte...

Cuando su asombro pasó, miraron atrás y vieron desidia, sintieron miedo, vacío, pero ya habían quedado invadidos por ese aire pesado, putrefacto; estaban enfermos, sentían dolor.

Los más trastornados comenzaron a rellenar vacíos amontonando piedra, porque piedras era lo único que quedaba, las hacinaban una encima de otra, así hasta invadir el espacio del Cóndor. Lo privaron de su libertad, se traicionaron unos a otros, perdieron su identidad, fueron tan débiles, que nunca más pudieron salir de esa experiencia que los marcó para siempre...

Es por eso que hoy son sólo imitadores de cualquier extraño, están sin espíritu aún sabiendo muy en el fondo que deben actuar, quedaron sordos al llamado del Cóndor que desde su cautiverio permanece en sus mentes de libertad, quedaron ciegos a la belleza de la Pachamama, hoy lo que menos importa es mantenerla viva, por eso la destruyen, pero ella saca fuerzas de sus entrañas por amor a sus hijos, sus restos parecen no ser suficientes para hacerlos cambiar.

Ellos sienten vergüenza por lo suyo, por sus costumbres, por su hermosura, se quedaron en imitadores, ya no sólo de blancos, sino de azules, verdes, rojos, hasta preparan su llegada, los reciben con ansia, bailan, ríen, vociferan a una misma voz su nombre, los idolatran, se visten con sus desechos, comen sus desperdicios... ¿Hasta cuándo?...

La Pachamama aún tiene vida, todavía su fuerza está en la conciencia de muchos, aún quedan restos de savia en su cuerpo, la voz del Cóndor dice: cuidémosla, es patrimonio nuestro, es vida que produce vida, es amor, es perfección, es nuestra alma...

COMUILLA UAI.
Madre Tierra ¡Liberación!



Claudia Villalobos
Bogotá, Colombia
http://servicioskoinonia.org/cuentoscortos/articulo.php?num=014

miércoles, 15 de septiembre de 2010

EL PIHUYCHEN




El Pihuychen (del mapudungun Piwicheñ, que significa “secar a la gente”), más conocido como el Pihuchén, Piuchén o Piguchen, es una criatura perteneciente a la mitología mapuche, y posteriormente fue también reintroducido en la mitología chilota.

Esta leyenda se conoce en el Norte Chico, Centro y Sur de Chile.
Con esta palabra también se designa al murciélago vampiro común (Desmodus rotundus), por lo que lo más probable es que esta leyenda se inspiró en este animal.

Este ser presenta una apariencia cambiante; generalmente tiene el aspecto de una culebra voladora, pero su apariencia puede ser también de serpiente, ave, pez, cuadrúpedo, rana, murciélago y hasta humanoide.

Se dice que, además, su cuerpo está cubierto de pasto, arbustos y cilindros retorcidos, a modo de ganchosos cuernos y otras estructuras que sobresalen del cuerpo de esta criatura.

Según los mapuches, esta criatura es una serpiente alada que habita en los bosques. Sus alas, con las que vuela a voluntad, le crecen cuando ha llegado a su edad madura. Presenta una longevidad increíble y al llegar a la vejez se transforma en un pájaro del tamaño de un gallo o en un pavo joven, pero igual de sanguinario como su otra forma.

Además, se caracteriza por tener una fuerza tan poderosa que puede derribar grandes árboles; y en Chiloé incluso se dice que puede levantar gigantescas olas que hacen naufragar las embarcaciones que estén cerca de él.

El Pihuychen se alimenta de sangre y comúnmente está adherida al tronco de los árboles en las noches y en los días de calor excesivo.

Las personas pueden saber dónde ha estado, porque deja huellas de sangre mediante un excremento rojo que chorrea de los árboles en donde vive y se oculta durante el día.

También se puede saber de su presencia al escuchar los agudos silbidos que emite estridentemente.

Se cree que esta criatura acostumbra a vivir cerca de los lagos y ríos, donde su presencia ocasiona gran pánico, ya que produce una sustancia tan irritante que al ser transmitida por el aire o por el agua, causa erupciones en la piel muy similares a la sarna.

Además, aquellos que tienen el infortunio de contemplarlo quedan petrificados con su intensa mirada, para que acto seguido esta criatura les succione la sangre, tras lo cual pueden llegar a morir.

