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sábado, 10 de mayo de 2008

EL ARCO IRIS Cap 4

Mural de Pachacútec en Cusco.
Foto: Flickr

Durante el incanato el Arco Iris fue una deidad importante para los gobernantes.

Apenas existe información sobre sus atributos, sus colores, u otras formas del fenómeno.
Sabemos, por ejemplo, que el emblema de Pachacutec era una pequeña bandera con los colores del Arco Iris.

Sobre el poder de los incas y su afinidad al Arco Iris, como emblema protector, el investigador S. Waisbard explica que Chuqui Illa, el dios Arco Iris, regaló al Inca Yupanqui, una culebra bicéfala, yawirka, "para que no le sucediera nada siniestro" (Waisbard 1977: 96).

El llauto, el emblema imperial, fue asociado también al Arco Iris. Cuychi, por lo tanto, fue un distintivo "político" durante la dominación inca.

Entendemos que el hecho de asociar el poder de los incas con el Arco Iris se debe,
principalmente, a las manifestaciones de la entidad en los tiempos primigenios.

En los mitos hemos hallado muchas de estas explicaciones.

Por ejemplo, Juan de Santa Cruz Pachacuti escribió lo siguiente: "y endonde junto del dicho Apo Manco Capac se levanto un arco del çielo muy ermoso de todos los colores y sobre el arco pareçio otro arco de modo quel dicho apo manco capac se bido en medio del arco y lo avia dicho una señal tenemos y dicho esto dicen que dijo muçha prosperidad y historias que emos de alçanzar en veniendo el tiempo con todo lo deseado" (Pachacuti: fol.138/6v).

En este Arco Iris, ubicado en el cerro de Huanacauri, se hallaba un indio muy fiero, con los ojos rojos, que convirtió a Ayar Cachi en piedra.

Ayar Cachi, se presenta como un personaje relacionado con la sal, Cachi, y con el vuelo.

La sal, el ají, y determinados colores, como el maíz morado, son ofrendas exclusivamente rituales.

Estas particularidades las entendemos como la base de las manifestaciones del hombre-curandero. Es mas, hemos encontrado, en los textos, una gran afinidad entre el Arco Iris y el hombre-curandero.

Las informaciones orientan el concepto del Arco Iris, su aspecto bipolar y la culebra bicéfala, íntimamente ligado al dominio incaico.

A través del texto de Huarochirí concebimos, además, la hierofanía multicolor como un puente, que une el ámbito inframundano y el ámbito celestial.

La particularidad de encontrar en el Arco Iris un medio por el cual se pude ascender o descender, lo presenta como un instrumento eficaz del hombre-médico, para atrapar las ánimas de los enfermos.

Por ejemplo, entre los muiscas Juan Morales Pazos averiguó que la Serpiente Celeste, Bachue, es asociada al agua, y a la Vía Láctea, como un cordón umbilical de unión cósmica.

La particularidad de transmutación de los oficiantes en ave, por su condición etérea, les permite ascender al cielo para agarrar las almas-pájaro (Eliade 417 y ss.). Por lo tanto, el concepto de axis mundi, vinculado al Arco Iris, conlleva una relación con los ritos chamanísticos; y en el caso inca, con los centros de dominación.



viernes, 9 de mayo de 2008

EL ARCO IRIS Cap 3

De la época de la colonia existen algunas alusiones al Arco Iris.

Por ejemplo, Polo de Ondegardo indica como percibieron las poblaciones autóctonas el fenómeno de la siguiente manera: "Tienen por mal agüero y que es para morir, o para algún daño grave quando ven el arco del cielo, y avezes por bueno: reverencianlo mucho y no lo osan mirar... y aquella parte donde les parece que cae el pie del arco lo tienen por lugar horrendo y temeroso entendiendo que ay allí alguna guaca, o otra cosa digna de temor y reverencia" (Ondegardo 1584, cap. V).

A través de las recopilaciones obtenidas por Polo de Ondegardo se podría concebir la idea de que el Arco del Cielo fue vinculado a dos aspectos básicos de la cosmovisión, uno "bueno", y otro "malo". Además, el lugar del cual nace se relacionaba con seres y formas del Inframundo. Sobretodo con lugares relacionados con los cuerpos de agua: fuentes, manantiales, etc.

Al respecto Pérez Bocanegra observó que como medida profiláctica
(1) los nativos: "quando ves levantarse el arco en el cielo, adorasle, echando de tus orines, y regando con ellos, y poniendote tierra en las narices, porque no te entre en las tripas, y barriga" (Polia 1994: 199).