Igualmente se cree que, cuando los habitantes de una casa se van volviendo extremadamente flacos, y ya se ha descartado la presencia del Colo Colo (o Basilisco), dicha enfermedad es causada por esta criatura.

Se dice que, aunque puede atacar al ser humano, esto es muy excepcional; más comúnmente se alimenta de la sangre que succiona de las ovejas, cabras u otros animales; pero no hace daño alguno en los rebaños de cabras u otros animales de color blanco.

Se cree asimismo que cuando enflaquece el ganado sin una razón aparente, es a causa de esta criatura.

Personas y animales quedan a salvo únicamente si se trasladan a otros lugares o si dejan interponiéndose un río o un estero entre ellos y esta criatura similar a un vampiro (en las creencias europeas, tampoco estos seres míticos pueden atravesar el agua corriente). Pero si por el motivo que sea no se puede abandonar el lugar donde está alimentándose esta criatura, sólo se puede combatir este mal mediante la intervención de una machi que conozca la ceremonia mágica para ahuyentarlo del lugar.

Actualmente, algunas personas asocian esta leyenda con la del chupacabras.


http://compartiendoculturas.blogspot.com/2009/11/el-basilisco.html
Fuente:
Publicación del Dr. Bernardo Quintana Mansilla, “Chiloé Mitológico”
www.cuco.com.ar/
www.proturchiloe.co.cl/mitologi.htm.
www.puntoloslagos.cl
www.mitologiachilota.cl

martes, 14 de septiembre de 2010

1er Congreso del Movimiento Nacional Campesino Indígena, Bs As, 10 al 14 de septiembre 2010

Pintura de Delmer Apufran.
Honduras

20/05/10

Después de 7 años de nuestra conformación como MNCI, y de muchos más años de intensas luchas compartidas, de territorios liberados, de bosques rescatados y topadoras detenidas por la acción comunitaria y el coraje de las compañeras, revalorizando nuestra vida comunitaria y principios solidarios, nuestro amor a la tierra y el respeto por la naturaleza, nuestros siglos de resistencia, nuestros productos diversos y sanos, los mercados solidarios y justos y en memoria también de los compañeros y compañeras que ya no están, de los momentos de tristeza, de cárceles, de persecución y despojo…

Aquí en Córdoba, tierra de comechingones, de Agustín tosco y el Cordobazo, 80 delegadas y delegados de 10 movimientos provinciales reunidos durante nuestro plenario lanzamos la convocatoria de nuestro I Congreso Nacional.

En el año de bicentenario de la revolución de mayo, nos detenemos para mirar desde la memoria, los 500 años de continuidad en los padecimientos de nuestras comunidades y nuestros antepasados, la memoria del saqueo y sometimiento que nos ha causado el capitalismo y el imperio desde que el conquistador llegó, la memoria de los heroicos alzamientos de Túpac Amaru, Juan Chalimin, los hermanos mapuches, entre otras, rebeliones justas que no fueron apoyadas por las burguesías y grupos criollos independentistas. La memoria de que la independencia de los españoles no significó el respeto de nuestros derechos ya que los líderes revolucionarios que comprendieron nuestra lucha como Monteagudo, Castelli y Belgrano fueron aislados y vencidos en las luchas internas, triunfando un modelo de nación excluyente y discriminatoria, en el cual el contrabando, la avaricia y la corrupción serian los principios de la nueva oligarquía.

En memoria de San Martin, Artigas, Quiroga, Peñalosa y tantos otros que lucharon por un país para todos y que también sus historias fueron tergiversadas para culminar en la tesis de civilización y barbarie y así justificar la matanza de millones de campesinos e indígenas para arrebatarles sus tierras. Sobre esa sangre se cimentaron las bases de esta nación Argentina.

Hoy continuamos bajo un modelo salvaje, donde el capitalismo impregna de muerte, hambre y soledad a nuestro pueblo. Los agro negocios y las transnacionales continúan el despojo, arrasando bosques y montañas para llevarse nuestros bienes naturales, dejando suelos depredados, aguas contaminadas, desempleo, enfermedades y hambre. Continuando con un éxodo rural que sigue alimentando mega polis insostenibles donde la marginalidad provoca guerras sin sentido, donde la cultura del consumismo genera demandas energéticas que son imposibles de satisfacer sin destruir nuestro planeta. Hoy el modelo económico sigue concentrando las ganancias en un sector privilegiado mientras que las mayorías nos encontramos en la pobreza. La tierra está cada vez más concentrada y los terratenientes y agro empresarios nucleados en entidades con historia de genocidio como la SRA y la CRA usan nuestro territorio en función de las necesidades europeas y solo pensando en maximizar aun más sus desproporcionadas ganancias. La soja, los transgénicos y los agro combustibles avanzan sobre la vida campesina indígena y sobre la soberanía alimentaria y las justas luchas de nuestros compañeros y compañeras son criminalizadas por la justicia corrupta y perseguidos una la policía que solo reconoce derechos en los empresarios.

Sin embargo, en esta nueva época latinoamericana, constatamos la existencia de gobiernos populares que al calor de la organización y movilización de los movimientos sociales, con gran protagonismo de las organizaciones del campo, asumen y concretan pasos a favor de reformas agrarias, de la soberanía alimentaria, de la soberanía de los bienes y recursos naturales.

En nuestro país, reconocemos que se han logrado algunos avances importantes hacia un nuevo rumbo como han sido las políticas de DDHH, la recuperación simbólica del rol del estado y políticas acertadas como la estatización de las AFJP, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Asignación Universal por hijo. En ese sentido pensamos en la acción realizada en Mar del Plata donde se le puso fin al ALCA y la resolución 125 y su consecuente debate sobre el modelo sojero y los agro negocios como dos momentos de fuerte posicionamiento de proyectos estratégicos.

En tanto los movimientos sociales y organizaciones populares nos encontramos divididos y fragmentados por ejes secundarios y muchas veces actitudes mezquinas, personalistas y sectarias, mientras que el capital y las trasnacionales se unifican para profundizar el saqueo y la explotación.

En este proceso reflexivo y autocritico iniciamos el camino a nuestro I Congreso Nacional, convencidos de que nuestra tarea es fortalecer el proceso latinoamericano que cristaliza en la Alianza Bolivariana para nuestra América (ALBA), fortaleciendo la unidad de acción y la integración que el momento histórico requiere.

En este contexto, llamamos nuestras centrales y comunidades campesinas e indígenas y a nuestras amigas y amigos, para juntas/os, celebrar el I Congreso del MNCI, la I Asamblea Nacional de Mujeres y la I Asamblea de Nacional de jóvenes, del 10 al 14 de setiembre de 2010, en Buenos Aires, Argentina.

Un camino que deberá ser masivo, participativo, autónomo, propositivo a partir de un proceso de formación y discusión que partirá desde las comunidades hacia nuestros espacios nacionales donde debatiremos sobre los desafíos que tenemos:

• Fortalecer la participación y organización en nuestras bases,

• Consolidar nuestra identidad nacional.

• Ratificar estructura orgánica, principios organizativos, análisis de la coyuntura y bases ideológicas y políticas del MNCI.

• Profundizar la formación socio-política de nuestros delegados militantes, con plena inclusión de las mujeres y jóvenes, garantía de nuestro presente y futuro de lucha.

• Establecer alianzas para los desafíos de esta etapa, teniendo en cuenta que el modelo ha impactado fuertemente en los/as trabajadores/as del campo y la ciudad, momento oportuno entonces para reafirmar nuestra alianza de clase.

• Interpelar al estado y al gobierno sobre las políticas de desarrollo rural y la participación de las organizaciones campesinas.

• Nuestro Congreso toma las bases establecidas en nuestra V conferencia Internacional de La Vía Campesina: derrotar a las transnacionales, lucha contra la OMC, campaña contra todo tipo de violencia a las mujeres en el campo.

• Nuestro Congreso Nacional será parte del proceso del V congreso de la CLOC a realizarse en Quito- Ecuador. Octubre de 2010.

Continuaremos las luchas contra la constante y progresiva criminalización de los movimientos sociales y de líderes de nuestras organizaciones.

Seguiremos combatiendo y luchando contra el modelo neoliberal, imperialista, los agros negocios, las mineras contaminantes y saqueadoras, las empresas transnacionales.