En su presencia no se podía reír, ni abrir la boca para no adquirir caries o piorrea. Además, las mujeres no podían pasar por debajo del arco, ni descansar en sitios donde se aparecía el pie del Arco, para evitar bebés muertos o monstruos. Consecuentemente, se poseía la idea de que el Arco del cielo podía embarazar, se le relacionaba con la fertilidad.

Fray Martín de Murúa también recopiló información sobre el Arco Iris: “El arco del cielo, a quien llamaban cuychi, les fue siempre cosa horrenda y espantable, y temían por lo que les parecía las más veces para morir o venirles algún mal. Reverenciábanlo y no osaban alzar los ojos hacia él. Si lo miraban no se atrevían a señalarlo con el dedo, entendiendo que se morirían o que se les entraría en la barriga, y tomaban tierra y untábanse con ella la cara y la parte y lugar donde les parecía que caía el pie del arco; le tenían por cosa temerosa, y que allí había alguna huaca u otra cosa digna de reverencia. Otros decían que salía el arco de algún manantial o fuente y que si pasaba por algún indio, moriría o le sucederían desastres y enfermedades" (Murúa 2001: 426).

Se podría afirma que el arco del cielo fue muy temido, entre las poblaciones nativas, principalmente porque éstas pensaban que se podía introducir dentro de ellos. Fray Martín de Murúa observó lo siguiente: "salía el arco de algún manantial o fuente y que, si pasaba por algún indio, moriría o le sucederían desastres y enfermedades" (Murúa 2001: 426).

Al igual, en la actualidad existe la idea de que el Arco Iris "embaraza".

Cuando se realizó el trabajo de campo en Potosí los informantes nos explicaron lo siguiente sobre el fenómeno multicolor: las informantes Gregoria Vargas Mamami e Ignacia Collque explicaban (2) que el arco iris, cuyurumi, "aparece de malos lugares y se mete en el estómago.

Tiene tres colores: amarillo, rojo y verde. Aparece de los puquios". El medico tradicional Julián explicaba que el arco iris, al igual que un embarazo, te llena la barriga de aguas multicolores que te enferman; y que es preciso curar.En general el Arco Iris se percibió como un fenómeno natural que poseía una gran capacidad para enfermar, principalmente porque se introducía en la persona que lo presenciaba. Al ser un agente relacionado, además, con Supay, y con los cuerpos de agua, se concibió como un agente dañino, que portaba intrínsecamente la enfermedad.

jueves, 8 de mayo de 2008

LOS SUMPALL




Los Sumpall son seres cambiantes, que generalmente presentarían una apariencia mitad humano y mitad pez, muy similar a las sirenas y tritones; aunque en algunas ocasiones también pueden tomar una forma completamente humana. Su parte humana sería muy hermosa y tendrían el pelo largo y de color brillante.

Existen Sumpall femeninas y masculinos.

Son los encargados de cuidar las aguas de los ríos, lagos y mares; y en aquellos lugares donde viven, nunca se secaría el agua. Ellos habitarían en su mayoría en los ríos y lagunas.

Igualmente serían seres que dependiendo del género que tuvieran, raptarían a los hombres o las mujeres; pero esto ocurriría comúnmente con la voluntad del secuestrado o secuestrada, quienes escuchaban encantados sonidos y voces maravillosas llamándolos desde el fondo de las aguas.

Los ahogados eran frecuentemente niñas, que según la leyenda a veces volvían cargadas de frutos marinos y pescados, a consolar a sus padres y pedirles que no lloren.

Al ser llevada la persona al fondo del río o el lago, en un lugar llamado Sumpallhue, también se transformaría en un o una Sumpall.

Otras fuentes señalan que se convertían en aves; a veces en una huala, que no vuela bien pero si es excelente nadadora; esto porque el Sumpall todavía la retiene.

Si el Sumpall se ha raptado a una mujer, la familia de la mujer recibiría un pago (el gapitún) por el robo de la novia; ya que es una costumbre del pueblo mapuche, cuando alguien secuestra a una mujer para casarse con ella.

(La retribución que debe hacer el Sumpall está muy arraigada en la cultura mapuche como una ley natural; todo lo que se quita debe ser repuesto; por eso hay muchos ritos en los que se hacen ofrendas y regalos antes de cosechar o quitar. Como por ejemplo las ofrendas que se hacen al mar, poniendo ollas de comida en hilera, sobre la arena; el mar se las lleva, pero debe devolverlo todo con peces abundantes; a veces no es la ola quien trae las retribuciones sino una sirena, una niña que sale del agua con un canasto de peces y mariscos).

La Sumpall femenina igualmente en algunas ocasiones puede dar un pago a la madre del hombre que ella ama, pero el hecho sería contrario a lo común en la tradición Mapuche. También se dice que los sumpall masculinos fecundan a las mujeres que van a las orillas de los ríos solas.

Los primeros Sumpall habrían sido creados por Trentren-Vilu, a partir de los hombres que se ahogaron en la gran batalla de las serpientes míticas.

Los Sumpall se caracterizan por ser seres que pueden realizar el bien o el mal dependiendo el caso. Así, igualmente puede cobrar venganza contra las personas que hacen daño a los ríos, lagunas y otros lugares relacionados con el agua; cumpliendo en estos casos el mismo papel que los Ngen-ko (espíritus dueños del agua).

Hay decenas de relatos y leyendas en torno a los ríos, costas, lagos y lagunas donde interviene el Sumpall.

Fuente: Wipipedia
Referencias
• Alberto Trivero (1999); Trentrenfilú, Proyecto de Documentación Ñuke Mapu.
• María Ester Grebe, Sergio Pacheco y José Segura; Cosmovisión mapuche

miércoles, 7 de mayo de 2008

EL ARCO IRIS Cap 2

Huaca del Dragón o del Arco Iris.
Reino de Chimú, en la ciudad de Chan Chan




En la mayoría de los textos, y fuentes coloniales, hemos hallado un nexo de unión en la información.

Existe una pequeña alusión al fenómeno multicolor, que, casualmente, casi todos los escritos repiten: los aborígenes pensaban que el arco iris era un fenómeno maléfico.

Desde esta primera información nos hemos interesado por realizar una mayor indagación sobre el Arco Iris, que opinamos es de gran valor para ampliar la percepción de la cosmovisión andina; la segmentación del universo y sus cauces.

Desde periodos muy tempranos de la historia de la cosmovisión andina aparecen alusiones a formas arquetípicas del fenómeno multicolor.

Un ejemplo ilustrativo puede ser la Huaca del Dragón o Huaca del Arco Iris, ubicada en el yacimiento de la antigua capital del reino de Chimú, en la ciudad de Chan Chan.
En estas primeras épocas de la historia del Perú antiguo la mayoría de las modelos que se estudian se imprimieron en el arte.

No explicaremos, en este lugar, las representaciones artísticas de cada uno de estos asentamientos, sin embargo, hemos observado que existe un concepto uniforme sobre el Arco Iris y su asociación con la serpiente bicéfala, que alude, consecuentemente, a criterios doctrinales que van más allá, como veremos, de la mera asociación física.

Por ejemplo, se ha hallado notables muestras de la serpiente bicéfala, asociada a los reinos celestiales, en los maravillosos tejidos elaborados durante el periodo de Paracas, en la costa sur de Perú.

En las delicadas telas se puede observar que la representación de la serpiente de dos cabezas suele aparecer encarnada junto al Cóndor o al Halcón (Paul 1993: 279).

Al igual, hemos advertido que la imaginería animal, que acompaña al reptil bicéfalo, le atribuye rasgos especialmente asociados con el cielo, por lo que se la relaciona, también, entre otras muchas cosas, con los fenómenos atmosféricos, entre ellos, con el arco iris.

Por el contrario, las serpientes terrestres, no bicéfalas, suelen asociarse, en la iconografía, al gato montes, la vegetación o el tiburón.

Las semejanzas de la iconografía marcan los aspectos de la serpiente-tierra y la serpiente-cielo; semejantes a las características que existen en otras zonas de América, como en el área maya.


martes, 6 de mayo de 2008

EL ARCO IRIS Cap 1




Capítulo 1.- El arco iris


El arco iris es una manifestación de la naturaleza que apenas causó mayor impresión entre los cronistas.

Es significativo que la mayoría de las alusiones que existen en los textos se orientan hacia la capacidad de espanto que el fenómeno causaba entre los indígenas, sin embargo, se percibe que el gran arco multicolor fue más que una simple manifestación natural. Consecuentemente, hemos considerado la posibilidad de investigar el concepto que poseían las poblaciones centro andinas sobre el Arco Iris.