Ratificamos nuestra Lucha por La Reforma Agraria y la Soberanía Alimentaria, en defensa de las semillas campesinas indígenas, por la naturaleza y la Madre Tierra, por la vida campesina e indígena, por la vuelta de los pobres de las ciudades al campo.

Por una nueva sociedad, alternativa al capitalismo, con justicia social, democracia y soberanía popular y respeto de la naturaleza.

Movimiento Nacional Campesino Indígena

FIESTA DE LA SANTA CRUZ DE LOS MILAGROS DE QUERÉTARO




La Cruz de los Milagros

Que se mueve, que crece, que convierte pecadores. Se dice, se cuenta entre la gente de aquel tiempo y de este, cuando se refieren a la Santa Cruz de los Milagros, venerada en el Convento de los Crucíferos, mientras se dispersa el gentío de la Loma del Sangremal, barrio de la Cruz y San Francisquito, lugar donde el Señor del Trueno, Santiago el Mayor, el día en que Chichimecas y españoles pelearon, inclinara la balanza hacia los Caballeros que como él, blandían espada sobre corcel. También alargó el día, eclipsó al sol y resaltó una cruz, convirtiéndose así en patrono de un nuevo pueblo e incrementando su leyenda.
A San Cristóbal y a San Miguel Arcángel, se unió Santiago el Mayor, para iluminar la imaginación de los españoles del siglo XVI, que lo convirtieron en guerrero invencible, mientras los indios lo asociaron con el dios del rayo, del trueno y del relámpago.
Nace Querétaro y con esto los indios sincretizan un patrocinio no planeado por el vencedor, al exigir una réplica de la cruz aparecida junto a Santiago, el día de la batalla, para de allí en adelante hacer de ella un motivo para congregarse, que hasta la fecha conservan y ritualizan cada 14 de septiembre.
Ya dijera Fray Francisco Javier de Santa Gertrudis, al referirse a los antiguos pobladores de esta región, “era una nación, entre las bárbaras la más cerril e indómita, sin genero de sumisión” por ello exigieron se pusiese una cruz “en forma” que durase para siempre.
Se envió al arquitecto Juan De La Cruz, al cerro que está enfrente del Sangremal “por donde tenia vertiente la laguna” y donde se encontrara en un apacible ajedrezado de blanco y rojo cinco piedras, que articuladas, dieron forma a la Santa Cruz de Los Milagros.
Dos siglos después, 16 testigos, juraron en toda forma su antigüedad, que data desde la conquista de Querétaro, ante el entonces obispo de Michoacán, Fray Marcos Ramírez del Prado.
Para que esto sucediera, ya habían gobernado a los otomíes: Etzaguindo, Piedra que sumba en el árbol, Eccenguy, Culebra de nubes, Ehmatzahnì, Jaguar, todos importantes señores, que conservaron su autonomía frente a los mexicas y purépechas.
Gobernaron a gente que “vivía en orden, sin flojera, drogas, robo, asaltos, ni mentiras”. Tampoco había falsos testimonios, ni codicia, ni envidia, la gente se ajustaba a las reglas de la sociedad, prevalecía la justicia”.
Llegó la fe cristiana y con ella Conín, el indio tlaxcalteca, que al trueque de sayales, huipiles y enaguas, se hizo amigo de los Huachichiles de la Cañada de Pathé. También se amistó con el español Hernán Pérez de Bocanegra, quien lo “convenciera” de la necesidad de someterse pacíficamente a los conquistadores.
Con Conín fueron “convencidos” los habitantes de la Cañada y del valle de Maxei, dándose al alborear el 25 de julio de 1531, al filo de las seis de la mañana, un simulacro de batalla, entre gritos, sonido de clarines, retumbar de tambores y chocar de cuerpos. Batalla de antemano perdida por los Chichimecas, que en “venganza” formaron un nuevo dios que diera hegemonía a su raza hasta nuestros días.
De este hecho nace el pueblo de Querétaro y con él la leyenda de la Santa Cruz De Los Milagros, que crece, se mueve y convierte pecadores, pero sobre todo identifica con su culto a un pueblo que vencido permanece resistiendo a las faldas del Sangremal.
Santiago de Querétaro, nacido como pueblo de indios, se une con su nombre a cientos de pueblos americanos dejados bajo el patrocinio del apóstol guerrero, el dios de la guerra, degollado en el año 46 de la era cristiana.
Destacan por su fama las ciudades de Santiago de Cuba, Santiago de Chile, Santiago de Caracas, Santiago de Quito, Santiago de los Caballeros de Guatemala, La Antigua, entre muchas otras más.
Es en Santiago de Querétaro donde se realiza la quinta aparición del santo conquistador, dios del trueno y del relámpago, de las 14 apariciones que realiza en suelo americano, solo cuatro de ellas fueron en lo que ahora es el territorio mexicano, pero en ninguna de sus apariciones se opacan tanto como en esta de Querétaro, donde la cruz aparecida con él, se vuelve el signo unificador de los derrotados, de ella sale todo un motivo de unidad para resistir, para ganar perdiendo.
Esta cruz se mueve, cuentan sus apologéticos, que lo hace como los robles, formando una cruz para la fe española y hacia los cuatro puntos cardinales para la cosmogonía chichimeca.
Dicen que la primera vez fue cuando cantaba misa Fray José De Valderrábano, “no quedó persona en el pueblo y su contorno que no viese la maravilla y aún muchos venían de muy distantes lugares”, este fenómeno se repetía los viernes, dicen.
Por 1680 y 1683, tiempo de la fundación del Colegio de Propaganda Fide, lugar donde crece el árbol de las cruces “fueron los movimientos tan recios y repetidos que puso a todo el lugar en grande cuidado y conturbación…”.
Esta cruz crece, nadie hay por el rumbo del Sangremal, los barrios de la Cruz y San Francisquito, que no cuente como crece, como se recorta y como tiene vida la Santa Cruz de los Milagros, esa que vieron los indios cuando los españoles llegaron y que trajeran procesionalmente entre soldados, banderas y lagrimas, desde el cerro de “enfrente” hasta el Sangremal y sobre una enramada se le dijera la primera misa y después su culto se repartiera sigilosamente entre los adoratorios indios del contorno, para tenerla como a su nuevo dios.
Cuentan que en 1639, ocho testigos, a petición del Padre Provincial Franciscano, de San Pedro y San Pablo, la examinaron para ver si había causa natural de sus movimientos, la midieron y tenía cinco varas y media, dos varas y media fuera de la tierra y otras tantas dentro, pero que poco tiempo después habían notado que aumentó media vara.
También dicen que un anciano religioso que estuvo presente cuando la metieron a su actual camerino, una caja de plata, vidriera de artificio, reliquias y alhajas, regalo de Juan Caballero y Osio, quedó cuatro dedos mas abajo del limite y que poco tiempo después ocupaba todo el nicho, de tal suerte que había crecido media vara más.
Esta cruz convierte pecadores, cuantos han entrado curiosos a su santuario, salen convertidos con solo ver con atención a la Santa Cruz de los Milagros, se dice.
Mientras consta y a nadie le es ajeno, ver subir de rodillas a señores indios desde la falda de la loma, la esquina actual de las calles de Zaragoza y Pasteur, ataviados de penachos, pectoral y maxtle e imitados por hombres, mujeres y niños, hasta la cima donde se encuentra la cruz, llegar a ella y experimentar una catarsis de la culpa, para salir llenos de alegría y danzar al ritmo del teponaxtle “Fuego” y retirarse convencidos del perdón.
Santiago de Querétaro, que debió llamarse Querétaro de la Santa Cruz de los Milagros, permanece bajo el patrocinio del caballero que vino de Levante, el compañero de armas de los conquistadores y quien fuera pintado por el Greco en España y esculpido por nuestro gran pintor queretano Mariano Arce.
Santiago El Mayor, cuyo nombre lleva nuestra ciudad, también fue rescatado por los indios como el dios del trueno y visto por ellos como un “caballero muy grande, vestido de blanco, en un caballo, con espada en la mano, haciendo tanto mal el caballo como el caballero con la espada”, es por ello que se le guarda respeto y se le recrea con una leyenda, pero aun así el pueblo se inclina hacia la cruz de piedra, mas cercana a la concepción de las deidades indígenas y permanentemente presente en la conciencia de los Chichimecas.
Así Santiago Apóstol, patrono de Querétaro, se viene a vivir con los españoles a las plazas “de arriba y de abajo”, se retrata en cantera sobre la fachada del templo del Convento Grande de San Francisco, queda en el escudo de armas de la ciudad, otorgado por el Rey Carlos V, pero la fiesta, el culto, la veneración, y la costumbre, se quedan en el Sangremal, con la Santa Cruz de los Milagros.
Querétaro dos patrocinios y uno solo verdadero, penetrante, que se comprueba cuando las multitudes ven desfilar la tarde del 13 de septiembre a los Concheros y danzar incansablemente hasta el día de la penitencia, 15 de septiembre, celebrando así la exaltación de la Santa Cruz, la fiesta de la recolección y dando el motivo buscado por los indios para recrear su costumbre en ritos y vejaciones, señal permanente de que no han sido definitivamente vencidos.