Si bien, el Arco Iris se descubre como un fenómeno natural que se manifiesta en determinadas ocasiones, en el periodo precolombino se mostró como una potencia sobrenatural; es decir, el fenómeno propiamente dicho albergaba la potencialidad de una divinidad.

Además, teniendo en cuenta que la Naturaleza se percibió como la madre engendradora de la humanidad, nos remitimos a la historia cósmica, entendemos que el prodigio policromo acoge consideraciones más complejas que las que hemos considerado hasta el momento.

Así, utilizando como base metodológica las fuentes coloniales y la información recopilada en los trabajos de campo intentaremos ampliar el concepto que poseemos sobre el Arco Iris antes de la colonia.


lunes, 5 de mayo de 2008

EL ARCO IRIS

INTI
LUIS ROSADO HUAMÁN (Perú)
Pintura (2008)



El ARCO IRIS EN LA COSMOVISIÓN PRECOLOMBINA CENTRO ANDINA

• Resumen:

El arco iris es un fenómeno natural que apenas ha sido investigado en el área andina, en el periodo prehispánico.

Las poblaciones nativas le temían, principalmente porque éstas opinaban que se introducía dentro del cuerpo.

En las crónicas aparece el Arco Iris como un eje, pero, en el caso inca, éste centra al gobernante como jefe de la comunidad, lo dota de poder sobrenatural.

Es decir, el Arco Iris era una divinidad protectora del Inca.

De esta manera el fenómeno multicolor se presenta como un acontecimiento complejo, pues se insinúa como una deidad bipolar, relacionada con las dos fuerzas que dominan el cosmos.

Sin embargo, su importancia se halla, principalmente, en que fue un agente regulador de los ciclos hidrológicos que fertilizaban las tierras.


Continuará



domingo, 4 de mayo de 2008

SEDNA, LA HIJA DEL MAR

Imagen de Sedna surgida de un artista contemporáneo:
Drayton Hawthorne, quien recrea mediante su arte figuras y personajes míticos ancestrales
.

Los esquimales, los inuit, como se llaman a sí mismos, desde lejanos tiempos, convivieron con la nieve, el oso, las focas, las aguas frías. Sila, divinidad invisible, era una de sus principales divinidades. Y Sedna, la Reina de las Focas, la hija del mar...


Cuenta la leyenda que alguna vez existió una muchacha muy joven y hermosa llamada Sedna.

Nadie buscaba casarse con ella cuando tuvo la edad para hacerlo.

Pero un día, vio desde su cabaña, un magnífico barco que era capitaneado por un apuesto y rico cazador extranjero, el cual se enamoró inmediatamente de la doncella y ella, después de haber sido seducida con palabras llenas de promesas y tesoros, se marchó con el desconocido.

La muchacha cayó en una terrible desesperación al conocer la verdadera identidad del cazador, que no era más que un pájaro mágico que tenía la facultad de cambiar de forma y fue así como la sedujo.

Mientras tanto su padre, al saber de la repentina desaparición de su hija, se aventuró a través del océano hasta que dio con ella.

Cuando la encontró, Sedna estaba sola y aprovecharon para huir de ahí. Pero cuando el eminente pájaro regresó y se percató de la partida de su amada, enfurecido, partió tras ella.

El pájaro, con sus poderes mágicos, desencadenó una rabiosa tempestad al ver que el padre se negaba a regresarle a Sedna. Así, el anciano, comprendió de qué se trataba todo aquello.

Había sido la voluntad sobrenatural del mar, la que reclamaba a su hija y aterrorizado hizo lo que debía hacer.

Así, lanzó a Sedna fuera del barco, para consumar el sacrificio.

Ella, en medio de aquella desesperación, salió a la superficie y trató de aferrarse a las orillas del barco, pero el padre le cortó los dedos con un hacha.

Sedna hizo otro intento para salvarse, pero su padre siguió cortándole los dedos, uno por uno.
Los primeros se transformaron en focas; los segundos en “okuj” o focas de las profundidades; los terceros en morsas y el resto en ballenas.

Así, el océano calmó la furiosa tormenta después del sacrificio y todo quedó en gran tranquilidad.
Desde entonces, Sedna, La Reina de las Focas, vivió en el fondo del océano “en una región llamada Adliden donde afluyen las almas de los muertos para someterse al juicio y a la sentencia que a todos nos espera en ultratumba”.

Fuente: Contell Gascó, Emilio. Mitología Universal.
M. Vazquez, Editor. p.p. 24-26.
www.Temakel