José Félix Zavala
El oficio de historiar
http://compartiendoculturas.blogspot.com/2008/09/la-fiesta-de-los-concheros-en-queretaro.html

lunes, 13 de septiembre de 2010

EL APRENDIZ QUEJUMBROSO



Un anciano maestro Hindú se cansó de las quejas de su aprendiz, y así que, una mañana, lo envió por algo de sal.

Cuando el aprendiz regresó el maestro le instruyó al joven infeliz poner una manotada de sal en un vaso de agua y luego beberla.

“¿A qué sabe?” preguntó el maestro.

“Amargo,” escupe el aprendiz.

El maestro rió entre dientes, y entonces le pidió al joven tomar la misma cantidad de sal en la mano y ponerla en el lago.

Los dos caminaron en silencio al lago cercano, y una vez que el aprendiz lanzó al agua su manotada de sal, el viejo dijo, “Ahora bebe del lago.”

En cuanto el agua se escurría por la quijada del joven, el maestro le preguntó, “¿A qué sabe?”
“Fresca,” comentó el aprendiz.

“¿Te supo a sal?”, preguntó el maestro.

“No,” dijo el joven.

En esto el maestro se sentó al lado de este joven serio quien le recordaba de sí mismo y le tomó sus manos, diciendo:

El dolor de la vida es pura sal; ni más, ni menos. La cantidad de dolor en la vida permanece exactamente la misma. Sin embargo, la cantidad de amargura que probamos depende del recipiente en que ponemos la pena. Así que cuando estás con dolor, la única cosa que puedes hacer es agrandar tu sentido de las cosas.

Deja de ser un vaso. Conviértete en un lago.”


Autor Desconocido

domingo, 12 de septiembre de 2010

FIESTA DEL SEÑOR DE QOYLLUR RIT´Y


La Fiesta del Señor de Qoyllur Rit´y es una de las fiestas religiosas más grandes de la región del Cusco.

Qoyllur Rit´y termino quechua, en español significa Estrella de Nieve.

Su origen probablemente se remonta al año 1780, fecha que coincide con el levantamiento revolucionario del prócer de la independencia Tupac Amaru II.

Cuenta la leyenda que Mariano Mayta era un niño a quien su anciano padre le había encargado cuidar de su rebaño en los fríos parajes donde hoy en día se levanta el santuario, debía realizar estas tareas junto con su hermano mayor, pero éste lo dejaba solo para ir a divertirse; además lo acusaba de irresponsable ante su padre, quien daba crédito a sus palabras. Como consecuencia de esta situación de desconfianza y sin poder hacer nada para remediar lo que sucedía, Mariano toma una decisión desesperada: huir e internarse en la nieve aunque esto le costara la vida. En ese momento se le aparece un niño de unos 12 años llamado Manuel, quien le ofrece un pan blanco y su amistad (en el Cusco se venera al niño Jesús con el nombre de niño Manuelito). Mientras los niños juegan y bailan, el ganado comienza a reproducirse.

Las autoridades eclesiásticas se enteran posteriormente del hecho y, sospechando que en el paraje los indígenas realizaban profanaciones, desatan una persecución que culmina con la muerte de Marianito y la inmediata aparición de un Cristo Crucificado en un árbol; posteriormente y de manera milagrosa, su imagen aparece estampada en una roca que había en el lugar.

Historia popular de la población del Cusco.

Extraído de: "Experiencia de Cristo en la Vida Aymara", en Puno (Perú).

Esperanza Díez Cruz (Bogotá, Colombia)